Historias de un barrio con historia | Monte Castro, cuna del Ejército Patrio

Historias de un barrio con historia | Monte Castro, cuna del Ejército Patrio

mayo 16, 2019

Posta de descanso importante después de salir de “la ciudad”, Monte Castro fue el escenario donde, a fines de mayo de 1810, las tropas se comienzan a reorganizar para dejar de ser milicias y transformarse en un ejército formal.

 

 

Monte Castro era una posta de descanso importante después de salir de “la ciudad”. Esa característica la hicieron escenario de hechos históricos. En ella descansó la comitiva del Virrey Sobremonte, en su huida hacia Córdoba durante las invasiones inglesas. La presencia del Virrey en la chacra motivó que algunas fuentes históricas hablaran de una casa de veraneo del funcionario en la zona. Ya en el Siglo XX, la mitología popular derivó en que se llamara Villa Real el barrio que hoy ostenta ese nombre.

 

La formación del Ejército Patrio.

El 29 de mayo de 1810 se comienza a reorganizar las tropas que dejan de ser “milicias” (las formadas por los sucesos de las invasiones inglesas) para transformarse en cuerpos veteranos. La oficialidad se formó con voluntarios entre los que habían sido oficiales de estas milicias. El grueso de las tropas se conformó con “vagos” reclutados por jefes de milicias o alcaldes de barrios y esclavos donados por sus dueños, que así evitaban ir ellos a la guerra.

 

En cuanto a las armas, además de las existentes, se resolvió la expropiación de toda clase de ellas en poder de la población, dado que esta en principio mostraba renuencia a entregarlas.

 

Así empezó a prepararse en Monte de Castro, con algunas compañías de “patricios”, “arribeños”, “castas”, veteranos del “Fijo” y  blandengues y artilleros de la “Unión” del ejército nacional.

 

Su jefe sería el Coronel de Arribeños  Ortiz de Ocampo. Su segundo fue el Cnel. de Blandengues Antonio González Balcarce  y el Comisionado de la Junta -con atribuciones estratégicas y políticas- Hipólito Vieytes. Sería Auditor de Guerra Feliciano Chiclana, que se incorporó más tarde.

 

Francisco A. Ortíz de Ocampo (1771-1840). Tuvo una destacada actuación durante las invaciones inglesas como capitan del cuerpo de Arribeños. Ya coronel, fue el que dirigió como jefe el primer ejército patrio que se empezó a conformar un 29 de mayo de 1810 en Monte Castro. Su negativa a fusilar a Santiago de Liniers -quien se había levantado en Córdoba- se tradujo en el relevo de su cargo a comandar la campaña del Alto Perú. Más tarde fue incorporado al Regimiento de Patricios. Fue parte del Ejército de San Martín. También se dedicó a la función pública en distintos escenarios: Charcas, Córdoba y en su provincia natal, La Rioja, donde finalmente murió, ya retirado de sus funciones, en 1840.

 

El 7 de junio de 1810, la Primera Junta, pasó revista a las tropas estacionadas en Monte Castro. Una placa, colocada en la Escuela “Monte Castro” recuerda al Ejército del Norte con la siguiente leyenda: “El 9 de julio de 1810 partió de Monte Castro el primer ejército libertador argentino, que combatiendo diez años por la independencia, preparó con estupenda abnegación la hora final de Ayacucho”

 

Se recuerda también el paso del Gral. San Martín, acompañado por el Tte. Cnel. Toribio Luzuriaga. Se dice también (en «El Monitor de la Educación Común» Nro. 759. Cap. Resañas Históricas de las Escuelas de la Capital)  que en Monte Castro, los miembros del Congreso del Año 13 despidieron allí a San Martín, cuando se hace cargo del Ejército luego de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma  «y que en esos predios los libertos del 7mo Regimiento de Infantería que acompañaban a San Martín bailaron, como despedida, al compás de las charangas»

 

Imagen. «Revista en Monte Castro» acuarela de Francisco Fortuny. Museo Histórico Nacional.

 

Las guerras civiles

Otros acontecimientos militares menores -que abarcaron toda la zona del Oeste del Municipio de Flores- tuvieron lugar a lo largo de las décadas que signaron nuestras guerras civiles. En 1815 se produjo el alzamiento contra el Director Supremo Carlos María de Alvear. El ultimátum del Cnel. Zapiola, con sus granaderos es lanzado desde Monte Castro. En 1823 Gregorio Tagle, rebelado contra Rivadavia establece su campamento en Monte Castro. La zona fue famosa en esa época por una epidemia de viruela producida por el abandono del lugar, producto también que en 1820 había fallecido Don Pedro de Córdova, quedando sólo una hija como descendiente pero residiendo en Buenos Aires.

 

En 1833 acampa en el lugar un ejército de campaña al mando del Cnel. Izquierdo en apoyo a la “Revolución de los Restauradores”.

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Fuente: www.barriomontecastro.com.ar, a cargo de la Lic Leticia Maronese, fundadora de la Junta de Estudios Históricos de Monte Castro.