Buscan reactivar el espacio cultural del Corralón de Floresta

Buscan reactivar el espacio cultural del Corralón de Floresta

mayo 15, 2023

Una canchita de fútbol, una huerta, un espacio destinado a la Memoria. En la Plaza, ubicada en Gaona y Gualeguaychú, conviven múltiples iniciativas. Entre ellas, un espacio cultural que, en 2020, fue destinado a vacunatorio Covid. Ahora, tras la finalización de la pandemia, el espacio se encuentra abandonado y la asamblea vecinal de Floresta reclama su reapertura, para que el barrio pueda volver a contar con un lugar para producir y disfrutar de actividades artísticas.

 

 

Texto: Perla Natalia Castillo

 

 

El emblemático Corralón de Floresta pasó por un proceso de recuperación por y para la gente del barrio donde, a través de la suma de voluntades y acuerdos con distintos actores de la comunidad, se fue planificando cada rincón de esta plaza.

 

Es así como la Plaza cuenta con juegos para las infancias, una cancha de fútbol, huerta, espacio verde, la casona recuperada como espacio de la Memoria y un galpón, que con el tiempo fue habitado por las diversas expresiones culturales que vivían en el barrio y está a la espera de poder volver abrir sus puertas al arte y la cultura.

 

El Corralón de Floresta tiene su historia y nuevas realidades, y sigue siendo un territorio en disputa, ya que el espacio que se utilizó durante la pandemia como vacunatorio, previo al Covid, es donde transcurría el centro cultural.

 

Mabel Sampaolo, referente de la Asamblea de Floresta, en diálogo con Nadie nos invitó comentó un poco sobre la historia y cuál es la situación actual del espacio cultural, luego de haberse realizado varios reclamos.

 

 

Imagen. Abandonado. Durante la pandemia, el sector destinado al Espacio Cultural funcionó como vacunatorio. Ahora, reclaman que vuelvan las actividades artísticas

 

 

“El espacio que está cerrado fue utilizado durante la pandemia como vacunatorio y es un espacio que precede a la construcción de la plaza. Cuando ahí funcionaba el corralón que era de villas y destinado al saneamiento ambiental, funcionaba como vestuario de los trabajadores.

Más o menos en 2005, con la Asamblea de Floresta empezamos a utilizar el lugar y nos dan la llave, con la idea que lo preservemos para que se realice el proyecto de plaza que se había acordado”, comentó la referente.

 

La cultura que habitaba en el barrio se hizo un lugar

Mabel recuerda: “Eso quedó trabado cuando cambió la gestión, se fue Ibarra, se fue Telerman y cuando llega Macri se cajonea al proyecto, que ya había llegado al proceso de licitación.

 

En ese momento, consideramos que abrir el espacio iba a ser una forma de preservarlo. En principio vino el Épico de Floresta, un grupo de teatro comunitario. Y después de esto, empezaron a llegar muchísimos otros grupos que hicieron actividades artísticas diversas, como circo, artes plásticas y visuales, había grabado, mosaiquismo, murga, murga porteña y  estilo uruguayo, talleres de lo más diversos, incluso, hubo en otro sector un taller, un laboratorio de arqueología urbana.

 

Bueno, todas estas actividades se fueron desarrollando, digamos, de forma organizada por los propios grupos, con mucha participación de vecinos y vecinas, y se hacían muestras, actividades, se filmaron películas,  muchísimas cosas”, recuerda Mabel.

 

 

 

 

En el proyecto original no estaba previsto el espacio cultural, pero la realidad dio lugar a  diversas producciones culturales que habitaban en el barrio y dio cuenta de la  necesidad de contar con un espacio y así fue como se dejó ese galpón destinado a cultura.

 

“Era el espacio cultural y el Épico  había acomodado un sector como sala teatral que ellos lo llegaron a utilizar. Cuando se inaugura la plaza nunca se llegó a inaugurar el espacio cultural, porque  el Gobierno de la Ciudad no se quiso hacer cargo de eso y había iniciado un acuerdo con la Universidad de San Martín, con el área cultural de la universidad tuvo algunas reuniones con la Asamblea, pero después vino la pandemia, quedó todo desactivado y se destinó a vacunatorio”.

 

Desde las redes de la Asamblea de Floresta, la semana pasada salió un comunicado en las redes donde se reclama la reapertura del espacio y se sigue pidiendo una mesa de trabajo.

 

“Ahora hace tiempo que está cerrado, nosotros presentamos notas a la comuna el año pasado, unas más este años, y también a través del Consejo Consultivo Comunal, pero no tuvimos ninguna respuesta”.

 

La Asamblea de Floresta desde hace varios meses viene haciendo públicos los reclamos ante el silencio reiterado a los distintos pedidos para el mantenimiento del espacio.

 

“Lo que pedimos es que se convoque a una mesa organizativa, para poder convocar a todos los actores culturales que hay en el barrio, para que se puedan volver a organizar,  para que no se vuelva a ocupar con actividades venidas desde la centralidad. Pero bueno, esto requiere un trabajo de participación, no estamos teniendo ninguna respuesta, no sabemos por qué no lo están habilitando, incluso el espacio se está deteriorando”.

 

 

Imagen. Nota presentada a la Junta Comunal en octubre 2022 exigiendo la reapertura del espacio.

 

La pandemia pasó, el lugar dejó de ser utilizado como vacunatorio, pero las vecinas y vecinos son testigos del paso del tiempo y el deterioro del lugar, el cual sin haber ninguna explicación de parte de las autoridades, no puede ser utilizado como se venía dando antes del 2020.

 

“A la noche quedan las luces prendidas como para que no nos olvidemos que eso sigue vacío. Es bastante triste e indignante. Por eso hicimos la publicación, porque nos damos cuenta que, si no presionamos y seguimos reclamando para ellos es más cómodo que ese espacio quede vacío. Evidentemente la cultura es algo incómodo, porque genera un pensamiento crítico, genera otras miradas. El arte evidentemente no es lo que prefiere la gestión, sino, hacer donde se siente más cómodo.

 

No tenemos todas las razones ciertas por las que no está habilitado, pero es lo que sucede. Así que esperamos que eso se modifique pronto, pensamos que si lo hacemos visible, tal vez, se conmuevan y nos den alguna respuesta”, concluyó Mabel.