Los martes a la mañana se brinda un Taller gratuito de Teatro Leído destinado a chicos de entre 8 y 11 años, y durante todos los días se pueden acceder a los mas de 16 mil libros que posee la biblioteca, muchos de ellos donados por los propios vecinos del barrio. "La gente viene y siempre nos dicen lo cómodos que se sienten aquí", asegura Nilda, una de las bibliotecarias.
Desde hace más de 70 años, la Biblioteca Pública Hilario Ascasubi (Cesar Días 4219) es un espacio que permite viajar y jugar en Floresta. Dotada de más de 16 mil libros, las posibilidades son infinitas: se puede vivir una historia de amor y tragedia en la Inglaterra del siglo XVI de la mano de Shakespeare, hasta ser un malevo en la Buenos Aires de comienzos del siglo XX gracias a Borges; se puede reflexionar con los maestros griegos de la filosofía o entender un poco m{as la historia de nuestra Argentina. Las posibilidades son infinitas y dependen de nuestras ganas, porque la Biblioteca Hilario Ascasubi no cierra sus puertas ni en vacaciones. Todo lo contrario, las abre para que todos quiens quieran animarse y disfrutar de un buen libro puedan hacerlo.
Pero además, no conformes con eso, la Biblioteca también brinda talleres durante todo el año, y este verano, incluyó el Taller de Teatro Leído destinado a Niños de entre 8 y 11 años, que se dicta de manera gratuita los martes de 10 a 12hs. «Los chicos lo disfrutan porque la profesora es espectacular», asegura Nilda, trabajadora del lugar. «Es la misma profesora que durante el año da clases de Teatro leído para Adultos».
En febrero la grilla de actividades irá en aumento: se suman el taller de Arte Visual, el de Narraciones y el de Lectura experimental. Todos ellos, por supuesto, son gratuitos.
Un estímulo a la lectura
Más allá de la gente que se acerca a los Talleres, la Biblioteca tiene un público estable que se acerca a leer diariamente. «Hay un grupo de gente que visita la biblioteca de manera muy asidua y es de todas las edades: un chico que viene a estudiar para ingresar a la universidad que esta todo el día aquí o un señor mayor que vive sólo y que lee enciclopedias durante dos o tres horas en la biblioteca porque dice que aquí se siente muy cómodo», cuenta Nilda, quien asegura que es algo que no siempre se da. «Yo estuve en otra biblioteca y este es un nivel de lectores que leen libros mas variados, ademas concurre mucha gente a la sala a estudiar porque se siente mas cómoda con la tranquilidad y el ambiente que hay acá».
La sala, durante el verano está abierta todos los días de 10 a 17 y para hacerse socios solo hay que llevar fotocopia de DNI y de un servicio a su nombre. Ya con el carnet, quien se acerque se podrá llevar prestados hasta tres libros por ves, que deberá devolver luego de 15 días.
Dentro de los miles de ejemplares que se pueden encontrar hay biografías, literatura argentina, inglesa, china, japonesa, hay muchas enciclopedias, hay libros de medicina, y de filosofía y hasta hay incunables, aunque esos libros no salen de la biblioteca.
El cariño que las y los vecinos tienen hacia la biblioteca se nota también en la cantidad de donaciones que recibe. «Hay mas de 16 mil ejemplares. Una parte son los que entregan desde la Dirección general del Libro, pero hay muchos otros que son libros donados por los propios vecinos del barrio», resalta Nilda. Así, pese a que la Hilario Ascasubi es una Biblioteca para adultos, haya varios estantes con libros para chicos. También libros de suspenso y best sellers que la gente solicita cotidianamente. «La gente se va muy contenta porque son libros que no se consiguen en otra biblioteca», concluye Nilda.
Sobre Hilario Ascasubi
(Fraile Muerto, 1807 – Buenos Aires, 1875) Poeta, periodista y político argentino que cultivó la literatura gauchesca; aunque fue realmente un continuador de la literatura gauchesca iniciada por el uruguayo Bartolomé Hidalgo, Hilario Ascasubi dio a esta poesía características argentinas. Recorrió el mundo como grumete, fue tipógrafo y periodista en Salta, y se alistó a los dieciocho años para la guerra con el Brasil. Prisionero de Rosas, logró escapar y se estableció como panadero; hizo fortuna y la gastó en ayudar a Lavalle en su campaña. Junto a Urquiza y contra Rosas, llegó a coronel; después luchó junto a Mitre y contra Urquiza y fue enviado a París en misión oficial. En el terreno periodístico cabe destacar su labor de editor de una publicación escrita por él solo (Aniceto el Gallo, 1853-1859); como literato, es recordado como autor de Trobas de Paulino Luceroy sobre todo del poema gauchesco Santos Vega o Los mellizos de La Flor (1872), su obra maestra. (Biografía extractada del sitio Biografías y vidas)