Un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) indica que las ventas minoristas pymes bajaron 10,5% interanual en agosto, a precios constantes, y acumulan un descenso de 16,2% en los primeros ocho meses del año.
Sin embargo, en los comercios del barrio los datos son aún peores. “La venta bajó un 30%”, indica Ana, de la carnicería de Jonte y Cervantes. “Los cortes no aumentaron mucho pero la gente compra muchísimo menos a lo que anteriormente consumía, y al mismo tiempo aumentaron tres o cuatro veces todos los impuestos: este mes nos vino $500.000 de luz”, detalla. La situación se replica en kioscos, pescaderías librerías, y en la mayoría de los comercios de la zona.
Informe: Perla Natalia Castillo
En el Centro Comercial a Cielo abierto de Monte Castro, los comerciantes manifiestan preocupación por el desplome de las ventas en los últimos meses. Distintos rubros que tienen local a la calle en la zona, tuvieron una caída del 40% en las ventas.
Mientras algunos sectores mantienen viva la fe de que la situación económica va a repuntar, la calle y sus comercios reflejan otra realidad.
Nadie nos invitó estuvo en diálogo con comerciantes de distintos rubros, para preguntarles si la baja inflacionaria se pudo ver reflejada en sus ventas.
Daniel tiene una librería, en Calderón de la Barca, a metros de Álvarez Jonte, y comentó y sostiene su local con buenas ofertas, pero le preocupa las pocas ventas en el día a día.
“La inflación bajó un 4,8% y las ventas bajaron un 40%. No se vende mucho, se vende lo necesario, lo del día. Hay mañanas en la que no se abre caja y el tránsito de gente en Monte Castro, es menor».
Gastón, trabaja en una pescadería en Álvarez Jonte y Virgilio, y comentó que en el último mes los precios no aumentaron.
“Las ventas siguen iguales, pero la gente consume menos cantidad, porque no alcanza la plata. Hay algunas cosas que estaban caras y bajaron bastante, como por ejemplo el salmón rosado, la trucha, todo lo que viene de afuera. El salmón llegó a estar 40 mil pesos y ahora sale 28. La cantidad de gente que viene sigue siendo la misma, pero consumen menos”.
Matías, tiene un kiosco en la esquina de Cervantes y Álvarez Jonte, y comentó que ve mucho menos movimiento en la zona.
“No sé dónde bajó la inflación, pero las ventas van para atrás, muy mal. La mercadería aumentó un 15% esta semana, y las ventas, si comparamos con las del año pasado, bajaron entre un 40% y 50%. Hoy un caramelo cuesta $50 y el año pasado $10.
Ana trabaja en una carnicería en la otra esquina de Jonte y Cervantes, un local que solía tener largas filas a la hora de salida de la escuela.
“La venta bajó un 30%, los cortes no aumentaron porque la gente no compra, al mismo tiempo aumentaron todos los impuestos, tres o cuatro veces más de lo que pagábamos anteriormente, este mes nos vino $500.000 de luz. La gente viene y compra menos, mucho menos, muchísimo menos a lo que anteriormente consumía. La gente bajó la cantidad del consumo y cambiaron los cortes por otros cortes más económicos.
Carolina tiene una boutique en Álvarez Jonte, comentó que todo aumento y sus ingresos son iguales al año pasado.
“Las ventas están iguales, entonces, para mí eso es que bajaron. En septiembre del 2023 vendía X monto, y hoy estoy vendiendo lo mismo este año, pero todo subió. Por ejemplo, si el año pasado hacía 100 mil pesos, y este año hago 100 mil pesos y las cosas aumentaron. Estoy vendiendo lo mismo, pero el alquiler aumentó, aumentaron los impuestos, la luz. En diciembre del año pasado la última factura fue de $5.000, y este mes $60.000″.