El martes 14 de junio se cumplen 45 años del secuestro y la desaparición forzada del sacerdote obrero Mauricio Silva. Lo llevaron de la vía pública mientras realizaba su tarea diaria de barrer las calles del barrio. Durante la dictadura también fueron secuestrados y desaparecidos Julio Goitía y Néstor Sammartino, trabajadores del Corralón de Floresta y dirigentes sindicales de ese espacio ubicado en la que hoy es la Plaza del Corralón. En la actualidad el 14 de junio es el Día Nacional del Barrendero, sancionado por el Congreso Nacional. Por ello, este martes, familiares, organizaciones religiosas y la asamblea de Floresta les rendirán homenaje en el Corralón (Gaona 4660).
El martes 14 de junio a las 18hs, familiares, el espacio interreligioso Patrick Rice y Fraternidad laica Carlos de Foucauld, la asamblea de Floresta e integrantes del programa Adultos 2000 realizarán un homenaje a los trabajadores del Corralón de Floresta Julio Goitía, Néstor Sammartino y Mauricio Silva, detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar.
“Militantes en la resistencia al golpe del ’76, lucharon por la dignidad de los trabajadores, se opusieron a la pérdida de sus derechos y a la ola privatizadora, que, en el negocio de la basura, ya comenzaba con Franco Macri”, describen desde la Invitación les integrantes de la asamblea de Floresta.
Imagen. Retratos de los trabajadores detenidos desaparecidos, realizados por la artista María Claudia Martínez
Sacedorte tercermundista y barrendero comprometido con el pueblo
El 14 de junio 1977 Mauricio Silva se levantó temprano y se fue derecho al trabajo. Desde hacía más de un año que los militares habían dado el golpe de Estado y los días estaban plagados de escenas de terror y dolor cotidiano. Esa misma mañana, un Ford Falcon blanco lo interceptó en la intersección de las calles Magariños Cervantes y Terrero.
Los testigos aseguran que tres hombres se bajaron del vehículo y secuestraron al sacerdote barrendero. “Eran las ocho y media de la mañana del 14 de junio de 1977 y ése es el último dato que se tiene de Mauricio”, relata Alicia Vázquez, editora del libro sobre Mauricio Silva titulado “Gritar el evangelio con la vida”.
Mauricio Silva Iribarnegaray pertenecía a la Fraternidad del Evangelio, y estaba convencido que para poder ayudar a los trabajadores, a mejorar su situación, había que ser uno de ellos. Por eso se había ubicado como barrendero en la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires ya en 1974.
Antes había sido compañero en diversas oportunidades de religiosos muy vinculados a la defensa de los derechos humanos y a las corrientes más tercermundistas de la Iglesia católica como Jaime de Nevares y Monseñor Angelelli.
En su homenaje, en 2003 la Legislatura instituyó por ley el 14 de junio como el Día del Barrendero de la Ciudad, y desde 2017, el Congreso Nacional declaró esta fecha como el Día del Barrendero a nivel nacional.