A cien años de su muerte, Gabino Ezeiza, el payador más importante que tuvo nuestro país, tiene su homenaje permanente en un rincón de la panadería Gran Gabino, lugar que fue su última morada.
En un rincón de la panadería Gran Gabino, ubicada en Azul 92, se inauguró un homenaje permanente a Gabino Ezeiza, el payador más importante que tuvo nuestro país. Murió en esa casa hace 100 años.
Desde Nadie nos Invitó conversamos con Leonardo Farías, juntista de la comuna 10 que empujó esta actividad. “Desde el año pasado que estamos trabajando en lo que es el Circuito Histórico Cultural de la Comuna 10. El circuito tiene 15 puntos emblemáticos y la idea es agregar este sitio donde vivió Gabino” aseguró Farías, quien admitió que “muchos no conocíamos la historia de él. Tuvimos la suerte que nos contactó la gente del Museo José Hernandez”.
En ese sentido, Felicitas Luna, directora del Museo afirmó que “esto es lo que uno tiene que hacer, sacar no solo el Museo a los barrios, sino que también es otra forma de mostrar nuestro patrimonio fuera del museo. Gabino es una figura emblemática, resaltar este espacio que hoy en día es una panadería y fue su ultima morada, para que los vecinos, la comuna se sienta orgullosa”, aseguró la funcionaria.
Del evento participaron además los nietos y bisnietos de Gabino y representantes del Instituto Nacional Yrigoyeniano.
Hoy en día la casa de Gabino es una panadería que se llama Gran Gabino. El dueño del inmueble siempre exigió que quienes emprendan una actividad comercial en lleve el nombre de Gabino Ezeiza.
El payador del Pueblo
Yo canto para comer
aunque el aplauso me halaga
pero el pan de mis cachorros
con aplausos no se paga.
Gabino Ezeiza debutó como payador a sus catorce años en la pulpería de Pancho Luna. Además de recorrer los pueblos del interior con su arte y su guitarra, lo hizo también con un circo de su propiedad: el llamado «Pabellón Argentino», que perdió en un incendio en el año 1893. Comenzó a ser reconocido cuando Juan Carlos Podestá lo contrató como atracción principal para que lo acompañara en las representaciones de Juan Moreira. Llegó a grabar discos, y recopiló sus versos en el folleto «Cantos a la Patria». El primitivo ritmo que cantaron los payadores rioplatenses fue el Cielito, lo siguieron la Cifra, la Habanera, la Vidalita y el Estilo. Gabino Ezeiza introdujo en los payadores la milonga. Tanto Gardel como Razzano lo conocieron en los comités políticos a principios del siglo XX, esa relación se hizo patente en la rueda del popular «Café de los Angelitos», en Rivadavia y Rincón.
Falleció el 12 de octubre de 1916, en su casa del barrio del Flores, donde puede verse una placa que lo conmemora. Esa misma tarde asumía la presidencia de la nación el doctor Hipólito Irigoyen, candidato del partido radical y gran amigo de Gabino Ezeiza.
En Argentina se celebra el día del payador el 23 de Julio, recordando la improvisación que Gabino Ezeiza realizo en Paysandú (Uruguay) en 1884, conocida como “Heroico Paysandú”.