La atención es por la mañana, sin turno previo y con cupos limitados.
En los últimos días, la demanda de la vacuna contra la fiebre amarilla se incrementó exponencialmente debido a la gran cantidad de argentinos que van de vacaciones a Brasil. Allí, así como en el norte argentino y en Paraguay, la fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda bastante extendida ya que es transmitida por el mosquito Aedes aegypti. El mecanismo es sencillo: una vez que el mosquito pica a una persona infectada traspasa el virus al resto de las personas que pique.
Una vez que se contrae el virus, pasado el periodo de incubación de 3 a 6 días, suele causar fiebre, mialgias con dolor de espalda intenso, cefaleas, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. El término «amarilla» alude a la ictericia que presentan algunos pacientes.
Al no existir tratamiento curativo para la fiebre amarilla -el tratamiento es sintomático y consiste en paliar los síntomas y mantener el bienestar del paciente- se hace indispensable la correcta protección.
En ese sentido, la vacuna garantiza una inmunidad efectiva al 99% de las personas vacunadas en un plazo de 30 días según asegura la Organización Mundial de la Salud.
Esta temporada de verano los porteños eligieron como uno de sus principales destinos para vacacionar a Brasil, lo que generó que en los últimos días se incrementase exponencialmente la demanda de la vacuna.
Por ello, el gobierno de la Ciudad, además de vacunar en la Dirección de Sanidad de Fronteras, en Av. Pedro de Mendoza S/N y Blanes, debajo de la autopista frente al Colonia Express y en el Hospital de Infecciosas F. Muñiz, ubicado en Uspallata 2272, en enero y febrero incorporó nuevas sedes que brindan el servicio.
En la Comuna 10, el Hospital Vélez Sarsfield (Calderón de la Barca 1550) se encarga del tema. La vacunación se realiza los martes y viernes de 8:30 a 12.30hs. La atención es sin turno previo y con cupos limitados.