Estudiantes de 7° Grado “A” y «B» de la Escuela Manuel Peña, ubicada en Av. Segurola 1104, presentaron un proyecto en la Legislatura para colocar dos lomos de burro (reductores de velocidad) en la calle lateral de la Escuela Manuel Peña, y en todas las escuelas de la comuna 10.
«Elegimos la seguridad vial porque vimos que aunque hay señalizaciones de bajar la velocidad, los autos no la respetan y pasan a mucha velocidad y no dejan que los niños crucen», explica Benjamin, estudiante de 7° grado.
“Se ha observado –explican en el proyecto– que los vehículos que circulan por la calle lateral del establecimiento, en este caso, Remedios de Escala de San Martín, altura 4300 al 4400, no respetan la velocidad máxima establecida para zona escolar, poniendo en riesgo la integridad física de los estudiantes. La implementación de lomos de burro permitiría reducir la velocidad de los vehículos de manera efectiva, previniendo accidentes y creando un entorno más seguro para los niños”.
A su vez, solicitan que la instalación de lomos de burro esté acompañada de:
–Carteles de advertencia de «Lomo de burro» ubicados antes y después de cada reductor de velocidad, con pictogramas claros y visibles.
-Marcas viales horizontales de color amarillo y negro, tanto en la aproximación como sobre los lomos de burro.
-Delineadores de carril para guiar a los conductores y evitar maniobras peligrosas.
-Iluminación adecuada en la zona, especialmente para garantizar la visibilidad durante la noche.
Imagen. El proyecto presentado incluye un mapa que indica dónde colocar los lomos de burro.
Legisladores por un día
La iniciativa se desarrolló en el marco del Programa “La Legislatura y la Escuela”, que busca que estudiantes de escuelas de 7° grado de la Ciudad participen en el proceso de creación, redacción y debate parlamentario de un proyecto de ley, tal como lo hacen las y los diputados porteños.
«Nosotros sabíamos que existía ese proyecto para trabajar con los chico y era importante poder inscribirnos porque estábamos trabajando con la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y esto nos permitía no solamente conocer cómo es su funcionamiento, sino también que sepan y puedan conocer cuáles son los diferentes formatos de participación ciudadana que pueden darse dentro de la Ciudad», explica Sebastián Zinna, docente del grado
«También nos daba la oportunidad de que ellos y ellas puedan sentirse sujetos de cambio de su propia realidad, tratando de dejar una huella en la escuela en algo que tenga que ver no solo con algo individual, sino con pensar en una comunidad, pensar en colectivo».
Imagen. Como parte de la experiencia, los estudiantes fueron parte de una sesión en la legislatura. «La experiencia estuvo buenísima”, aseguran los estudiantes.
La experiencia educativa incluyó la visita a la Legislatura de la Ciudad, donde las y los estudiantes de séptimo grado, presentaron el proyecto en una sesión junto a otras escuelas que también fueron parte del Programa.
«La experiencia estuvo buenísima”, asegura Santino, estudiante de 7° grado. “Estar ahí, mirar dónde se sientan los legisladores, saber cómo funciona el Poder Legislativo, saber cómo se sancionan las leyes. Saber que logramos hacer que la escuela esté en la Legislatura, ya que nunca ha participado en este tipo de proyectos en más de 110 años, es un montón. Fue una felicidad”.
En esa misma sesión, otras escuelas presentaron proyectos como crear un programa de educación sobre primeros auxilios básicos o instalar bebederos de agua potable en la Ciudad. Necesidades y demandas que, esperemos, sean escuchadas por las y los 60 legisladores que ocupan una banca en la Legislatura y suelen mostrarse preocupados por la educación, pero pocas veces escuchan a quienes la protagonizan día a día.
Escribe: Alejandro Volkind
