Un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) indica que las ventas minoristas cayeron un 25,5% anual, pero en los comercios del barrio los datos son aún peores. “Las ventas cayeron un 50%”, informa Sergio, dueño de una ferretería sobre av Jonte. En librerías, que esperaban el comienzo del ciclo lectivo para repuntar, el panorama es similar. “Hoy la gente prefiere forrar una carpeta del año pasado, y después compra lo indispensable: un lápiz, una goma, un sacapuntas y nada más. Estamos subsistiendo, es una temporada mala”, asegura Daniel.
Según un relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) las ventas minoristas cayeron un 25,5% anual a precios constantes y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año.
Según el informe, los rubros más afectados son:
Alimentos y bebidas: desplome del 33,3% anual en febrero
Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles: desplome del 22,7% anual en febrero
Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción: retroceso del 28,2% anual
Perfumería: desplome de 40,9% anual en febrero
Ante los datos brindados por la CAME, Nadie nos Invitó recorrió el Centro Comercial a Cielo Abierto del barrio de Monte Castro, donde los comerciantes contaron la difícil situación que vienen atravesando.
“Acá la situación está complicada, las cosas no paran de aumentar y las ventas cada vez son más bajas», comenta Sergio que tiene hace varias décadas su ferretería en barrio de Monte Castro.
«Lo que se vende son cosas de primera necesidad, y cuesta mucho porque la gente pregunta y si no le alcanza se va. Y a veces no vuelve, o deja de comprarlo. Darse el lujo de comprarse una maquinita para hacer un hobby, ya no lo hace. En el caso de la grifería, salvo que se le rompa y no pueda lavar los utensilios, ahí compra sí o sí.
Antes de comprar, la gente camina, busca precios por todos lados y trata de comprar lo más barato, que a veces no es lo aconsejable porque en definitiva lo barato dura poco. Pero la gente compra de acuerdo a lo que le da el bolsillo. Las ventas cayeron un 50%”, indica.
Muchos de los comercios aún tienen la esperanza de haber sufrido una baja en las ventas por la ausencia de vecinas y vecinos, que tal vez se fueron de vacaciones, renovando su optimismo y a la espera de una mejora en el mes de marzo, sobre todo en el rubro alimenticio.
Pero en otros sectores, como por ejemplo las librerías que esperaban el comienzo del ciclo lectivo para repuntar, ya que es el momento más esperado del año por el rubro, confirmaron que las ventas siguen por debajo de la media comparada con años anteriores.
“En comparación con el año pasado las ventas bajaron entre un 30 y un 40 por ciento”, comenta Daniel, dueño de una librería.
“Creo que hoy tenemos precios nuevos y salarios viejos -hay un desfasaje muy grande-, y con el comienzo de clases hubo dos o tres días de movimiento, pero la gente compró lo indispensable y nada más. Estamos subsistiendo, es una temporada mala. Hoy la gente prefiere forrar una carpeta del año pasado, y después compra lo indispensable: un lápiz, una goma, un sacapuntas y nada más. No se vio ningún repunte de nada”, explica.
Llegando al rubro de indumentaria los comercios que el año pasado se vieron afectados por los cortes de luz en la zona, este año con el servicio sin interrupciones tuvo una peor temporada.
“La realidad es que viene muy bajo a comparación del año pasado, sigue siendo bajo más allá que el año pasado tuvimos muchos cortes de luz», comenta Marcela, que atiende un local de ropa sobre una de las avenidas principales del barrio.
«El inicio de clases nos afectó porque la gente apuntó más a lo que es librería y a otras necesidades. Febrero fue muy malo a comparación de otros años. Al local entra menos gente. Ya en la calle no ves la misma cantidad de gente caminando. Antes quizás entraban a mirar, ahora ya directamente no entran, no preguntan precio, no preguntan nada. Directamente miran desde afuera y siguen caminando”.
Informe: Perla Natalia Castillo