La Federación de Cooperativas Comercializadoras Alta Red se manifestó a favor de un control de precios por parte del gobierno nacional pero exigió medidas que permitan un cambio en la matriz productiva y de comercialización: “No se puede dar una respuesta contundente y sustentable si no se desarrolla el sector productivo y de comercialización popular”.
Cooperativas de consumo, mutuales, proveedurías, ferias, nodos y comercializadoras de la economía popular nucleadas en la Federación de Cooperativas de Trabajo Alta Red difundieron un comunicado donde aseguran que el acuerdo de precios con las grandes corporaciones es acertado para frenar la suba descontrolada de los alimentos, pero lo catalogaron como una medida de urgencia.
“Hoy en día el alimento es un negocio manejado por el mercado corporativo que solo piensa en las ganancias y la especulación. La solución –aseguran- no vendrá de la mano de quienes especulan y hacen un negocio con el derecho a alimentarse, o quienes se enriquecen perjudicando a los pequeños productores y productoras. Necesitamos impulsar un cambio de fondo en la matriz productiva y de comercialización en beneficio de las grandes mayorías”.
Imagen. La Cooperativa La Ciudad/Séptimo Varón, ubicada en Monte Castro, produce y distribuye productos lácteos.
En ese sentido, desde Alta Red plantean que en el acuerdo de precios las grandes empresas no van a perder, y en poco tiempo buscarán ajustar al pequeño productor y advierten que generar acuerdos solo con los monopolios sigue favoreciendo la concentración económica a favor de quienes no tienen escrúpulos ni responsabilidad social.
“Vemos con mucha preocupación que hay un aumento constante en los alimentos que no se justifican con los aumentos de tarifas, insumos o dólar”, aseguró a Nadie nos Invitó Federico Chab, integrante Séptimo Varón, cooperativa que forma parte de Alta Red.
“Por más que apoyamos el acuerdo de Precios que impulsa el gobierno nacional y que pensamos que es más que necesario hacer acuerdos y que se cumplan por parte de las empresas, también pensamos que hay que tratar al acceso a los alimentos por parte de la población como un derecho y no como un negocio. Es decir que todos tengan la posibilidad de acceder a un precio justo y razonable. Que se piense no solo en los que consumidores sino también en quienes lo producen, lo que nos incluye a nosotros”.
Federico pone el acento en un aspecto que suele quedar desdibujado en estas discusiones: no sólo grandes empresas producen alimentos en nuestro país. “Hay una enorme red de cooperativas, pequeños productores de la agricultura familiar y campesina que se ven perjudicados por esta situación”.
“Los que ganan con los aumentos únicamente son las grandes empresas, no somos nosotros que también vemos que aumenta la materia prima. Por eso creemos que es muy importante frenar esto lo antes posible y pensar en un Estado que articule con este sector que representamos y que de manera urgente se empiecen a pensar en políticas como la Ley de Acceso a la Tierra, la Ley de Etiquetado Frontal, la desdolarización de los insumos y otras medidas que vayan en pos de potenciar la producción de la economía social y popular, la comercialización de estos productos y que la gente pueda acceder en la góndola de los supermercados o a través de nuevos canales de comercialización como es nuestro caso, donde generamos un vínculo entre productores y consumidores, evitando los intermediarios que son los que se quedan con la torta”.
