Peligra el Programa Cultura en Barrios | El gobierno porteño recortó su presupuesto para 2024

Peligra el Programa Cultura en Barrios | El gobierno porteño recortó su presupuesto para 2024

febrero 23, 2024

El programa, que funciona desde la vuelta de la democracia, ofrece más de 600 talleres gratuitos en escuelas y espacios culturales en horarios vespertino. A poco de abrir las inscripciones para este 2024, el gobierno de la Ciudad redujo el presupuesto y hay incertidumbre sobre la cantidad de talleres que se podrán dictar. “Invitamos a todos los vecinos y vecinas que hace años construyen junto a nosotros, a que se sumen, a mostrar que somos un montón de personas las que hacemos, disfrutamos, queremos y construimos todos los días este programa”, asegura Florencia, profesora de plástica del Centro Cultural “El Taller”, ubicado en Monte Castro.

 

 

 

El programa “Cultural en Barrios” lleva 40 años en marcha, cuenta con 36 Centros Culturales que forman parte del programa y más de 600 talleres en la Ciudad de Buenos Aires.

 

En la Comuna 10, cuatro espacios culturales forman parte del programa:

El Centro Cultural Baldomero F. Moreno, ubicado en Mercedes 1405- Floresta;

La Casita de la Selva, ubicada en Pasaje La Selva 4022 – Vélez Sarsfield;

El Centro Cultural Versalles, ubicado en Bruselas 785;

y El Centro Cultural “El Taller”, ubicado en Elpidio Gonzáles 4.967 en el barrio de Monte Castro, que está próximo a cumplir sus primeros 25 años, tejiendo una trama cultural y social en el barrio.

 

Nadie nos Invitó se acercó al CC El Taller para saber cómo viven este momento quienes hacen y habitan este espacio tan demandado por las vecinas y vecinos del barrio. Nos encontramos con Florencia, profesora de plástica, y con Alicia y Marisol, estudiantes de distintos talleres que se dictan ahí.

 

 

 

 

¿En qué consiste el recorte anunciado?

 

Nos enteramos de la noticia de que se haría efectivo un recorte del 16% del presupuesto total asignado a este programa, pero que en los hechos podría significar para algunos centros culturales hasta el 35%. Ese recorte sería de las horas cátedra de los docentes, y recortar horas cátedra de los docentes es recortar efectivamente talleres y vacantes para que los vecinos y vecinas.

 

Todavía no sabemos qué cantidad específica de horas, lo cual no nos permite tampoco planificar qué se haría, cómo se haría. No tenemos esa información, lo que sí sabemos es que va desde un 16 a 35 por ciento en algunos casos, lo cual los deja muy mal a estos espacios. Sobre todo a docentes que a lo mejor no viven cerca y tienen que viajar.

 

 

 

¿Cómo lo están pensando? ¿Qué acciones están pensando desde los docentes de cada espacio?

Los docentes estamos muy movilizados, nosotros queremos muchísimo a estos espacios. Hay docentes que hace más de 30 años que trabajan en sus centros culturales. Muchos de nosotros además trabajamos en varios centros culturales, conocemos en profundidad el programa. Y estamos con muchas emociones y tratando de ver cómo, por un lado, nos acuerpamos y nos contenemos entre nosotros, y por otro lado, pensando qué hacer para evitar este recorte.

 

Estamos juntando firmas acá en el Centro Cultural “El Taller” de manera presencial, también estamos juntando firmas de manera virtual y pensando diferentes campañas de apoyo y de visibilización de lo que se hace en el programa.

 

Este viernes 23 de febrero, nos vamos a encontrar todos los trabajadores y trabajadoras del programa en una asamblea en la puerta del Ministerio de Cultura, a las 15 horas. Invitamos también a esta asamblea a que se sumen todos los vecinos y vecinas que hace años construyen junto a nosotros, a que se sumen, a estar, a mostrar que somos un montón de personas las que hacemos, disfrutamos, queremos y construimos todos los días este programa.

 

 

 

Cada uno de los centros culturales es una casa y cada grupo de coordinación, docentes, personal de maestranza y gente que se ocupa de las áreas administrativas somos una familia, nos conocemos hace muchos años y estamos muy activos en defensa de esto que creemos que es una forma de acceso fundamental a la cultura, a un conocimiento, a espacios de socialización.

 

Acá viene gente que descubre que le gusta una técnica, un oficio y luego se termina especializando en eso, niños que vienen al taller de chiquitos y después terminan siendo artistas, que van a una escuela de arte y se forman profesionalmente, o personas adultas de todas las edades, adultos mayores, personas que viven con discapacidad, que encuentran en este espacio un lugar para expresarse, para crear, desde un lugar de total apertura y con diferentes propuestas.

 

Nos parece que es fundamental que esto se revierta, que el Gobierno de la Ciudad revea esta situación y no solo recuperar estas horas que están intentando recortar del programa, sino que se sumen más talleres, porque año a año queda mucha gente de afuera, tenemos listas de espera. Creemos que el programa tiene que crecer y no achicarse.

 

 

 

 

¿Qué es para ustedes este lugar? ¿Cómo viven este momento?

Alicia: “Soy vecina, hace muchísimos años que vengo compartiendo este lugar que es bellísimo, y lo amo. Comencé con mi hijo, que tiene discapacidad, haciendo el taller de cerámica cuando era pequeño, en el 2004, 2005, no recuerdo bien, y después siguió con plástica.

 

Y yo comencé en el 2006 con telar y después seguí con pintura y canto hasta el momento, desde el año 2013. Hace un año que quedé viuda y mi esposo siempre venía a acompañarme, y tuve mucha contención acá con mis profesoras, me alentaron muchísimo para que no deje el taller todo este año y la verdad que para mí es una terapia y es una maravilla, porque acá estamos en familia y cuando están las exposiciones, es una maravilla todo lo que hay, en todos los talleres de: escultura, tallado en madera, técnicas mixtas, es una maravilla todo y me parece que hay que valorizar mucho la cultura, porque la gente mayor estamos esperando este espacio, después de haber trabajado tantos años, estamos esperando jubilarnos para tener este momento de diversión, de distracción.

Festejamos los cumpleaños, siempre traemos cositas para compartir, es una belleza, así que yo le pido a todos los del Gobierno que se fijen bien qué es lo que necesitamos nosotros. Yo no voy a ningún psicólogo, para mí esto es una terapia y es una maravilla. Así que, por favor, sigamos con todo esto, que no se pierda”.

 

 

 

 

Marisol: “Este momento lo vivo con bastante dramatismo, amargura, temor. Es difícil, muy difícil, porque yo acá curso el taller literario desde mediados del año 2014. Voy a cumplir diez años como alumna. Y el taller de cine, menos años, pero ya hace cuatro o cinco años. Para mí es una extensión de mi casa. Son espacios tremendamente contenedores. Uno está esperando que llegue el día de ese taller para encontrarte con esa profesora, con sus compañeros, no sé cómo explicarlo, es eso, es muy contenedor.

 

Soy jubilada, trabajé 35 años en el CONICET y me jubilé en el CONICET en el año 2017, hace 7 años que estoy jubilada,  eso a mí me permitió hacer aquellas cosas que me gustan. Este programa nos permite probar con algunas cosas que desconocíamos, pero queremos hacer algo, sentirnos útiles, sentir que no tenemos que bajar la cortina todavía de nuestras vidas, porque más allá del trabajo y de los hijos podemos hacer otras cosas, nos gusta hacer otras cosas, compartir otras cosas. Y cuando estás trabajando a veces no te permite el tiempo. Yo no me puedo quejar porque trabajé toda mi vida en lo que a mí me gustaba, pero aparte de eso también me gustaba escribir, por ejemplo, mirar cine y no tenía mucho tiempo para hacerlo. Ahora es realmente un disfrute.

 

Yo disfruto muchísimo y frente a tantas cosas que uno empieza a limitarse, tener que recortar también este cachito de felicidad, este pedacito de sentirnos bien. Queremos pelear por esto, nos lo ganamos. Lo defendimos durante muchos años porque desde hace 40 años que está este programa y no debe ser casualidad, atravesó montones de gobierno, por algo será que está. Así que quien deba hacerlo que recapacite y considere que a lo mejor lo que se pierde por un lado, se gana por otro, siempre es así.

 

Todo lo que expreso no es casualidad, eso es porque los profesores del centro son excelentes y son los que están perdiendo horas de trabajo y por lo tanto sueldo, nunca fueron muy bien pagos, pero ahora ya recortarles a ese nivel es como excesivo, hay que reconocer, porque aparte tienen más vocación que salario. Es así, entonces por favor reconozcamos el esfuerzo y el amor que pone cada uno de estos profesores”.

 

 

Escribe: Perla Natalia Castillo