El 5 de mayo, el Instituto de Zoonosis comunicó que no funcionará la atención clínica ni se harán castraciones por la pandemia. La medida generó repudio en las redes sociales ya que, aún en el DNU presidencial, se considera que la práctica veterinaria es una actividad esencial.
El argumento esgrimido por parte del Instituto para suspender la entrega de turnos hace referencia a las “medidas anunciadas por el Presidente de la Nación para minimizar los contagios por Covid-19” pero sin especificar algún decreto, resolución o normativa en concreto. Inclusive, la normativa dictada en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires por el Ministerio de Salud, la resolución nº 862/2021, en ningún momento se refiere a Institutos de Zoonosis, sino que enfatiza que el objeto de las limitaciones a las actividades que requieran internación es para aprovechar esos recursos para los enfermos y enfermas de Covid-19.
“En ese sentido, no podemos verificar que esta decisión para con el Instituto Luis Pasteur se encuadre en los motivos de dicha resolución toda vez que no se indica para que se utilizarían los recursos de sanidad e insumos médicos disponibles a partir de la suspensión de turnos”, expresó la legisladora Lucía Campora, quien presentó un pedido de informes al gobierno de la Ciudad para que informe cuánto tiempo durará la suspensión en la entrega de turnos y en qué normativa se fundamentó dicha suspensión “toda vez que la resolución nº 862/2021 del Ministerio de Salud, permite en su artículo 2, a los directores de Hospitales públicos a continuar con aquellas funciones esenciales como puede ser la atención clínica, y a suspender únicamente aquellas actividades programadas de internación y ambulatorias, con el fin de reservar recursos para los casos de Covid, y considerando que el Instituto Luis Pasteur está enfocado en el tratamiento de animales no humanos y no de personas humanas”.
El Instituto Luis Pasteur, ubicado en el barrio de Caballito, es el único centro de zoonosis que poseen no solo los vecinos y vecinas de dicho barrio, sino también de los barrios aledaños en la Ciudad. “El incumplimiento por parte del Estado de la ley nº 4351, la cual exige que exista al menos un Centro de Atención Veterinaria por Comuna, nos lleva a esta compleja situación en la cual los lugares de zoonosis del sector público para recurrir en pos de castraciones son muy limitados”, asegura Cámpora.
“Asimismo –expresa la legisladora en el proyecto- la castración y la salud veterinaria no se agota en el animal y/o en la familia que lo posee o cuida, sino que además es una política que debe impulsar el Estado en pos de garantizar la salud general de la población, para prevenir la extensión de enfermedades como la rabia y otras zoonosis”.
Por ello, solicita se indique claramente la razonabilidad de la medida adoptada, en base a la utilidad de suspender los turnos y que se especifique qué recursos útiles para enfrentar la pandemia del COVID 19 se obtendrán de esta suspensión y a que se destinarán.