Un recorrido por clubes y organizaciones barriales que ponen el cuerpo en este contexto de emergencia sanitaria y económica
Texto: Juan Guardia
Imagen: Ignacio Soneira (Artista Visual, Muralista, Filosofo y Docente de la Comuna 9)
Esta nota de Nadie nos invitó, este pedacito de papel tan virtual como esta época ,
es para los y las que se están bancando la cuarentena,
es para vos que cuidas a ese adulto mayor,
es para los que salen a laburar y toman todos los recaudos,
es para los que están haciendo bolsones y ollas populares,
porque la indiferencia es el peor enemigo
y porque saben que la desigualdad es el peor de los males.
Es para el que esta precarizado y no sabe cómo hacer para bancar la olla en casa y le está poniendo lo que no tiene y un poquito más también,
Es para vos que no te podes lavar las manos porque te dejaron sin agua, y dejaste la vida escupiendo verdades,
es también para los que no dejan que la angustie les gane….
es para vos que tenes miedo pero sabes que tenes que estar ahí:
en esa salita que está cada día más fría,
es para vos que te llamaron el día del trabajador para avisarte que te recortaban el %50 del salario,
es para vos que tenes que afrontar ese tratamiento de mierda sola en medio de esta pandemia,
es para vos que bancaste a tu viejo en la clínica,
es para vos que te enteraste que ese amor no era para vos,
es para vos que no pudiste despedirte de tu abuela,
es para vos que el recuerdo de tu viejo te invade y querés salir corriendo a abrazar a tus tantos hermanes.
Esta palabras son para vos, que no querés olvidarte de tocar aunque sea 10 minutos la guitarra porque te salva en medio de esta locura y de tanta guardia y de tanto paciente….
Esta nota es para vos que en medio de esta peste llegaste al mundo,
este descargo es para tu mamá y tu papá que quieren sacarte a que conozcas los árboles.
Esta catarsis es para vos que los grandes creen que no entendés, y claro que entendés
si “afueda está el codonavidus y pod eso no se puede salir”.
este escrito desordenado, este escrito tan de alguien que nadie lo invito está dedicado a todos los que ponen el corazón por encima de la cabeza, porque los números no cierran pero el corazón aguanta…
A todos, todas, todes, los las y les que nos quedamos en casa, que aun teniendo que salir tomamos todos los recaudos… no porque hagamos caso, no porque seamos obedientes y no porque tengamos miedo: lo hacemos desde la comprensión de que nadie se salva solo, sola….
Y a la emergencia sanitaria, le llego la emergencia económica, desnudando y agudizando los problemas estructurales de desigualdad que ya teníamos y creando tanta problemática novedosa, y el hambre también se alojó en la comuna 10: ahí donde también vive mucha gente que tiene la convicción de que siempre se puede hacer algo distinto para que de una vez y para siempre “los culpables de todo no sean siempre los mismos,” como dice la mama de MACHUCA en esa película chilena de Andrés Wood y cierra con “ me pregunto cuando se van a atrever a hacer algo distinto”
Y los y las que se animaron a hacer algo distinto en nuestra comuna 10, entre otrxs, son el Club All Boys, el club Vélez Sarsfield, el club Alvear, la Asociación Barrio adentro, la agrupación la Isidora y por otro lado pero del mismo lado: Acción PSC y Ser con vos que trabajan con gente en situación de calle. Con ellxs estuvimos hablando y acá les dejamos algunas de sus palabras que nos invitan a pensar este presente.
Empezamos con Maru que nos cuenta cómo va esta experiencia en el club Vélez Sarsfield: “la campaña solidaria del club es para ayudar a las familias del club, a vecinos del barrio y a distintos comedores que siempre ayudamos” “las donaciones se pueden dejar en la sede del club, en los locales adheridos o aportar por mercado pago” “lo esencial es ayudara todas estar personas y uno no quiere dejar de hacerlo”
Yanina Gramajo, que es personal de salud, y que después de estar de guardia en el Hospital Santojanni, nos cuenta sobre su espacio de militancia y de cómo cree que se sale de este contexto de pandemia…. “formo parte de una agrupación nueva de militancia barrial lleva el nombre de La Isidora, para el año en curso teníamos un montón de ideas, actividades programadas que iban en consonancia con un compromiso cultural y social muy arraigado al feminismo como bandera de la igualdad, a la memoria, verdad y justicia, entre otras ideas que sostenemos, creemos, apostamos, que tienen que ver con un entramado social más amigable, igualitario, más transitable del que veníamos transitando en los últimos cuatro años. La pandemia con su emergencia sanitaria y su consecuente emergencia económica, social y cultural nos encontró una vez más pensando en el otre, por lo que decidimos desde nuestros lugares, redes y posibilidades empezar a tejer una ayuda para aquelles que se encuentran en un situación de vulnerabilidad, es una mano, un alivio… empezamos por olla popular y seguimos con armado de bolsones, avitividad que seguimos sosteniendo: porque apostamos a una salida colectiva y no individual, porque no solo nadie se salva solo si no que en esta situación salimos todes juntes».
No es caridad, es solidaridad en un contexto de emergencia, es la cultura de la empatía, es el estar donde se necesita, como están haciendo en el el ESEA Rogelio Yrurtia… que donde el estado no llega siempre es fundamental que la gente se organice, para atender lo urgente pero no olvidar lo importante.
Mariano Fernández, integrante de la comunidad educativa: “la comunidad, con la cooperadora, en fin las familias y los docentes estamos entregando a las familias más perjudicadas de nuestra comunidad refuerzos alimentarios verduras, alimentos y productos de higiene. Esto lo tuvimos que hacer debido a lo escasas que son las canastas alimentarias que está entregando el gobierno de la ciudad, ya que son altamente insuficientes. En la situación que estamos atravesando en este momento se hace muy difícil para las familias alimentarse y alimentar como corresponde a sus pibes y pibas en edad de crecimiento. Por eso realizamos esta acción que estamos replicando en cada entrega de bolsón ya que día a día, semana a semana se va agravando la situación de las familias tanto la cuestión alimentaria como la cuestión laboral y nos vemos obligados a seguir para adelante con esta acción pero también seguimos hacia adelante con la discusión para tratar que el gobierno de la ciudad abra un poco los ojos y realmente y sustancialmente mejore las canastas nutritivas para que esto no caiga en las espaldas de familias, docentes, cooperadoras, en fin de cada comunidad educativa, EL GOBIERNO DE LA CIUDAD DEBERÍA GARANTIZAR LA ALIMENTACIÓN DE NUESTROS ALUMNOS Y ALUMNAS Y NO QUEDAR EN LA RESPONSABILIDAD DE LAS COMUNIDADES”
Desde “Barrio adentro” nos hablaron de la importancia de los vínculos humanos, de la empatía y el amor: “La asociación civil barrio adentro es un espacio de participación comunitaria pero mas específicamente de participación barrial, es decir que a lo que apunta barrio adentro es a partir de un fuerte apoyo y un fuerte construcción en lo social apuntar a disminuir ciertas desigualdades que se dan en todo el país por supuesto, pero también en cada barrio tanto en el plano económico como en el social y el cultural. Esas desiguales intentamos disminuirlas a través del contacto de vecinos y vecinas, es decir empezar a tejer redes donde nos conozcamos, donde sepamos quien es el otro, donde encontremos otras formas de vincularnos: En este contexto en específico lo que estamos haciendo es juntar donaciones y repartirlas a aquellas familias o personas que sabemos que están necesitando que le demos una mano en este contexto de aislamiento social preventivo y obligatorio. Que hace que la mayoría no pueda ir a laburar. Juntamos alimentos no perecederos, también leche, productos de limpieza tan fundamentales en estos momentos para combatir el virus, y sobre todas las cosas repelentes de mosquitos ya que somos una de las comunas con mayor caso de Dengue, (el mosquito no distingue clase social pero el repelente es muy caro) estas donaciones las repartimos en bolsones a las familias. Lo que tratamos de hacer es no simplemente entregar el bolsón y te vas, si no poder construir un vínculo, conocernos y empezar a tejer redes que impliquen otra forma de vincularnos, y ello implica que haya sobre todas las cosas: amor, solidaridad y empatía”.
Para cerrar desde “Ser con Vos” nos cuentan como visibilizan, dan entidad y construyen sujetos a los más postergados, la gente en situación de calle. Claudia Zavala: «Ser con vos es un grupo de personas que visitan a nuestros vecinos en situación de calle en la comuna 9 y 10, les llevamos un vianda, un postre, agua o jugo y artículos de higiene personal. Los ayudamos con algún tramite y tratamos de cubrir las necesidades del momento que van surgiendo: por ejemple en este momento es imperioso juntar mantas, frazadas, zapatillas y medias. E¿lo que hacemos en las recorridas nocturnas es crear un vínculo y de esa manera romper la invisibilidad que existe ya no es más, “el que está abajo de la autopista” si no que “es Carlos” tiene un nombre, una idea, gustos…. Charlamos con ellos. Con la cuarentena obviamente no hay contacto físico; no hay abrazos, no hay apretón de manos, no hay besos, pero si hay oídos y una mirada para intercambiar y que sigan sintiendo que están acompañados”
Queríamos dedicarle esta nota a todxs ellxs a todxs lo que entienden que nadie se salva solx! A los demás no les voy a dedicar ni un segundo. Basta de darle cámara a lxs odiadiores, hay que tener mucho cuidado con sembrar odio; generalmente se cosecha muerte… en este preciso instante hay fosas comunes en muchos países…. Por eso es necesario estar más unidxs que nunca, dejar atrás las diferencias y las mezquindades…
Cerramos con una poesía de un gran amigo y de un gran escritor Javier Frigoni Banchero.
Los olvidados
Corazones con techo de chapa.
Van hirviendo la sangre
ante el primer calor
de la mañana.
Corazones con techo de chapa.
Levantaran las voces
ante el primer balbuceo
de una gota.
¿Quién los escuchará llorar
cuando la lluvia acumule gritos en las canaletas?
¿Quién destapará esas orejas
tapadas con palabras amarillas?
¿Qué quedará de ellos
cuando pare la lluvia, cuando el suave sol,
cuando una viejecita gota asome
como una abuela
y caiga en una olla oxidada
para recordar la vehemencia de aquel cielo.