La dirección del colegio primario decidió suspender las actividades debido al fuerte olor que emana de caños rotos de las cloacas y por la presencia de ratas. El lunes volverían las clases pero madres y padres de la escuela denuncian que desde 2015 vienen exigiendo mejorar la crítica situación edilicia y son ignorados por el gobierno porteño.
Este año, la escuela Alejandro Aguado cumple 100 años pero, lejos de festejar, la preocupación actual es ver cómo mantenerse en pie. Este jueves, las autoridades del colegio decidieron suspender las clases debido a que el olor que emanaban caños rotos de las cloacas imposibilitaba el dictado normal de clases. Para peor, a este problema se le sumó la aparición de ratas.
“En la escuela pública las paredes hablan”, escribe en su Facebook Perla, madre de una alumna de la escuela Nº 2 de Monte Castro, y la frase es triste y acertada. Basta con ver las fotos de cañerías rotas, de ratas y de paredes húmedas para darse una idea concreta del grave estado en el que se encuentra esta escuela de Monte Castro que supo ser ícono del barrio.
“Toda la escuela, incluido el natatorio, tiene problemas de cañería. Todas viejas, y que con suerte cada tanto se emparchan”, denuncia Perla. “Desde el 2015 que la dirección de la escuela y la del natatorio, respectivamente, elevan notas a infraestructura para que se acerque a reparar la pérdida de un caño que está pegado a una caja de luz. El olor a cloaca que despide es tremendo y se percibe en gran parte de la escuela, lo cual es un peligro ante un desperfecto electrónico, así como también un caldo de cultivo de dengue, entre otras enfermedades”.
Según indicaron otros padres del colegio, las clases volverían el próximo lunes 23 pero desconfían que en tan corto tiempo puedan resolverse los graves problemas edilicios del colegio. “Exigimos al gobierno de la ciudad que gestione con rapidez el arreglo de las cañerías que ponen en peligro la integridad de las y los alumnos de la comunidad, ya sea por problema dentro de la escuela, como dentro del natatorio que forma parte de la misma institución”, aseguran los padres.
Una escuela centenaria que echó raíces en el barrio
Desde su inauguración, en marzo de 1918, la Escuela N°2 DE 18 acompañó el crecimiento de Monte Castro y es un símbolo del barrio.
En su fundación, el colegio fue construido en el interior del casco de una estancia llamada La Susana, ubicado en Álvarez Jonte 4950, donde se encontraba un ombú bajo el cual San Martín fue despedido por miembros de la Asamblea del año XIII cuando fue a hacerse cargo del ejército del Norte.
Con el tiempo, ante el exceso de alumnos y la precariedad de las paredes, se decidió reemplazar el viejo caserón por otro edificio en Álvarez Jonte 5075. Finalmente, en 1957, la trasladan al edificio actual, ubicado en Cervantes al 1900 y pasa a formar parte del Consejo Escolar N° 18. Un año más tarde fue impuesto el nombre de “Alejandro Aguado” honrando así al amigo y benefactor del General Don José de San Martin en el exilio.
Desde su origen, la escuela tuvo lazos estrechos con la comunidad de Monte Castro. Tal es así que en 1990 se inauguró el natatorio que fue construido en su totalidad con los aportes de alumnos y ex alumnos. Ahora, nuevamente, es la comunidad educativa quien busca mantenerla en pie.
