Un año para derretirse: en 2017 la Ciudad batió el récord de calor

Un año para derretirse: en 2017 la Ciudad batió el récord de calor

diciembre 29, 2017

Según el Servicio Meteorológico Nacional, el 2017, con una temperatura promedio de 18.7º, es el año más caluroso desde que se tienen registros.

 

La ciencia confirmó lo que todos los porteños ya suponían: vivimos en una Ciudad que se asemeja, cada día más, a un inmenso horno.

Mientras las temperaturas hasta fin de año prometen seguir aumentando, el Servicio Meteorológico Nacional ya afirma que este 2017 fue el año más caluroso en la historia de la Ciudad de Buenos Aires, al menos desde que 1906, primer año del que se tienen registros climáticos.

Las temperatura promedio de este año, que oscilará entre 18,7º y 18,8º dependiendo los que suceda desde hoy hasta el domingo, ya destronó a la de 2015, cuando se registró una temperatura de 18.6°C.  «La tendencia marca que desde 1906, esta variable va en progresivo aumento y se ve más pronunciada en los últimos 20 años», aseguró el SMN.

La Ciudad de Buenos Aires frente al Cambio Climático

Pese a que desde 2015 la Ciudad cuenta con una Plan de Acción frente al Cambio Climático  donde se establecieron el conjunto de estrategias, medidas, políticas, e instrumentos desarrollados para dar cumplimiento al objeto de la ley 3871, muchos especialistas advierten que las medidas adoptadas no son las necesarias.

En mayo de este año, el diputado (MC) y por entonces presidente de la Comisión Especial de Cambio Climático de la Legislatura Porteña, Adrián Camps, organizó un charla en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires donde abordó esta problemática junto al Jefe del Departamento de Prevención y Control de Zoonosis del Inst. Pasteur, Dr. José Luis Molina, y al abogado ambientalista Enrique Viale.

 

Allí, Camps aseguró que «los expertos internacionales establecen que hacia fines de siglo la temperatura va a subir unos tres grados; y si Estados Unidos revierte la política de Obama, la proyección aumenta. Por eso, Buenos Aires debe prepararse para un escenario con esas características, lo cual no es fácil ya que estamos casi a nivel del mar. Esos 3 grados significan precipitaciones desmesuradas, como las que tuvimos en 2013 o las ocurridas hace poco en Comodoro Rivadavia. Este tipo de tormentas se van a hacer más frecuente y la Ciudad va a pasar a un clima tropical”.

 

“En consecuencia, debemos cuidar cada metro de espacio verde absorbente como si fuera oro y preservar la corriente de aire que ingresa desde el Río de la Plata. Proyectos como los que se plantean para los terrenos de  Catalinas Norte, la Isla de Marchi y la ex Ciudad Deportiva Boca Jr. van en sentido contrario, ya que serán una barrera de cemento entre la Ciudad y el río. El Plan Urbano Ambiental porteño del año 2008 habla de impedir que proliferen las construcciones sobre la costa del Río de la Plata, pero claramente no se cumple; prevalecen los intereses económicos. Lamentablemente, estamos actuando a contramano de cualquier de plan adaptación al cambio climático”, advirtió el legislador.