BAUEN: «Lo que parecía una locura hoy lleva trece años de gestión»

BAUEN: «Lo que parecía una locura hoy lleva trece años de gestión»

febrero 24, 2016

A punto de celebrar un nuevo aniversario, Federico Tonarelli, presidente de la cooperativa que maneja el emblemático hotel de la Ciudad de Buenos Aires, analizó el recorrido que tuvieron que realizar y los desafíos a futuro: “todavía no está resuelta la situación jurídica y política”, advierte.

 

 

Al Bauen, los sitios de turismo lo definen así: “Este hotel informal, en un edificio elegante, está situado en una calle transitada entre tiendas y restaurantes, a 2 km de la emblemática Casa Rosada, sede del poder ejecutivo, y a 14 minutos a pie de la Ópera del Teatro Colón del siglo XIX”.

La pregunta es, ¿Cómo llegó un hotel de estas características a estar en manos de una cooperativa de trabajadores? Ese misterio, que por suerte en pocos días cumplirá trece años, trataremos de dilucidarlo con el presidente de la cooperativa, Federico Tonarelli.

“El hotel es una radiografía de la historia argentina, desde la dictadura hasta acá” asegura Federico. “Fue construido con fondos públicos y los dueños tomaron un préstamo. Los préstamos que derivaron en hipotecas no fueron saldados, y ahí empieza un litigio que todavía no terminó”.

Y luego llegó el 2001. El hotel cerró en plena crisis y los 120 trabajadores que había en ese entonces se hicieron cargo de mantener en pie a este gigante. “Los trabajadores en lugar de irse a su casa, rápidamente dijeron ´armemos la cooperativa y continuemos´. Por lo que los trabajadores cuando la empresa cierra, lo primero que consideran es armar una cooperativa. A partir de entonces nos dedicamos a cuidar el trabajo y así logramos recuperarlo a la autogestión de los trabajadores”, cuenta Federico.

Para él, la clave de esta experiencia cooperativa está en mantener las cuentas claras y la democracia interna. “La mejor manera de garantizar el éxito es que todos estén al tanto de las cosas y manejen diferentes herramientas”.

Pese a esta enorme experiencia que comendan hace 13 años los trabajadores, el futuro sigue siendo incierto. “Todavía no está resuelta la situación jurídica y política del hotel”, advierte Tonarelli.

La pelea es para que el Congreso vote la Ley de expropiación, que ya tiene media sanción en Diputados. “La media sanción del Senado cerraría un proceso donde el edificio sería propiedad del Estado Nacional, y esto no es por un capricho nuestro. Lo reclamamos porque si los préstamos fueron dados por entes nacionales estamos hablando de que el hotel es del Estado Nacional. De hecho actualmente la deuda está en manos del Banco Nación”, explica Federico, quien supone que antes de fin de año la Cámara Alta se expedirá sobre el proyecto.

De todos modos, Tonarelli conoce muy bien al PRO, quien gobierna la Ciudad desde hace ocho años, y sabe que, con el macrismo en el gobierno nacional, siempre hay posibilidades de veto. “El PRO siempre estuvo a favor de las viejas patronales y, además, podría haber intereses inmobiliarios en torno al edificio por su alta cotización”, advierte.

Mientras sigue la incertidumbre en el Congreso, sigue el trabajo, la organización y la lucha de la cooperativa por seguir en pie y mejorando. “El Bauen fue el movimiento social más perdurable desde la crisis del 2001, donde se promovió la auto gestión para mantener los puestos de trabajo, y eso llama mucho la atención”, analiza Federico. Tal vez ahí resida la clave de su vigencia y de la admiración de tantos trabajadores en la Ciudad y en el mundo entero.