El lunes 19 de agosto, la escuela N°4 D.E.18 “Casimiro A. Maciel”, ubicada en la calle Marcos Paz 1732, reabrió sus puertas con un edificio renovado después del derrumbe de los techos en el mes de abril de este año
El lunes 16 de abril de este año, la comunidad educativa se encontró con la escuela en condiciones inhabitables, ya que la bovedilla de los techos de las aulas se había caído durante el fin de semana.
“Nosotros llegamos el 16 de abril, estaba el techo caído y ahí empezó todo, empezó toda la revolución. Esto pasó un fin de semana, así que por suerte no le pasó nada con nadie, pero nos encontramos con eso cuando llegamos del fin de semana”, Natalia Díaz, directora de la escuela.
Esta situación que trajo malestar tanto a las familias como al cuerpo docente, pasó por varias instancias de conflictos, desde la imposibilidad de continuar con las clases en medio de una obra, hasta encontrar un lugar transitorio donde poder continuar con el ciclo lectivo.
Nadie nos invitó estuvo en la escuela, en diálogo con la conducción y la supervisión del Distrito 18.
“Pensamos que la escuela iba a estar en obra todo el año, pero la verdad que se hizo rapidísimo, quedó muy lindo. Vinieron las familias, los niños están contentos, es otra escuela, tiene otra luz. Es luminosa, pero aparte pintaron por completo, los baños, las aulas, el patio, el patio exterior, el patio interior y el hall”, comentó a este medio la conducción.
Después de estar dos meses y medio en obra, el local educativo reabrió sus puertas a la comunidad del lunes 19 de agosto.
Durante los meses que la escuela estuvo cerrada, la comunidad de la Maciel fue hospedada por la escuela N°11 D.E. 18 “República del Perú” y la escuela N°15 D.E. 18 “Manuel Peña” y tanto la conducción de la escuela N°4, como las familias, hoy no tienen más que gratitud para ambas instituciones.
“Ahora que la infraestructura ayuda, vamos a poner en marcha nuevos proyectos para seguir trabajando más y mejor en la escuela. La idea es llevar adelante el proyecto de una nueva salita, un nuevo espacio pedagógico pensado para el bienestar emocional. Todavía tenemos que armarlo. Vamos a ir despacito para ir pensando qué vamos a hacer con ese espacio. Y pensar qué se va a poner para que ayude a todos los chicos a estar bien emocionalmente”, comentó María Fernanda Fiore, Supervisora del Distrito Escolar N°18.
El espacio emocional es un proyecto para todas las escuelas a nivel ciudad, y está pensando para trabajar con el bienestar socioemocional.
“Todos necesitamos estar bien emocionalmente para poder aprender y para poder enseñar. Pensamos en un espacio para que los chicos lo tengan como un recurso cuando no tienen un buen día, o están nerviosos, o tristes por algún motivo. La idea es que cuenten con un espacio acondicionado para poder trabajar las emociones junto a los docentes, con recursos lúdicos y pedagógicos, para que ellos aprendan a controlar sus emociones, ese es el objetivo.”, concluyó la supervisora.