Con una historia que data de fines del 1800, el Corralón de Floresta mantiene numerosas actividades artísticas para la comunidad del barrio y zonas aledañas. Sin embargo, desde la Legislatura porteña manifiestan desconocer aspectos básicos de su funcionamiento y seguridad.
“El Corralón de Floresta”, ubicado en la calle Gaona 4660 de la Ciudad de Buenos Aires, es hoy un centro artístico donde se desarrollan diversas actividades culturales, tales como talleres de murga, serigrafía, teatro y otras. También allí funciona un laboratorio de Arqueología Urbana dependiente de la Universidad de Buenos Aires.
A partir de un proceso iniciado en el año 2005, cuando los vecinos del barrio logran que la empresa que en ese momento figuraba como propietaria abandone el lugar, diferentes grupos culturales comenzaron a utilizar el predio para realizar sus actividades.A su vez, en ese momento exigían que el Gobierno desarrolle junto a ellos el proyecto de la plaza que había estado presente desde hacía 100 años.
En la manzana del Corralón, ubicada en Gaona y Morón, entre Sanabria y Gualeguaychú, los vecinos lograron la construcción de la Escuela Secundaria n°18. También emplazaron un monumento denominado “Los Chicos de Floresta – Sucesos 2001”,en homenaje a Maximiliano Tasca, Cristian Gómez y Adrián Matassa, asesinados el 29 de diciembre de 2001 a manos del policía Juan De Dios Velaztiqui.
Sin embargo, este predio que funciona como centro neurálgico de las actividades culturales del barrio parece no estar dentro del registro del Poder Ejecutivo, ni del Legislativo local. Esto quedó de manifiesto por un pedido de información presentado en el Legislatura porteña por el que se propone indagar en quiénes son los responsables de controlar y mantener el lugar.
HernanRossi integrantedel bloque SUMA+, presentó un proyecto de Resolución para que el Ejecutivo informe, a través de los organismos correspondientes, sobre diversos puntos tales como qué dependencia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene a su cargo el predio; cuál es el cronograma, si existiere, de limpieza y desratización del mismo; y si las agrupaciones artísticas y culturales que funcionan en el lugar poseen los permisos correspondientes.
A su vez, el legislador exige al Jefe de Gobierno que informe, dentro de 30 días, si los edificios donde se desarrollan las actividades poseen puertas antipánico, matafuegos y todos los elementos de seguridad que establece la normativa vigente que regula las mismas.
Asimismo, se consulta si el Ejecutivo constató el estado en que se encuentran las construcciones dentro del predio, dado que las mismas han sufrido incendios parciales, y si se tomaron las medidas de seguridad atinentes; si existe algún proyecto para la puesta en valor y utilización del predio; y si se están tomando medidas de seguridad para que el Corralón no sea intrusado.
Si bien son numerosas las inquietudes del legislador Rossi, no manifiesta los objetivos de la consulta. Si su intención es contar con mayores niveles de información para apoyar las actividades que allí se realizan, proponiendo un marco regulatorio, o si tiene intenciones de que se concrete el ideario inicial de construir una plaza en el lugar. Este es un proyecto data del año 1879, cuando el chacarero Leopoldo Rígolidonó la manzana de la calle Gaona para que allí se haga una plaza.Luego de la muerte de Rígolien el año 1911, sus herederos le exigieron a la intendencia que haga la plaza o les compre el terreno, finalmente el Estado concretó la compra.
