La jueza Danas ordenó la suspensión del tratamiento legislativo del proyecto de ley por no haberse realizado la Audiencia pública correspondiente. El amparo fue realizado por el Consejo Consultivo de la Comuna 6, quien desde el 2008 rechaza el proyecto debido a las graves consecuencias sociales, ambientales y económicas que se generarían. La empresa inmobiliaria quiere construir un centro comercial de 10 pisos pegado a la cancha del Club Ferrocarril Oeste.
La justicia suspendió el tratamiento legislativo del proyecto de ley que busca construir un shopping de casi 10 pisos en pleno Caballito. Pese a que el proyecto es de un privado, la iniciativa fe presentada en la Legislatura por el propio jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta.
El proyecto no es ninguna novedad: es la quinta vez que el gobierno intenta que los diputados porteños lo aprueben en el recinto. Sin embargo, en cada ocasión, el firme rechazo de los vecinos y comerciantes del barrio repercute en los legisladores de la oposición que terminan oponiéndose al proyecto.
En esta oportunidad el proyecto fue frenado gracias a un Amparo presentado por el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), la Asociación por la Justicia Ambiental (AJAM) e integrantes del Consejo Consultivo de la Comuna Nº 6 debido a la ausencia de una Audiencia Pública que permita evaluar el proyecto del nuevo shopping en forma previa a su tratamiento en la Legislatura porteña.
La Audiencia Pública es obligatoria en virtud del art. 63 de la Constitución de la Ciudad y la Legislatura no debería avanzar en el tratamiento de dicho Proyecto hasta que ésta se realice. Por ello, la jueza Andrea Danas ordenó la suspensión del tratamiento legislativo del proyecto de ley.
“Esta norma es un mandato directo para el Poder Ejecutivo. El proyecto de ley 2982-J-2016 contiene normas de planeamiento urbano y de emplazamiento comerciales. Por lo tanto, debió convocarse obligatoriamente a Audiencia Pública en forma previa al tratamiento Legislativo, es decir, antes de su remisión a la Legislatura”, aseguran los amparistas.
Dos malas para IRSA
Además de este revés que sufrió el proyecto del megashopping en Caballito, esta semana la empresa inmobiliaria que controla Eduardo Elzstain recibió otra mala noticia proveniente de la Legislatura. Solares de Santa María, el proyecto que busca la urbanización de 70 hectáreas para crear un Puerto Madero 2 en la Costanera Sur, fue reservado en secretaría en la sesión por no contar con ningún voto de la oposición. Con lo cual, IRSA no pudo lograr que la Legislatura porteña autorizara sus dos proyectos de mayor envergadura en la ciudad.
El Parque Caballito, la contrapropuesta de los vecinos
Frente a la persistencia de IRSA en sostener el proyecto del shopping, los vecinos del barrio nucleados en el Encuentro en Defensa del Espacio Público, elaborar una contrapropuesta denominada Proyecto Participativo Parque Caballito, en el que plantean que los 175.000m2 que abarca la ex-playa de maniobras adyacentes a la estación de trenes se transforme en un gran espacio para actividades culturales, deportivas y de recreación que permita la integración futura de las plazas vecinas Giordano Bruno, del Caballito y Dr. René Favaloro.
El parque es un proyecto participativo que comenzó a elaborase en el año 2012 por el Encuentro en Defensa del Espacio Público, con el Arq. Rubén Kavanagh y aporte de los socios de Ferro, la Parroquia del Buen Pastor, los trabajadores del Ferrocarril, las familias ferroviarias y la Cámara de Comercio de Caballito, la cátedra de Proyecto Social de la FADU-UBA, CTA, entre muchos.
“El parque promete rescatar el valor patrimonial, revertir la falta de espacios verdes, la escases de espacios en las escuelas para desarrollas deportes (pista de atletismo, canchas), resolver los problemas de conectividad norte-sur-norte, aumentar el terreno absorbente y recrear la vegetación nativa” resaltan sus impulsores.
Martín Iommi, integrante del Encuentro en Defensa del Espacio Público, aseguró a Nadie Nos Invitó que pese al poder que IRSA tiene, esta herramienta de contraprupuesta, puede hacer que los vecinos puedan imponer su voluntad frente al gigante inmobiliario.