El jefe de Gobierno realizará uno de sus tradicionales encuentros de cercanía con los vecinos del barrio. La visita se da en medio de la controversia generada por la puesta en marcha de las obras viales para transformar 47 manzanas de Villa Real en la primera Zona Calma de la Ciudad, iniciativa muy resistida por la mayoría de los vecinos.
Esta obra, que se desarrollará en 47 manzanas comprendidas entre las calles Ramón Lista, Nogoyá, Juan E. Martínez e Irigoyen, en principio se reducirá la velocidad máxima a 30 km/h en 12 calles (que actualmente tiene una máxima de 40 km/h), y una velocidad máxima de 20 km/h en los ingresos de 3 escuelas.
En esta zona de Villa Real, según la información proporcionada por el gobierno porteño, se registraron velocidades de 63 km/h y un promedio de 56 siniestros entre el año 2011 y 2015. “Por esta razón, es que se decidió implementar un área de velocidad máxima de 30 km/h”, aseguran.
Además de reducir la velocidad máxima, en esta área se incluirán 10 alertas de acceso a través de demarcación horizontal y vertical, se construirán 15 chicanas reductoras, se ampliará 0,8 km la red de ciclovías en la zona, y se implementarán intervenciones peatonales en 6 pasajes.
También se prevé ampliar 1400 mt2 de espacios verdes e intervenir los entornos de tres escuelas a partir de la incorporación de nuevas sendas peatonales, señalización vertical y reductores de velocidad que permitirán a los conductores identificar mejor estos espacios para circular con mayor precaución. A su vez, se incluirán más de 400 mt2 de nuevo espacio peatonal.
Los vecinos, reunidos espontáneamente y a través del Consejo Consultivo Comunal, aseguran que el proyecto así como está, el proyecto no sólo no resolverá los problemas de tránsito de la zona sino que los empeorará.
En principio, aseguran que la ciclovía que está prevista sobre la calle Víctor Hugo no une puntos estratégicos de la Ciudad como estaciones de trenes o subtes, con lo cual terminará obstaculizando el estacionamiento de los automóviles justo en el año que, luego de mucho reclamar, los vecinos de Villa Real consiguieron el libre estacionamiento del lado izquierdo.
A su vez se quitarán las dársenas para los micros escolares, entorpeciendo el ascenso y descenso de los alumnos y obstruyendo la libre circulación. El problema, aseguran, es que los enormes canteros que colocarán en las esquinas entorpecerán el tránsito ya que no permiten el paso de los micros escolares, de los camiones de basura y, peor aún, de los camiones de bomberos. Tampoco facilita el ingreso de los camiones a las fábricas de la zona.
Por tal motivo, al amparo que están elaborando los vecinos y que presentarán junto al legislador Gustavo Vera se unió el Sindicato de Camioneros conducido por Pablo Moyano.
“Ellos quieren hacer esta obra a toda costa, cuando está mal diseñada”, advierte Sandra, paisajista de profesión a Nadie Nos Invitó. “Agarraron el proyecto de Holanda y de Estados Unidos, con jardines enormes, y tal como la sacaron del plano la quieren meter acá en el barrio”.
Un Barrio Piloto