Fundada en 1940 y con más de 8.000 volúmenes a disposición del barrio, la única biblioteca pública de la Comuna 10, ubicada en Cesar Díaz 4219, permanece cerrada desde la pandemia. El Gobierno porteño asegura que la biblioteca es parte de un del plan de reacondicionamiento que se está realizando en la red de Bibliotecas de la Ciudad y abrirá antes que finalice 2022 pero, a casi 900 días de su cierre, no hay precisiones sobre la obra a realizar y el inmueble se encuentra en claro estado de abandono. Vecinos, ex talleristas y organizaciones barriales realizaron un abrazo simbólico para exigir su reapertura.
Escriben: Perla Natalia Castillo y Alejandro Volkind
El jueves 25 de agosto, vecinos, ex talleristas y organizaciones realizaron un abrazo simbólico a la Biblioteca Hilario Ascasubi, ubicada en la esquina de las calles César Díaz y Pasaje Ascasubi, que ya lleva casi 900 días cerrada.
Imagen. Así se encuentra actualmente la Biblioteca Hilario Ascasubi
En enero de este año, consultados por Nadie nos Invitó, funcionarios del Ministerio de Cultura de la Ciudad explicaron que el establecimiento se encuentra cerrado desde el 16 de marzo de 2020 ante la emergencia sanitaria a causa de la pandemia por el Covid19, que al comienzo de ese período se produjeron filtraciones que deterioraron varios sectores de la misma y que, dada esas condiciones, la biblioteca se cerró por representar un riesgo para visitantes y personal.
“Por ello –aseguraban en enero de 2022– actualmente se llevan a cabo los relevamientos correspondientes para detectar adecuadamente el origen del daño y determinar las tareas y arreglos a realizar según las particularidades y necesidades del caso”.
Sin embargo, desde comienzos de año nunca se vio gente trabajando ni se notaron mejoras, sólo se sacó toda cartelería que daba cuenta que era una biblioteca pública.
Imagen. Así luce actualmente la biblioteca. En claro estado de deterioro y sin cartel de obra.
Ante esta inactividad, desde Nadie nos Invitó realizamos un nuevo pedido de información pública en agosto.
La respuesta estuvo nuevamente a cargo de Carla Artunduaga, directora de Bibliotecas y Promoción de la Lectura de la Ciudad, quien aseguró que la Biblioteca “es parte de un del plan de reacondicionamiento que se está realizando en la red de Bibliotecas de la Ciudad, que “actualmente está en proceso de relevamiento técnico a fin de la reapertura de la Biblioteca durante el corriente año, por lo que no se han realizado obras hasta el momento”, y que “abrirá antes que finalice 2022”.
Resulta llamativo que, pese a que en Enero se aseguraba que ya se estaban llevando adelante los estudios previos a la obra, tras ocho meses no se haya podido avanzar, ni siquiera, con el relevamiento técnico.
Imagen. Repuesta de la Dirección General de Bibliotecas y Promoción de la Lectura de la Ciudad.
En este contexto de incertidumbre y nulo avance de la supuesta refacción, el jueves 25 de agosto, vecinos, ex talleristas y organizaciones realizaron un abrazo simbólico a la Biblioteca.
Mientras se pintaba un cartel pidiendo la reapertura del espacio, lxs vecinxs comenzaron a contar situaciones que fueron viviendo desde que este espacio cerró sus puertas. “Lo de las filtraciones es mentira, porque antes de la pandemia la biblioteca estaba perfecta. Un mes antes de la pandemia nos dijeron que se cerraban los cursos por la falta de un seguro”, comenta Gisella, profesora de audiovisuales que dictaba clases en el lugar.
Por su parte, otra vecina dijo: “por dentro estaba perfecta, yo vine a devolver un libro y me dijeron que en ese momento no podía y después de un tiempo, cuando llamo, me entro que estaba cerrada. Entonces, cuando se fueron levantando las restricciones, me acerqué a la biblioteca de Villa Devoto, donde atendía la misma chica que estaba acá y me informó que no me podía entregar un libro porque yo era deudora. Le comenté que libro lo había sacado acá, y ella me informó que lo tenía que devolver ahí, en la biblioteca de Villa Devoto”.
Imagen. Así lucía hasta la pandemia la biblioteca Hilario Ascasubi.
Mientras iban narrando diferentes anécdotas, todxs reconocían que la biblioteca es mucho más que un espacio que guarda libros, sino que también es un lugar de encuentro donde la oferta de talleres convocaba a lxs vecinxs a pasar sus tardes.
Para quienes nacieron en el barrio, la biblioteca fue parte de su vida de estudiantes donde encontraban el material a la hora de investigar. Este espacio que forma parte la memoria colectiva de lxs vecinxs contaba con talleres de narración, teatro para chicxs, artes plásticas, entre otras.
La tarde caía en la esquina de Pasaje Ascasubi y César Díaz mientras se comenzaron a tejer distintas acciones para seguir reclamando por la pronta apertura de la biblioteca pública de la Comuna 10.
