Proponen prohibir a los supermercados mayoristas y minoristas de la Ciudad el desecho de alimentos no perecederos o próximos a vencer, para ser donadas a Organizaciones sin fines de lucro.
Según datos otorgados por la FAO y el Banco Mundial, alrededor de un tercio de los alimentos producidos anualmente se pierden o se desperdician en las cadenas de producción, circulación y consumo. Estas cifras podían alimentar al doble de personas que sufren desnutrición en el mundo. A partir de esto, se ha propuesto a los países que integran las Naciones Unidas la puesta en marcha de acciones para el consumo sustentable y concientización para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional.
Argentina produce alimentos suficientes para alimentar 10 veces su población. Las estadísticas dicen que de esta producción se pierden o se desperdician el 12,5% de la producción agroalimentaria, lo que equivale a 16 millones de toneladas de alimentos, es decir, “365kg de comida por persona o 1 kilo de comida por persona al año”, según Néstor Roulet, Secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
A partir de estos datos la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) invita a realizar iniciativas que ayuden a reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos aptos para el consumo con vistas de mejorar la seguridad alimentaria y nutricional.
En este marco Argentina, desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se lanzó a mediados del 2015 el Programa para la Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos que tiene como objetivos: “coordinar, proponer e implementar políticas públicas, en consenso y con la participación de representantes del sector público y privado, sociedad civil, organismos internacionales, entre otros que atiendan las causas y los efectos de las perdidas y el desperdicio de alimentos.”, del que la Ciudad de Buenos Aires forma parte desde 2016.
Un estudio realizado en 2011 por el Instituto de Ingeniería Sanitaria, de la Facultad de Ingeniería de Bs. As. Junto a la coordinación del CEAMSE revela que en la Ciudad se desechan aproximadamenteentre 200 y 250 toneladas diarias de alimentos aptos para el consumo. Esto es lo que la FAO llama desperdicio. La decisión de desechar alimentos que aún tienen valor de consumo, que es responsabilidad del último eslabón de la cadena de consumo, es decir, los vendedores mayoristas, minoristas y los consumidores.
En este marco es que la legisladora porteña por el bloque Suma +, María Inés Gorbea, ha presentado un proyecto de ley que se adscribe al aporte sectorial de iniciativas propuesto por el Programa. Este, propone prohibir a los super e hipermercados, ya sea mayoristas y minoristas, el desecho de alimentos no perecederos, próximos a vencer o aquellos que, por la razón que fuere se encuentren fuera del mercado, pero sean aptos para el consumo, para ser donadas a Organizaciones sin fines de lucro previamente inscriptas en un Registro de Entidades Facultadas a Recibir Donaciones Alimentarias.
Los donantes serán responsables civil y penalmente de la condición de los alimentos donados, así como también por la omisión o incumplimiento reiterado de lo dispuesto, pudiendo llegar a ser sancionados con la donación de 5 mil a 10 mil unidades de alimentos hasta la clausura de uno a tres días del local.La evaluación de tal condición estará a cargo de la Dirección de Higiene y Seguridad Alimentaria.
La medida busca ampliar la participación de la Ciudad de Buenos Aires y de distintos actores sociales en la reducción de desperdicios alimentarios, la creación de bancos alimenticios y principalmente, busca “que la población más vulnerable acceda a una mejor alimentación” según fundamentó la legisladora.