Compromiso y carnaval en Floresta | Vuelve Mala Yunta a la Plaza Banderín

Compromiso y carnaval en Floresta | Vuelve Mala Yunta a la Plaza Banderín

febrero 16, 2024

La histórica murga del barrio de Floresta vuelve después de un tiempo de ausencia para ponerle alegría, color, cuerpo y alma al carnaval. El 24 de febrero a partir de las 19 horas convocan a las vecinas y vecinos al “Festival Cultural Malayuntero” en Plaza Banderín, ubicada en las calles Camarones y Mercedes.

 

Escribe: Perla Natalia Castillo

 

Durante su ausencia fueron muchas las personas del barrio que esperaban el retorno de esta murga que es parte identitaria de la Plaza “Ciudad de Udine” más conocida popularmente como Plaza Banderín.

 

El retorno de las Asambleas Barriales puso a esta plaza como escenario de encuentro de las vecinas y vecinos para hacer frente a las políticas neoliberales que hoy impone la ultra derecha y que traen aparejadas la angustia e incertidumbre del pueblo argentino.

 

En estos espacios de encuentros y reencuentros Mala Yunta vuelve a las pistas no sólo a danzar, sino también a militar contra el hambre y el ajuste al pueblo.

 

Nadie nos Invitó estuvo en diálogo con Pablo Sequeira, uno de los integrante de la murga, para que nos cuente un poco sobre su historia y como viven este momento político y social que estamos atravesando.

 

 

 

-Contanos un poco sobre la historia de Mala Yunta

-Mala Yunta nació el 8 de marzo de 1996, que nos remonta en Argentina a una época también de lucha, un gobierno también de derecha, neoliberal, muy similar a este. Gobernaba el patilludo y había mucho agite social, había muchas ganas de salir a las calles y Mala Yunta nace en esa época y es en la primer murga autogestiva del país.

 

Hasta ese entonces las murgas eran murgas porteñas, todas estaban en la ciudad de Buenos Aires y tenían un formato clásico, todas se manejaban con organización vertical, con uno, dos o tres directores, de los cuales muchos comprometidos con la política, otros eran punteros políticos y otros eran barrabravas.

 

Nosotros somos la primera murga autogestiva de la historia del país, la primera sin directores, donde cada integrante tenía un voto así  se decidió todo, por votaciones, por asambleas, por reuniones, desde el nombre hasta los colores. Los colores elegidos fueron: rojo, amarillo y violeta, y entre varios nombres propuestos quedó Mala Yunta

 

 

La particularidad también de Mala Yunta,  siempre fue el compromiso social, no sólo bailábamos murga en lugares donde se esperaban murgas, sino también había un compromiso de solidaridad y apoyo a la lucha social, estuvimos en muchos escraches de H.I.J.O.S., tocamos en la famosa Carpa Blanca de los docentes, fuimos a tocar también para los jubilados, en ese momento, si mal no recuerdo estaba Norma Plá.

 

Estábamos siempre al pie del cañón también para apoyar las protestas y la lucha social, porque consideramos que la murga es parte del pueblo, también consideramos que una murga que no critica no es murga, consideramos que la murga pertenece al carnaval y el carnaval es lo más importante de todo esto que estamos hablando. El carnaval es una fiesta milenaria, sagrada, en distintas culturas, con diferentes nombres, una fiesta sagrada y que le pertenece a la gente, al pueblo, sin importar la época o la cultura.

 

Mala Yunta, nació en el barrio de Floresta, cerca de la plaza “Vélez Sarsfield”, ahí fueron sus dos primeras reuniones y ensayos, pero en ese momento seguía vigente el decreto militar, que prohibía a las murgas y a los corsos, aunque estábamos en democracia seguía vigente un decreto militar y cuando ensayábamos teníamos algunas denuncias, que en ese momento la policía lo tomaba como ruidos molestos, y fuimos rotando de barrio en barrio (San Martín, en Villa Urquiza, Montserrat) hasta que finalmente anclamos en Floresta.

 

Ingresé a Mala Yunta a fines de 1996 y me enteré de esa parte de la historia, volví al barrio y hablé con la gente que paraba ahí en la Plaza Banderín, recordamos ahí a los mellis, con la gente del Centro Cultural Baldomero Fernández Moreno y con vecinos que sabía que les gustaba todo este tema, así logramos hacer los primeros ensayos ahí y nos quedamos para siempre acá en el barrio, es decir que volvió al barrio el primer corso en febrero de 1998.

 

 

 

 

Cómo viven este momento político desde lo cultural?

 

Los que estamos desde la vieja época comparamos este momento como muy similar a la época cuando surgió Mala Yunta. En 1996 había un gobierno también de derecha, liberal, que quería privatizar todo, avasallamiento de derechos, con desplazamiento de la cultura o privatización, no sé, hasta de la libertad un poco más. Es muy similar el proceso, lo único que creemos que esta vez es peor.

 

Primero porque después de tantos años de democracia retroceder es gravísimo. Segundo, creo que todo lo que vimos hasta ahora fue como una especie de entrenamiento, esto parece ser que es una mezcla de avasallamiento, de pensamientos de ultraderecha, muy similares incluso, no sólo a la época, por decir un ejemplo, del patilludo o Macri, sino también con connotaciones pro-militares, enalteciendo a los genocidas y lo estamos viviendo como un llamado de la calle. Nosotros como murgueros tenemos que estar en las calles y en las plazas bailando, murguiando, criticando.

 

Por eso, volvemos a hacer corzo este año ya que hicimos corzo desde 1998 en Floresta hasta 2022 sin parar, en el 2023 la murga hizo una pausa y a raíz de todo este cambio político y el avasallamiento de los derechos dijimos: “vamos a volver a hacer mínimamente el corzo”, garantizando al barrio de Floresta su derecho a la alegría, el derecho al festejo del carnaval y a no perder esa huella, ya que es una tradición el corzo de Mala Yunta en el barrio y no podemos permitir que desaparezca y menos dejarnos atropellar.

 

Bueno, eso, organizándonos, pero no sólo como murga. Antes de ser murgueros somos vecinos y muchos estamos participando también y/o colaborando con otras agrupaciones, de las cuales podría nombrar a las Asambleas Barriales.

 

Ahora surgió la Asamblea de la Plaza Banderín, donde históricamente ensayó Mala Yunta. Así que estaremos ahí, trabajando no sólo para el corzo, sino para todo lo que viene. Y si esto sigue así, hasta estamos evaluando posibles futuras ollas populares y todo lo que haya que hacer para dar una mano a quien precise.

 

 

 

 

¿Qué rol cumplen las murgas en este contexto?

Hay un movimiento de murgas independientes, nosotros generamos ese movimiento en un momento que nos corrimos del circuito de la Ciudad de Buenos Aires. Tengamos en cuenta que hay dos tipos de murga,  dos movimientos. Están las murgas que bailan en el circuito del Gobierno de la Ciudad, que no es nuestro caso, y después están las murgas independientes.

Pero más allá de eso, creo que el rol que cumple una murga es un rol social, es un espacio de contención. Pero en el caso de las murgas independientes, el rol que cumple es también ayudar a creer en aquello que te dicen que es imposible. Nosotros al ser Murgas independientes y autogestivas, al hacer un corso independiente y autogestivo estamos mostrando el poder de la gente, que si se organiza puede hacer aquello que dicen que no se puede, y eso habría que trasladarlo a todo.

Por eso es importante la participación de las murgas en las asambleas, en la parte solidaria. En la mayoría de las murgas independientes somos solidarios y Mala Yunta también se caracterizó por eso.

No quiero hablar de otras murgas, pero son compañeras y compañeros que hay una especie de hermandad y de hecho estamos ahí conectados, tratando de ver cómo encarar este momento y solidarizarnos con todo aquel que recibe el atropello de sus derechos. Así que sí, cumplimos una función social muy importante, es un espacio de contención, pero también tendrá que convertirse en un espacio de reacción. No es sólo contener nada más, no es solamente resistir, sino también salir a las calles, que son nuestras, y hacer todo lo posible para ayudar al otro.

 

La acción directa es en las calles, en la plaza, en los barrios. Cada murga debería trabajar en su barrio y esa es nuestra idea, unirnos a las asambleas y a toda organización que esté dispuesta a solidarizarse con quien lo necesite.