El viernes 12 de febrero apareció Simón, el gato que unió a la Comuna 10 en su búsqueda y dejó el sabor del compromiso colectivo, demostrando una vez más que la unión hace la fuerza.
Después de once días de intensa búsqueda, el gato negro más nombrado fue encontrado por una familia de la calle Arregui, casi Lope de Vega.
Esta aventura comenzó cuando una de las integrantes de Nadie nos Invitó perdió a su mascota, un gato negro de dos años, castrado que nunca salió a la calle, pero que por algún motivo salió de los techos de la manzana y se paseó por las redes pidiendo ser encontrado.
Si bien la familia de Simón no dejó de salir todos los días a caminar las calles para buscar al negro felino en la oscuridad de la noche, tampoco dejó de compartir en los grupos de Facebook de la Comuna 10 su desesperación por encontrarlo.
Durante los once días lxs vecinxs mantuvieron activa la búsqueda por las redes reaccionando a las publicaciones y compartiendo tanto en muros personales como en distintos grupos.
“Yo Vivo en Monte Castro”, “Monte Castro Solidario”, “Vecinos de Floresta, Villa Luro y Parque Avellaneda”, “Devoto, Villa Real, Versalles y Villa Luro”, entre tantos, fueron los grupos que más participaron en esta búsqueda.
Llegaron llamadas, mensajes privados ante la aparición de cada gatito negro y ahí estaba su familia para confirmar si era o no Simón Sombra.
Miembrxs del Consejo Consultivo, Comunerxs y ex Comuneros también se sumaron compartiendo entre sus contactos para dar con el paradero del gato extraviado, porque algo era innegable, el gato tenía que estar en la diez.
Los Desconectados de Monte Castro, un grupo de vecinxs que se unió ante los constantes cortes de luz de Edesur, fueron lxs primerxs en comenzar a participar abriendo las puertas de sus casas. Se subieron a los techos a filmar y muchas vecinas salieron a las calles sin decirle a la familia de Simón que se estaban tomado ese trabajo.
Finalmente, el viernes 12 llegó el llamado esperado de la mano de Chintia, una vecina de la calle Arregui, que vio la publicación de la búsqueda en el grupo “Vecinos de Monte Castro, Villa Luro, Vélez Sarsfield, Floresta, Comuna 10” diciendo: “Hola, ¿vos estás buscando a Simón?, porque creo que está en mi casa”
Si bien a Simón nadie lo invitó, él en su extravío eligió el tapa rollo de la casa de la vecina para esconderse y no se sabe desde cuándo estuvo ahí, pero la Comuna le hizo piedra libre al gato que hoy vuelve a estar rodeado de su familia.
Lo que la búsqueda de Simón dejó
Más allá de la desesperación de la familia del gato, lxs vecinxs se unieron a la búsqueda, pudieron tener empatía y estaban atentos para llevar alivio a quienes esperaban la llegada de su peludo amigo.
En medio del rastreo, se les dio hogar a gatitos que estaban en la calle, se visibilizan otrxs gatos negros que estaban perdidos o abandonados.
También se derribaron algunos mitos ya que si bien hay algunas técnicas a la hora de buscar a un felino extraviado, cada gato tiene su personalidad y no es tan fácil dar con su paradero.
Hay teorías que dicen que los gatos castrados no se van de sus casas o que no se van más lejos de cinco cuadras a la redonda, pero muchxs vecinxs cuentan que sus gatos cuando se perdieron fueron encontrados a más de 20 cuadras del lugar que habitan.
Lo concreto es que es muy desesperanzador cada vez que cae la noche y la mascota no es encontrada. Por eso, lo primero que hay que hacer cuando se pasa por una experiencia así es no perder la calma y no abandonar la búsqueda.
Lo ideal es hacer un mapa de las calles de tu barrio, ver cuáles son las avenidas que la limitan y en ese radio buscar manzana por manzana.
Tampoco rendirse y publicar todos los días en los grupos de tu barrio o tu comuna. Puntualmente en el caso de los gatos, cuando se asustan se esconden para preservarse del peligro que les representa la calle.
Si tu gato está castrado igual se puede ir, por eso, lo ideal es que tenga un collar elastizado con una chapita que indique su nombre y un teléfono.
También es importante confiar en la mirada atenta de lxs vecinxs, porque trae la tranquilidad de que no se está solx en la búsqueda y que tarde o temprano tiene que aparecer.
De esta experiencia mascotera con final feliz desde Nadie nos invitó rescatamos la unión y el amor de lxs vecinxs que una vez más en medio de la pandemia demostraron que no son indiferentes a la gente de su barrio.