Más de 30 organizaciones vecinales presentaron en la legislatura una propuesta urbano ambiental para Buenos Aires en respuesta al Nuevo Código Urbanístico que busca aprobar el oficialismo. El documento denominado “Buenos Aires que queremos” contiene doce puntos que plantean, entre otros ejes, mejoras en infraestructura y en espacios verdes, y pone un freno a la proliferación de megatorres. “El nuevo código urbano y de edificación básicamente lo que expresan es una ciudad pensada desde, para y por los negocios inmobiliarios. Lo que nos dimos cuenta es que teníamos que generar un modelo de ciudad planteado desde, para y por los vecinos”, aseguró a Nadie nos Invitó Carlos Wilkinson, uno de los impulsores de la iniciativa.
Este martes se presentó en la Legislatura la propuesta elaborada por un colectivo de organizaciones vecinales denominado “Buenos Aires que queremos”, conformado por doce puntos que sirven de puntapié para pensar una Ciudad donde se priorice la calidad ambiental por sobre los negocios inmobiliarios.
Durante el evento, los asistentes se organizaron en mesas de trabajo según diferentes ejes temáticos en donde se discutieron y elaboraron distintas propuestas relacionadas con el mejoramiento de la Ciudad. En la jornada se hicieron presentes miembros del Consejo Consultivo de la Comuna 10.
Desde Nadie nos Invitó conversamos con Carlos Wilkinson, referente del Movimiento Comunero, una de las 30 agrupaciones vecinales que forman parte de la iniciativa.
NNI: ¿Cómo surgió “Buenos Aires que queremos”?
Buenos Aires que queremos surgió cuando varias organizaciones, después de asistir al llamado que había hecho el gobierno en Barracas para supuestamente atender e informar a los vecinos sobre lo que se quería hacer con el nuevo Código Urbanístico, vimos que la mayoría de los vecinos habíamos tenido una cantidad de cuestionamientos a ese borrador del Código, y que en el video que el gobierno lanzó después de esa jornada era un video en silencio, sin la palabra de los vecinos, aduciendo que se había dado una gran participación lo cual no solo nos pareció una burla sino también un marketing falso a lo que es la participación vecinal
Por otro lado nosotros sabíamos perfectamente que ese borrador del Código se había elaborado en la fábrica de ex Canale con la participación básicamente de los grandes desarrolladores inmobiliarios y de los estudios de arquitectura con los cuales trabajan. Es decir que no había habido ninguna consulta a los vecinos y organizaciones vecinales para elaborar este código. Y lo que nos quedó claro con ese borrador es que lo que se planteaba en el nuevo Código era un incremento enormemente sustancial de los metros cuadrados construibles en la Ciudad, cosa que no necesariamente coincide con lo que los vecinos queremos para la Ciudad.
El nuevo Código Urbano y de Edificación básicamente lo que expresaban era una ciudad pensada desde, para y por los negocios inmobiliarios. Lo que nos dimos cuenta es que teníamos que generar un modelo de ciudad planteado desde, para y por los vecinos, que no necesariamente tiene que coincidir con lo que plantea el negocio inmobiliario. Ninguno de los grandes temas que los vecinos necesitamos que se resuelvan en la Ciudad, que van desde la mayor cantidad de espacios verdes hasta veredas donde se pueda caminar o una infraestructura que nos asegure que no se nos corte la luz cada vez que hay un poco de temperatura alta o baja, están expresados en el Nuevo Código.
NNI: ¿Cómo fue el proceso que derivó en estos doce puntos que proponen?
Para poder ir elaborando este modelo de ciudad que queremos los vecinos el año pasado estuvimos realizando talleres en todos barrios preguntándole simplemente a los vecinos qué querían que se mantenga en sus barrios, qué querían que se mejore y qué querían que se transforme, consecuentemente, en su ciudad.
A partir de ahí surgieron necesidades de lo más diversas que permitieron elaborar los 12 puntos que conforman esta propuesta urbano ambiental, que no es un código sino una propuesta, es decir, un primer modelo que es la base de cualquier código.
NNI: El gobierno de la Ciudad tiene diversas iniciativas en donde estimula la participación vecinal y, de hecho, los principales funcionarios suelen ir todas las semanas a las diversas comunas. ¿Cómo evaluás el tipo de participación que propone el gobierno?
Respecto a la participación, desde el Movimiento Comunero tenemos una larga experiencia de que el gobierno no quiere la participación libre y organizada de los vecinos en las decisiones y en el control de lo que se hace con las políticas de la ciudad.
El ejemplo más claro de esto es que, para conseguir que la ley de comunas se pusiera en funcionamiento, tuvimos que pelear cinco años hasta que logramos un dictamen del Tribunal Superior de Justicia porque sino las comunas no se ponían nunca en práctica; y desde entonces, en 2011, hasta ahora, nunca tuvieron autonomía, nunca tuvieron presupuesto propio, nunca tuvieron las competencias exclusivas transferidas y nunca el gobierno de la ciudad trató a las Juntas Comunales como otro gobierno diferente al de la Ciudad sino que consideró a los presidentes de las Juntas Comunales como si fueran empleados del gobierno, cosa que no son porque todos los integrantes de las Juntas fueron elegidos por el voto de los vecinos , con lo cual no pueden considerarse nombrados por el poder central.
Mucho menos le dieron importancia jamás a los consejos consultivos. Más aún, trataron que los Consejos Consultivos Comunales, que son el órgano consultivo de participación institucional que tiene los vecinos para expresar lo que quieren para su barrio y controlar que se realicen las obras, fue directamente bombardeado y vaciado por el gobierno de la Ciudad y se inventaron herramientas falsamente participativas, como el BA Elige, que es un programa virtual de consulta manejado centralmente y de forma muy oscura por funcionarios del gobierno, en donde los vecinos plantearon con claridad algunos proyectos que tuvieron enorme cantidad de votos y fueron anulados por el gobierno sin ninguna justificaciones, lo cual demostró que el BA Elige es un lindo marketing, lo mismo que las reuniones de (Diego) Santilli o Horacio Rodríguez Larreta en los barrios pero que no son una participación ni libre ni organizada de los vecinos y por eso atacan las comunas y los Consejos Consultivos Comunales.