En el primer semestre cerraron dos restaurantes por día en la Ciudad

En el primer semestre cerraron dos restaurantes por día en la Ciudad

julio 5, 2016

Algunos de ellos fueron La Chacra, dos sucursales de La Robla, Arturito y Bahamas. Para el titular del sindicato de Gastronómicos de Capital, Dante Caamaño, el problema es la presión fiscal: “Generamos un sistema perverso donde no se puede trabajar con tantos impuestos y la inflación”, aseguró.

 

El tan mentado segundo semestre arrancó con el pie izquierdo para los funcionarios porteños. Datos suministrados por la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés, aseguran que en lo que va del año ya cerraron sus puertas más de 400 restaurantes.

“La alta presión fiscal, la competencia ilegal, la inflación, el súbito aumento de tarifas de servicios públicos y la caída en las ventas configuran un escenario que hace peligrar la existencia de nuestros establecimientos y puestos de trabajo. Por ello nuestra entidad solicita a las autoridades la urgente adopción de medidas que permitan paliar esta crítica situación», aseguran.

 Según AHRCC, del total de lo recaudado por cada establecimiento, el 40% se va en Ingresos Brutos, IVA, aportes jubilatorios y cargas sociales. «Para sostener el negocio el dueño tiene que poner plata todos los meses y como el costo del cierre es muy alto muchos empresarios intentan estirar la agonía lo máximo posible, pero la realidad es que muchos ya no tienen alternativa», asegura al portal Minuto Uno Verónica Sánchez, presidenta de la Cámara de Restaurantes

 

Algunos de los restaurantes más emblemáticos que debieron cerrar sus puertas fueron La Chacra, ubicado en Córdoba y Suipacha; dos sucursales de La Robla (ubicado en Viamonte y Pasaje del Carmen y Leandro N. Alem y Tucumán); Arturito, ubicado en Corrientes al 1100; y Bahamas, ubicado en Costanera Norte.

Para el titular de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de Capital Federal, Dante Caamaño, el problema es la enorme presión que se ejerce sobre los comercios. “Los locales de comidas siempre se cerraron, pero el problema actual es que no abren más sus puertas”, graficó el gremialista. “Generamos un sistema perverso donde no se puede trabajar con tantos impuestos y la inflación”.

 

 

En este contexto, que consideran de emergencia, Sanchez reclamó la intervención gubernamental: “Sería muy bueno para el sector que nos permitieran imputar aportes jubilatorios a cuenta del IVA. Somos una de las actividades que más trabajo intensivo genera, y sin embargo no tenemos ningún incentivo estatal”.

 

En la Ciudad, en particular, reclaman que se los exima del pago del impuesto por el uso de veredas y no se les cobren el manejo de los residuos.