El sábado 29 se cumple un nuevo aniversario de aquella terrible madrugada del 2001 donde Maximiliano Tasca, Cristian Gomez y Adrian Matassa fueron fusilados por el ex suboficial de la Policía Federal Juan de Dios Velaztiqui que se encontraba trabajando como custodio de la estación de servicio ubicada en Gaona y Bahía Blanca.
Como los últimos 16 años, cada 29 de diciembre el barrio de Floresta despliega su memoria en una serie de homenajes a Maxi, Adrián y Cristian.
El primero de ellos será el Festival por los Pibes, que se realizará desde las 15:30hs en la Plaza del Corralón (Gaona al 4600). Participarán los grupos La Caldera y La Trompa de Eustaquio, el grupo de teatro El Épico de Floresta. Se harán presentes las Madres de los Pibes asesinados ese 29 de diciembre y se hará un homenaje a los desaparecidos del Corralón.
Luego, se acompañará a las Madres a la Misa por Los Pibes, que se celebrará en la Parroquia Nuestra Sra de la Candelaria (Bahia Blanca 363) a las 19:30 hs.
Maxi, Adrian y Cristian, presentes en el barrio
Corrían días convulsionados en la Argentina y en la Ciudad. Miles y miles de argentinos se expresaban en las calles exigiendo terminar con las políticas de hambre y desocupación que habían reinado durante toda la década del 90. El presidente De la Rúa ya había renunciado, con más de 30 muertos en sus espaldas, y el sillón de Rivadavia parecía quemar para los políticos: nadie quería hacerse cargo. Mientras, la gente en la calle, con sus cacerolas, su bronca, su angustia, sus reclamos.
En ese contexto, ese 29 de diciembre de 2001 los jóvenes se encontraban comentando las imágenes que se reproducían por la televisión que mostraban la represión policial, cuando ante el comentario de uno de ellos, Velaztiqui reaccionó sacando su arma y disparando a matar.
Maximiliano Tasca y Cristian Gomez murieron en el lugar, Adrian Matassa falleció a las horas en el Hospital Alvarez, y Enrique Diaz fue el único que logró escapar. Según los testigos, el ex suboficial intentó armar una escena de intento de asalto, con la presunta complicidad de las autoridades de la comisaria 43.
El crimen provocó la movilización inmediata de los familiares y de todo un barrio que exigió la condena de Velaztiqui, quien ya contaba con una causa por obligar a ir trotando hasta la comisaria a hinchas de Nueva Chicago en 1981 por cantar la Marcha Peronista, ganándose el apodo de “el trotador”, y de los integrantes de la comisaria 43, cuya plana mayor fue relevada a los pocos días para intentar calmar la bronca de los vecinos.
Finalmente y luego de gran cantidad de marchas y homenajes, en marzo de 2003 Velaztiqui fue condenado a prisión perpetua por triple homicidio agravado por alevosía aunque se rechazó el pedido de la fiscalía de investigar las responsabilidades de los policías que intervinieron en el caso e intentaron en un principio avalar la versión de Velaztiqui.
En 2012, pese al repudio de familiares y organismos de Derechos Humanos, el ex subofocial obtuvo el beneficio de arresto domiciliario al cumplir 72 años.
Hoy la imagen de Maxi, Cristian y Adrian se convirtió en un símbolo de la lucha de los familiares y de un barrio contra la violencia institucional que año tras año, a través de festivales, pintadas y homenajes, se renueva y fortalece.