La sesión legislativa de ayer, donde se daría la aprobación final a la creación de un espacio verde y público en la manzana 66, fue suspendida debido al fallecimiento del presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y ex diputado Enzo Pagani. Su tratamiento se hará el próximo miércoles, en una sesión especial, donde se descarta su aprobación.
El repentino fallecimiento del ex diputado porteño Enzo Pagani congeló el festejo que ya tenían preparado los vecinos de Balvanera que vienen reclamando que la manzana ubicada en la avenida Belgrano y Jujuy, hoy un espacio que alberga canchas de papi fútbol, se transforme en una plaza.
La celebración, entonces, se pospuso para el próximo miércoles, fecha en que, según un decreto firmado por la Vicepresidenta Primera de la Legislatura, diputada Carmen Polledo y por el Secretario Parlamentario Carlos Pérez, habrá una sesión especial para tratar este tema y, particularmente, el traspaso de la justicia a la órbita porteña.
Una larga pelea de tres años
La historia de la Manzana 66 arranca debido a que un inversor privado fue comprando uno a uno todos los lotes de la manzana 66, ubicada en las calles Belgrano, Jujuy, Moreno y Catamarca. Cuando adquirió todos los terrenos, se embarcó en la construcción de un mega estadio con capacidad para 18 mil personas. La noticia trajo gran rechazo entre los vecinos, que aducían no sólo el perjuicio que traería un emprendimiento así en una zona no apta para este tipo de eventos sino también la necesidad de que existan espacios verdes en uno de los barrios con mayor cantidad de cemento por habitante en la Ciudad.
Por ello, por un lado los vecinos comenzaron a organizarse para frenar la iniciativa de este inversor privado, pero a la vez, elaboraron y presentaron en la Legislatura un proyecto para convertir el predio en un espacio verde y público en un 90% de su superficie, mientras que el otro 10% serviría para construir un espacio cultural de acceso gratuito.
Según describe el diputado Adrián Camps, quien presentó varios proyectos avalando la propuesta de los vecinos de Balvanera, “si bien el proyecto original de Manzana 66 Verde y Pública planteaba la expropiación, se arribó a un acuerdo del que participaron el propietario de los lotes, los vecinos, la Legislatura y el Gobierno de la Ciudad, a partir del que se estableció un canje por un predio propiedad de la Ciudad ubicado en la Comuna 12, actualmente ocupado por una empresa de colectivos con la concesión vencida. Allí el privado podrá construir la cantidad de metros cuadrados que, al valor de mercado del barrio de Saavedra, le permita equiparar al del terreno en Balvanera. El sector restante del predio de la Comuna 12, será destinado al uso público”.
Esta decisión no estuvo exenta de debate y fueron varios los vecinos que se opusieron a este arreglo en la Audiencia Pública que se realizó a finales de Febrero
Uno de ellos fue el Dr Moringio. “No estoy de acuerdo con que se desvista un santo para vestir a otro. No estoy de acuerdo con que la Manzana 66 tenga su espacio verde a costa de los vecinos de la Comuna 12, que van a perder su espacio educativo. ¡Sí, ahí también hay proyectos de los vecinos, y hay que considerarlos! Son ustedes, los diputados, los que van a resolver esta cuestión. Allí también hay vecinos y ciudadanos que tienen sus proyectos. ¡Claro que empezamos con esto, que era un microestadio! ¡Peleamos los vecinos, todos juntos, unidos, para lograr una Manzana Pública y Verde! Y está muy bien que así sea, pero no con este costo político de que les vayan a instalar esas torres allá en el barrio Saavedra, cuando esos vecinos tienen su Proyecto Educativo. ¡No! Lo que yo digo es que si esta ciudad ha expropiado y ha regalado 140 hectáreas a sus emprendimientos y amigos privados, bien puede expropiar una manzana. Hay dinero. Estamos endeudados en 2500 millones de dólares. ¿Cuánto puede costar eso? Poco. Y la ciudad crece con dos proyectos: el de la Manzana 66 y el del Proyecto Educativo. Por eso estoy aquí y sigo peleando. Por eso hay que pelear. No puede ser que se pierdan espacios de la ciudad o que se pierdan proyectos de los vecinos. Son los diputados los que van a decidir, pero los vecinos, con su voto, también van a decidir. Y nosotros vamos a decidir más con nuestra lucha”, aseguró Moringio.
Sin embargo, la moción que se impuso fue el traslado del proyecto de Balvanera a la Comuna 12. Ahora, luego de la primera votación y de la Audiencia pública obligatoria, sólo resta días para que los legisladores, que ya adelantaron su avala al proyecto, levanten la mano y hagan realidad un deseo de todo Balvanera.
