Ludopatía Infantil en el centro del debate legislativo porteño

Ludopatía Infantil en el centro del debate legislativo porteño

julio 26, 2024

 

 

 

Este mes comenzó en la Legislatura porteña un ciclo de charlas sobre «Ludopatía en niñas, niños y adolescentes: cuando jugar pierde su esencia», organizado por los diputados María Bielli y Andrés La Blunda, con el objetivo de ampliar el diálogo con diversos sectores. En el primer encuentro, se convocó a la comunidad docente, que expresó una profunda preocupación sobre esta temática en las escuelas de la ciudad. En este panel conversatorio, se abordó la problemática con la participación de Gabriela Torres, Licenciada en Trabajo Social; Lucía Cavallero, Socióloga e Investigadora de la UBA; y Soledad Fuster, docente y psicóloga. La segunda charla, que se centrará en el rol de los medios de comunicación, se llevará a cabo el 2 de agosto.

 

 

 

Escribe: Nerina B. Pérez Fiumara

 

 

 

 

Bielli sostiene que la ludopatía digital requiere un análisis complejo, ya que se trata de un síntoma de época, influido por diversas variables. Desde la pandemia, la digitalización de la vida y la socialización de los jóvenes asociado a una imagen aspiracional de éxito con la necesidad de generar dinero rápidamente. La sociedad se encuentra en una época donde todo puede ser mercantilizado, incluyendo el ocio, que debería escapar de esta tendencia.

 

El juego es por definición el lugar de lo improductivo, el lugar que debería poder escapar de la lógica de la mercantilización y sin embargo está atravesado por esta idea monetizar todos los aspectos posibles en la vida. Es importante, que quienes son los que tienen responsabilidad en la construcción de sentido, puedan ser interpelados por la necesidad de replantearse cuáles son los modelos que van a ser considerados como los modelos de éxito”, explica la diputada de Unión por La Patria.

 

 

 

 

Imagen. María Bielli, legisladora de Unión por La Patria, sostiene que debe haber una mirada integral entre el acceso a la información, la comunidad educativa y la participación de las familias.

 

 

 

 

Según Gabriela Torres, Licenciada en Trabajo Social, un consumo problemático es una cuestión que involucra a la persona y su relación con las sustancias. La ludopatía es un problema cultural y colectivo, no simplemente de voluntad individual. Todos están influenciados por la historia familiar y cultural, y el consumo se desarrolla dentro de esta lógica. Sin embargo, no todo consumo es problemático desde el inicio; se convierte en tal cuando afecta negativamente la vida cotidiana de una persona. La intervención debe ser personalizada, evitando prejuicios y etiquetas que puedan dificultar la disposición de una persona a abordar su problemática de consumo.

 

 

 

Torres resalta la importancia de la normativa social y las condiciones de existencia al tratar los problemas de consumo. Los niños y adolescentes, tratados como adultos desde hace mucho tiempo, enfrentan problemas de adultos. Hace diez años, el 80% de los jóvenes se sentían solos y no escuchados. En una sociedad que premia el consumo y la acumulación, la búsqueda de soluciones mágicas en tiempos de crisis es común. La licenciada señala que los consumos problemáticos aumentan cuando las normas y los roles de los adultos se debilitan. Es importante revisar estas dinámicas actuales para evitar consecuencias irreversibles como altas tasas de adicciones, depresión y suicidios. Asimismo, la clave para abordar los problemas de consumo es acompañar a las personas, no solo prohibir el consumo de las sustancias. Ofrecer alternativas y apoyo emocional es esencial para que los jóvenes puedan vivir mejor y no se sientan solos. La intervención no debe limitarse a brindar información; es necesario interpelar las prácticas de consumo y ofrecer un acompañamiento real. Las escuelas, que a menudo enfrentan solas estos desafíos, no pueden solucionar el problema por sí mismas, las familias deben formar parte de la solución.

 

 

El problema es integral, hay que acompañar, no dejar a la escuela sola, se empieza por hablar: usted debe saber qué estudia su hijo, de qué se ríe, cuáles son los juegos que juega. No es solo un problema de información, todos ahora tenemos acceso a ella, pero hay una falta en la construcción del tope personal. Lo que necesitamos es interpelar las prácticas de consumo y acompañar, no basta la charla que diga que el celular es malo, y nunca bastó, porque el consumo de sustancias ha crecido a pesar de tener mayor acceso a la información”, enfatiza la licenciada con respecto a la participación del rol de los adultos.

 

Ante la comunidad educativa presente en el panel, Torres describe la necesidad de un proyecto integral porque “la escuela sola no puede. Es necesario que cuando hablemos de cómo cuidar a los jóvenes también hablemos sobre cómo cuidar a los adultos. Necesitamos volver a crear espacios de juegos que sean juegos para los adultos. El rol de los adultos debe ser acompañar a los jóvenes, no debe haber una mirada juzgadora, es necesario que sientan escuchados, que se los conozca para saber cómo los acompañamos”.

 

 

 

 

En Argentina no existe una normativa nacional que regule el mercado de los juegos de apuesta y los juegos de azar en línea, lo cual queda en manos de cada jurisdicción. Según la TGM International Sports Betting Survey, en 2022 el 55% de los argentinos encuestados había apostado en los últimos 12 meses, una cifra similar al promedio mundial del 56%, con un 61% de los apostadores siendo hombres.

 

Lucía Cavallero, socióloga e investigadora de la UBA, explica cómo la integración de los instrumentos financieros digitales en la vida cotidiana afectó especialmente a los jóvenes. Durante la última dictadura en Argentina, se promovió la especulación financiera, lo que permitió no solo cambiar las conductas de la clase dominante, sino también de la clase trabajadora. Este contexto facilitó la creación de financieras y casas de crédito, y reformó la Ley de Identidades Financieras, enfocándose en los créditos al consumo y no a la inversión, para sentar las bases de una cultura financiera en Argentina.

 

 

Desde 2018, con el retorno del FMI, se intensificó la financiarización de la población, afectando de manera particular a los jóvenes. La caída de ingresos y el aumento del desempleo llevaron a muchas familias a endeudarse para cubrir necesidades básicas, creando un ambiente familiar en el que endeudarse es habitual. Con la inclusión financiera y la digitalización se facilitó el acceso a herramientas como las billeteras virtuales, fomentando una relación temprana con el sistema financiero entre los adolescentes. Esta situación permitió aumentar los problemas como la ciberludopatía porque las apuestas digitales se volvieron una vía para que los jóvenes busquen una salida rápida a sus problemas financieros o la incertidumbre laboral de un futuro cercano. El proceso histórico de digitalización de las finanzas y la poca regulación ante estas herramientas contribuyen a que los jóvenes adopten prácticas especulativas y desarrollen problemas de ludopatía.

 

La socióloga afirma que la crisis de legitimidad del mercado financiero, exacerbada por la crisis financiera de 2008, hizo que las personas vieran a los bancos como parte del problema y no como la solución. Esta percepción llevó a las instituciones financieras a promover la «educación financiera», culpando a los consumidores por los problemas económicos en lugar de responsabilizar a los bancos. Advierte que, aunque la educación financiera es necesaria, debe saber abordar las crisis de endeudamiento que ocurre en Argentina y en el resto de Latinoamérica. Además, sostiene que no se puede responsabilizar únicamente a los jóvenes, mientras las empresas siguen lucrando desde las herramientas especulativas. Es necesario un proyecto político integral que aborde estos problemas estructurales y promueva una cultura financiera consciente.

 

 

 

 

 

Soledad Fuster, docente y Licenciada en Psicología, subraya la falta de conocimiento de las familias sobre la ludopatía digital en adolescentes, especialmente afectando a los varones. En muchas ocasiones, las familias no están al tanto de los problemas de apuestas de sus hijos, mientras que algunas incluso los orientan sobre cómo apostar «responsablemente». La ludopatía digital es un impulso incontrolable que lleva a los jóvenes a apostar repetidamente a pesar de las consecuencias negativas. Fuster explica que varios factores facilitan esta situación, incluyendo la vulnerabilidad emocional de la adolescencia y experiencias traumáticas previas. La accesibilidad constante de las apuestas en línea, disponibles las 24 horas del día, contribuye a esta adicción. Resalta la figura del «cajero», una persona que facilita las apuestas para los menores de edad, exponiéndolos a riesgos significativos como robos y encuentros peligrosos. La práctica es ilegal para menores, pero recurren a la falsificación de identidad o al uso del «cajero» para participar. Es crucial llegar lo antes posible y prevenir, ya que los comportamientos compulsivos de consumo en la vida de los chicos, permiten situaciones preocupantes como el aislamiento y la pérdida de interés en actividades placenteras.

 

 

Estamos teniendo suicidios adolescentes por las apuestas online, sabemos de casos de adultos que se suicidaron a causa del juego, pero la diferencia radica en el momento en que esto ocurre, porque una persona grande tiene la posibilidad de pedir un adelanto en el trabajo, pedir un préstamo, etcétera. Con los adolescentes esto no sucede, entonces rápidamente se ven en una situación de desesperación (roban las tarjetas de crédito de las familias, o de otras familias) y esto genera que sientan culpa, angustia, se depriman. Y esto comprobó que en todos los casos de adolescentes llegan a ideas suicidas. La última verdadera opción para quien apuesta es perder, sino no habría tantas casas de apuestas virtuales, si realmente funcionaran ya hubiesen ganado fortunas”, advierte Soledad sobre las consecuencias de la ciberludopatía en los jóvenes.

 

 

Para abordar la ludopatía infantil, Fuster enfatiza en la importancia de la prevención y la educación. Destaca la necesidad de crear un entorno familiar que fomente el diálogo y la reflexión sobre los riesgos de las apuestas. También subraya la diferencia entre ciudadanía digital y alfabetización digital, al afirmar que los jóvenes deben aprender a evaluar críticamente la información y las consecuencias de sus acciones en línea, más allá de simplemente utilizar los dispositivos tecnológicos. Las instituciones educativas deben incorporar estos temas con la implementación de la ESI desde una perspectiva digital, dado que se centra en el cuidado integral de las infancias y adolescencias con el objetivo de concientizar a los jóvenes. La prevención es fundamental y debe estar acompañada de políticas públicas que apoyen estas iniciativas.

 

 

 

 

 

Ante esta situación, la legisladora María Bielli presentó un proyecto de ley que busca modificar la Ley N° 6.330 de “Prevención y Concientización del Juego Patológico y Asistencia a Quienes lo Padecen y a sus Familiares y establecer nuevas regulaciones, especialmente para los juegos en línea. Las medidas incluyen la posibilidad de que los usuarios configuren filtros de control de juego al inicio de cada sesión, la implementación de alertas automáticas cada media hora para promover la autolimitación, y el uso del sistema SID –Sistema de Identificación Digital, es una herramienta para verificar la identidad digital de personas y entidades– en tiempo real y evitar el acceso de menores de 18 años.

 

El proyecto también aborda el creciente patrocinio y publicidad de juegos de apuestas en equipos deportivos y a través de creadores de contenido e influencers en plataformas como Twitch, YouTube y redes sociales, prohibiendo su participación en estas acciones. Además, se plantea prohibir la publicidad comercial de juegos de apuesta durante la transmisión de eventos deportivos y el patrocinio de instituciones deportivas y eventos culturales, con multas a partir de los 25 mil pesos para quienes incumplan estas normativas. En función de esto, se propone restringir la publicidad de juegos de apuesta a horarios específicos, de 00:00 a 05:00 horas de lunes a viernes.

 

“Nosotros creemos que hay que limitar fuertemente la publicidad; en los espacios deportivos, en las camisetas de fútbol, en las canchas de fútbol, por parte de los influencers, es decir, en los espacios de sociabilización donde también se construye la subjetividad de los pibes porque promover que se juegue y que se apueste no es lo deseable y, también, es necesario que las empresas se responsabilicen por aquellas publicidades engañosas que muchas veces llegan a los niños y adolescentes, llevándolos a una oferta que pareciera que los conduce al éxito pero es todo lo contrario”, explica la diputada de Unión por La Patria, quien presentó uno de los 17 proyectos acerca de las apuestas online en la legislatura porteña.

 

 

 

 

 

Dado que la ciberludopatía puede ser un problema menos visible que otras adicciones, el proyecto incluye estrategias de concientización y acceso a la información para asegurar que la población esté bien informada sobre los riesgos y señales de alerta, con capacitaciones para trabajadores de la salud, docentes y clubes deportivos de barrio, así como campañas de difusión a través de sitios web institucionales y folletos. También se propone la creación de equipos interdisciplinarios y la implementación de la línea 102 para brindar asistencia confidencial. Una parte del financiamiento del proyecto debe provenir del 2% de los ingresos generados por el Impuesto sobre los Ingresos Brutos derivados de la explotación de juegos en línea regulados por la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires S.E., así como de las multas recaudadas.