El jueves 23 de marzo se prendió fuego un Kiosco sobre Av. Álvarez Jonte al 5200. El incendio no dejó víctimas pero el local quedó totalmente destruido y no se pudo rescatar nada. Mientras Martín, el dueño, sigue pensando qué hacer con su nueva realidad, las vecinas, vecinos y comerciantes del barrio están implementando una caja recaudadora ambulante para quienes quieran ayudarlo.
Escribe: Perla Natalia Castillo
El jueves 23 de marzo se prendió fuego un Kiosco sobre Av. Álvarez Jonte al 5200. El incendio no dejó víctimas pero el local quedó totalmente destruido y no se pudo rescatar nada.
Apenas pasadas las 19hs, las vecinas y vecinos de Monte Castro se agolparon en la esquina de Av. Álvarez Jonte y Calderón de la barca, entre patrulleros y camiones hidrantes. El Kiosco de Martín, se estaba prendiendo fuego.
Los bomberos no tardaron en llegar, pero el fuego fue más rápido y destruyó todo lo que estuvo a su paso, hasta estallar los vidrios de la vidriera.
Nadie nos Invitó, estuvo en diálogo con Martín, el dueño del comercio, quien aún se encuentra conmocionado por el hecho, pensando como rearmará su vida y sorprendido por el cariño de la gente del barrio.
Nadie nos invitó: ¿Cómo estás? Contanos qué pasó en el local y cómo se dio que nos estabas en el momento del incendio.
Martín: Estoy dolido e incómodo por la situación. Se me fue todo lo que tenía. No tengo nada más, se quemó desde el fondo hasta la vidriera del local, no quedó nada.
Justo salimos con Carla, mi compañera de trabajo, habíamos ido a buscar al hermano a cinco cuadras del local, y dejé un cartelito que decía: enseguida vuelvo. Subí al auto y cuando llegué al lugar me llamó el vecino de arriba para decirme que se estaba prendiendo fuego el local.
Pensé que me estaba cargando, porque siempre que salgo y dejo el cartel, me llama para decirme que vuelva para venderle cigarrillos. Y cuando le doy la segunda oportunidad para que me diga que es un chiste, escucho que su tono era otro, así que me subí al auto y cuando llegué todo era fuego.
Imagen. Martín, el dueño del kiosco, la noche donde lo perdió todo.
NNI: ¿Cómo se originó el incendio?
Martín: Por lo que dice el peritaje de los bomberos, se provocó un corto circuito en el tablero eléctrico, donde están los disyuntores. Pero si le preguntas a cualquier vecino de Monte Castro cuáles son las cinco o seis manzanas que nunca tienen luz, te van a decir que es donde yo tengo el local.
Sumado al problema que tuvo Edesur en todo CABA, hay que sumarle el problema que arrastramos los vecinos de ese radio. Vivimos sin luz, donde por momentos te dan 240/220 voltios y de repente te bajan a 180. Hay momentos que parece que tuvieras encendida una vela, y de repente te lo llevan a 250. Todo esa ida y vuelta es lo que perjudicó todo el cableado. En algún momento, para mí, dieron más de 220 vatios y fue donde se produjo el cortocircuito. Ese mismo problema lo tuvo un vecino al día siguiente, donde se le prendió fuego un galpón que está sobre Cervantes y Marcos Sastre por un problema que también fue en la caja eléctrica.
NNI: ¿Cómo te pueden ayudar los vecinos?
Martin: Estoy sorprendido por la ayuda de la gente, de los vecinos. Hay gente que me abrazó y me ofreció ayuda. Muchos nos preguntaron si Carla y yo estamos bien. Hasta me ofrecieron sus casas para ir a quedarme a dormir. La verdad, nunca pensé que la gente se iba a portar así.
Gracias a Dios tengo un seguro del local por el Kiosco y el seguro de RapiPago, con quienes ya hablé y está todo más que bien. El tema es el seguro del local. Ayer pude ingresar la denuncia por el siniestro y estoy esperando una respuesta. Los pasos a seguir todavía no los sé, entiendo que tendrán que mandar un perito.
No me gusta pedir, trato de arreglarme solo, porque no me gusta sentirme en deuda con nadie, pero la realidad es que todo lo que me quedó es lo que tengo puesto, tres pantalones cortos, uno largo y tres remeras. Por el momento no necesito nada más, no sé qué voy a seguir haciendo, voy arreglar el local para entregarlo a la inmobiliaria, porque de todos modos lo tengo que arreglar me quede o no.
Después iré viendo qué quiero hacer, qué me pasa a medida que lo vaya arreglando, cuando me encuentre nuevamente con la gente, tal vez al sentir el apoyo de la gente me vuelvo a entusiasmar, pero por ahora todavía no sé bien que quiero hacer.
Mientras Martín sigue pensando que hacer con su nueva realidad, las vecinas y vecinos junto a los comerciantes, están implementando una caja recaudadora ambulante para quienes quieran ayudar a Martín.
En principio estará en el Club de las Medialunas, que se encuentra en Av. Álvarez Jonte casi Lope de Vega, luego seguirá su recorrido a otros comercios como la perfumería Liza, la panadería Cabanas y quienes quieran sumarse a esta cruzada.
Para quienes quieran hacer su donación de ropa o calzado, Talle M para la ropa y Talle 41,5 para el calzado.
Una vez más, queda demostrado que la grandeza del barrio de Monte Castro está en la gente que lo habita.