La iniciativa, presentada por el legislador Roy Cortina, busca garantizar la distribución gratuita de medicamentos para todos los porteños. En Rosario existe una experiencia similar desde 1992. En CABA se aprobó en 2007 pero fue inmediatamente vetada por el entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri.
El legislador porteño Roy Cortina (Partido Socialista) presentó un proyecto que busca crear el Laboratorio de Producción de Medicamentos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires S.E., cuyo objetivo es la elaboración, fabricación, fraccionamiento, control de calidad y distribución de medicamentos e insumos sanitarios básicos destinados fundamentalmente a abastecer hospitales públicos y CESAC de la Ciudad.
La iniciativa tiene como antecedente directo la experiencia del Laboratorio de Especialidades Medicinales de la Ciudad de Rosario, creado en 1992, el cual produce comprimidos, gotas, pomadas, ungüentos, soluciones parenterales, lociones de uso externo, jarabes y otros medicamentos, destinados a centros de salud y hospitales de la Ciudad santafesina, con lo que se garantiza “tanto para los pacientes internados como para los ambulatorios, la distribución gratuita de los medicamentos necesarios para las distintas patologías que padecen”.
“Algunas experiencias que se están llevando adelante- asegura el proyecto- dan cuenta de que la producción pública de medicamentos en función de las necesidades de la comunidad se traduce en un acceso creciente a los mismos por parte de la población y en un enorme ahorro de recursos que pueden destinarse a otro tipo de acciones, por ejemplo, de carácter preventivo”.
Un gobierno aliado a los monopolios farmacéuticos
En 2007 la legislatura porteña aprobó la Ley 2.566 que dispuso la creación de un Laboratorio Estatal de Medicamentos que sería construido en un terreno de dos mil quinientos metros cuadrados, que ya desde 2005 se había reservado dentro del Polo Farmacéutico de Villa Soldati.
Sin embargo, la normativa fue inmediatamente vetada por el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad Mauricio Macri. “Esta medida fue una de las primeras que adoptó Mauricio Macri como Jefe de Gobierno, dejando crudamente en evidencia la voluntad de no colisionar con los intereses de la industria farmacéutica privada que – de acuerdo a datos del Consejo Económico y Social de la Ciudad – representa un 27% de la producción industrial de nuestro distrito y concentra alrededor de un 40% de la facturación en los diez laboratorios más grandes”, asegura Cortina en el proyecto.
Una década más tarde, la iniciativa podrá volver a ser discutida por los 60 legisladores que conforman el Parlamento de la Ciudad. De su decisión dependerá gran parte del futuro de miles de porteños que se atienden en el sistema de salud público.