Escribe: Alejandro Volkind
“Bicicletear: Maniobra comercial para demorar pagos”. La definición del término describe con exactitud el comportamiento del ministro de Transporte porteño Juanjo Mendez quien, luego de jurar que el servicio público de bicicletas sería gratuito, acaba de anunciar que los usuarios que quieran usar una bicicleta naranja los fines de semana van a tener que empezar a pagar por pedalear.
El gobierno llamo a este arancelamiento del servicio “La Revolución de la Bici”, título del proyecto que fue presentado hoy en la Legislatura y que propone la creación de un «fondo para el desarrollo de la movilidad sustentable» que servirá para costear las obras de infraestructura para ampliar y mejorar la red de ciclovías.
«Queremos recuperar las 400 estaciones y las 4.000 bicicletas de acá a 12 o 18 meses, esa es nuestra aspiración», aseguró a Télam Juan José Méndez. Lo llamativo del anuncio del Ministro de Transporte es que ese objetivo ya aparecía cumplido en 2019.
Video de 2019 donde se asegura que el sistema cuenta con 4000 bicicletas y 400 estaciones y que seguirá siendo gratuito.
La verdadera novedad, entonces, es que la plata para la ampliación del servicio, o mejor dicho para que vuelva a tener las mismas estaciones que en 2019, la van a poner los usuarios.
¿Hay otra opción para recaudar fondos? Claro, se puede vender publicidad en los rodados y en las estaciones. Pero el GCBA no puede porque la publicidad se la queda Tembici, la empresa brasilera a la que Larreta le regaló el sistema público de bicicletas por 10 años, a cambio de que amplíen el sistema a….400 estaciones y 4000 bicicletas
Anuncios repetidos y arancelamiento del servicio
De 2010 a 2018, el gobierno de la ciudad construyó un sistema público de bicis gratuito que llegó a acumular 8 millones de viajes, 200 estaciones y 2.500 bicicletas, con un tiempo de uso de 1 hora de lunes a viernes y de 2 horas los fines de semana y feriados. En 2018, cuando mejor estaba funcionando el servicio, decidieron concesionarlo a la única empresa que se ofreció: Tembici.
Tal como aseguraba Clarin por entonces, “el Gobierno porteño le adjudicó la concesión a la empresa brasileña Tembici, a la que le abonará un canon mensual. Deberán llevar la red a 4.000 bicicletas y llegar a 400 estaciones. Y podrán colocar publicidad en los rodados”. En ese entonces, el jefe de Gobierno aseguró que el servicio seguiría siendo gratuito.
Sin embargo, poco y nada se cumplió por parte de la empresa. Pese a que en febrero de 2019 el jefe de Gobierno Horacio Rodriguez Larreta anunciaba el objetivo cumplido de las 4000 bicicletas y las 400 estaciones, desde entonces el servicio empeoró notoriamente.
Tembici: ganancia garantizada y cero inversión
Desde que el servicio se concesionó, el gobierno se sigue haciendo cargo de la construcción de las ciclovías, de las estaciones y de reparar los rodados, pero ahora encima le paga al concesionario $3,300,000 por mes en concepto de “costos de mantenimiento “ y le regala 500 espacios en la vía pública para recaudar en publicidad, más el sponsoreo en bicicletas, estaciones, vehículos de traslado y en la aplicación móvil.
Alta recompensa para un concesionario que, desde que arrancó, lo único que hizo fue empeorar el servicio: este año cerraron la mitad las estaciones y desde diciembre de 2019 no compran ni una bicicleta, según informe el propio gobierno porteño. Hoy en día, la propia cuenta de Ecobici permite ver que hay menos de 1000 rodados disponibles.
Imagen. EcobiciBot, Bot publica cuantas bicicletas hay disponibles y cuantas bloqueadas.
Ninguno de estos hechos motivó sanción alguna por parte del GCBA. La Ciudad le otorgó un año de plazo sin multas para cumplir con los parámetros exigidos por el pliego de condiciones, “a fin de que la empresa pueda ajustar las variables necesarias para el logro de un servicio óptimo y de calidad”, señaló el gobierno porteño. Vencido ese plazo, ya se le podría aplicar multas por, por ejemplo, no contar con las bicicletas suficientes para dar el servicio, como ocurrió durante el verano,
Una de las exigencias del contrato con la Ciudad es el desarrollo de un portal web del Sistema, que nunca se hizo ni tiene fecha de finalización, y el desarrollo de la aplicación para celulares, que se hizo de manera parcial, ya que aun no cuenta con la opción de historia de viajes y estaciones utilizadas.
Así llegamos a la pandemia y el ASPO donde, en vez de alentar el uso de la bicicleta, el gobierno cerró el Sistema hasta mediados de mayo. Eso sí, el canon a Tembici se pagó puntualmente
En junio, cuando reabrieron el servicio, hicieron pago el sistema de manera solapada: empezaron a cobrar una multa después de los 30 minutos de uso. ¿Quién puede llegar de Flores al microcentro en 30 minutos?
Ahora, el gobierno da un nuevo avance en el cobro del único servicio gratuito de transporte del que disponía la Ciudad con la misma justificación que dieron cuando lo privatizaron.
Los usuarios pagan. Tembici ríe.
