Sin auditorio y con la mitad de las aulas necesarias | Por quinta vez, el gobierno promete el edificio para la escuela de Danzas Jorge Donn

Sin auditorio y con la mitad de las aulas necesarias | Por quinta vez, el gobierno promete el edificio para la escuela de Danzas Jorge Donn

mayo 27, 2021

El Ministerio de Educación convocó a directivos de la escuela para anunciarles que este año se comenzaría a proyectar, por quinta vez, un nuevo edificio. El proyecto, que recién comenzaría a construirse en 2022, viene con importantes recortes: no incluye el auditorio y tiene 10 aulas menos que la propuesta consensuada y licitada en 2019.

 

 

 

Habrá sido la gran repercusión mediática que tuvo, las protestas de la comunidad educativa, el repudio de figuras de la danza como Iñaki Urlezaga o la intervención de la justicia. Lo cierto es que, a seis meses que el Gobierno de la Ciudad diera de baja la licitación para construir la Escuela de Danzas N°2 Jorge Donn aduciendo que la pandemia había obligado a “reasignar parte de los fondos del ministerio a la atención de medidas sanitarias”, funcionarios de Infraestructura Escolar, la Dirección Escuelas Artísticas y la Supervisión de Distrito convocaron en plena pandemia a las autoridades de la escuela a una reunión donde nuevamente, y de palabra, prometieron por quinta vez la construcción del edificio.

 

 

La nueva propuesta, cuyo llamado a licitación sería a comienzos de junio por un valor aproximado de 500 millones de pesos y recién comenzaría a construirse en 2022, difiere significativamente del edificio proyectado y consensuado en 2019, obra que incluía 29 aulas (15 de danza y 14 teóricas), un auditorio para 240 personas, talleres y vestuarios, en una superficie total construida de 6938 m2.

 

 

Imagen. Tercer Piso del plano consensuado en 2019, propuesta que incluía 29 aulas, un auditorio para 240 personas, talleres y vestuarios. En el proyecto 2021 desaparece todo este piso -con lo cual habría un faltante de al menos 10 aulas- y no incluye el auditorio, prometido para una aún más indefinida “segunda etapa”.

 

 

 

 

Según los planos que mostraron los funcionarios en la reunión convocada el 18 de mayo, en el proyecto 2021 desaparece todo un piso -con lo cual habría un faltante de al menos 10 aulas– y no incluye el auditorio, prometido para una aún más indefinida “segunda etapa”.

 

 

Las diferencias no terminan ahí: los nuevos planos tampoco contemplan elementos básicos para realizar la disciplina como pisos de madera y tapete para las aulas de danzas ni tampoco espejos y barras por debajo de los ventanales.

 

 

Imagen. Resolución publicada en enero de 2021 en la cual el Ministerio de Educación suspendió la construcción del edificio aduciendo que la pandemia había obligado a “reasignar parte de los fondos del ministerio a la atención de medidas sanitarias”. Sin embargo, seis meses más tarde, y en plena pandemia, el GCBA volvió a prometer una nueva licitación.

 

 

 

Por ello, la dirección de la escuela solicitó la realización de varias modificaciones para ganar espacios de danza (del listado se desprende la necesidad de al menos quince aulas más, entre teóricas y prácticas) y su adecuado acondicionamiento.

 

“En las aulas de danzas pedimos barras largas con soportes a la misma altura de las que se encuentran en la PB, espejos con zócalo y trabas de seguridad” y “Necesitamos ventiladores de pared en todas las aulas y sistema de calefacción” son algunas de las demandas enviadas al ministerio, tal como informó la conducción de la escuela en una comunicación a las familias.

 

 

El listado es largo y expresa detalladamente las necesidades específicas que un edificio de danza requiere y que el GCBA suele no tener en cuenta. El ejemplo más claro son las tres aulas inauguradas en 2018, las cuales, pese a las advertencias de la escuela, fueron tan mal concebidas que las barras de danza no tienen la consistencia para sostener una pierna.

 

 

Imagen. Año 2009. Primera asignación presupuestaria para el edificio de la Donn, por $22 millones. Desde entonces, el gobierno asignó más de 20 millones de dólares a un edificio que sigue sin construirse.

 

 

 

 

LA DÉCADA INCUMPLIDA

 

2009-2011: Un edificio esfumado. Corría el año 2009 y ya por entonces el Gobierno de la Ciudad había reconocido la necesidad que la escuela de Danzas Jorge Donn deje de compartir las instalaciones de la ex fábrica de electrodomésticos Ken Brown con la escuela de Cerámica Fernando Arranz y que tenga un edificio propio en la misma manzana de Lope de Vega y Murature.

 

Así quedó plasmado en la Ley 3232 sancionada en octubre de 2009, que especificaba en su Art. 3° la asignación de 386 millones para la construcción de 33 escuelas, entre ellas el nuevo edificio para la escuela de danzas Jorge Donn que, aseguraban, iba a estar terminado en 2011, por 22 millones de pesos.

 

Sin embargo, los meses pasaban y no aparecía ni un ladrillo. A finales de 2011, la Comunidad educativa logró hablar con el entonces Ministro de Educación Esteban Bullrich. Su respuesta fue tan escueta como imprecisa: “el dinero se esfumó con la inflación”.

 

 

2013-2014: Cuatro aulas que fueron tres. Pasaron dos años hasta que, en septiembre de 2013, la Dirección General de Infraestructura prometió de palabra la construcción de cuatro aulas, con posibilidad de en un futuro seguir construyendo el edificio.

 

Finalmente, la promesa empezó a tomar forma bajo el número de obra es 6949 y un presupuesto de $9.801.138,96, pero tuvo que esperar casi cuatro años para empezar a ser concretada. En ese camino, el proyecto pasó de cuatro a tres aulas, que comenzaron a construirse en 2017 y tuvieron su accidentado estreno en 2019, cuando luego de se utilizadas en la Semana de las Artes se cayeron algunos espejos.

 

Imagen. Esqueleto de cemento que desde hace dos años permanece abandonado y que en abril de este año y durante una tormenta pierde parte de las bandejas de protección. Entre 2009 y 2021, el GCBA asignó presupuesto por más de 2000 millones de pesos pero el edificio nunca se construyó.

 

 

 

 

2016-2019: El origen del esqueleto. Paralelamente en 2016 nuevamente la Dirección General de Infraestructura Escolar elabora un informe técnico en el que señala la necesidad de realizar los trabajos de obra nueva en el edificio de la escuela ubicada en Lope de Vega y Murature. De ahí surge el presupuesto oficial de $131.071761,44 para la realización de la obra con fecha de octubre de 2016 y se realiza la Licitación Pública N° 1269- SIGAF-16 (45-16), cuyo objeto contractual fueron los trabajos de “obra nueva”.

 

Sin embargo, en 2019, cuando el edificio ya debería haber estado finalizado, el gobierno de la Ciudad rescinde el contrato con la empresa COVCA S.A. “por exclusiva culpa de la contratista, tras la configuración de sucesivos incumplimientos contractuales”.

 

Según el propio GCBA, en el marco de este contrato, “se alcanzó un avance de obra acumulado de 31,3%, restando en la actualidad un saldo pendiente de ejecución de 68,7%”. Este es el origen del esqueleto de cemento que desde hace dos años permanece abandonado y que en abril de este año y durante una tormenta pierde parte de las bandejas de protección.

 

 

2019-2020: La pandemia como excusa. En agosto de este mismo año se le gana el juicio al Gobierno de la Ciudad. Luego de cinco años sale la Sentencia Favorable que obliga al gobierno de la Ciudad a finalizar el edificio para la Donn. En ese contexto, en septiembre de 2019 se aprueba nuevamente el llamado a Licitación Pública y fijan como presupuesto oficial $241.713.548,62 con un plazo de ejecución de obra de 540 días corridos.

 

A posteriori nunca hubo ningún tipo de información sobre quién había ganado la licitación. Se hizo un pedido de informe por parte del Consejo Consultivo Comunal 10 y recién el 6 de noviembre de 2020 se informa que el 18 de diciembre de 2019 se realizó la apertura de ofertas, y que la empresa ganadora fue Cunumi S.A.

 

 

Días más tarde, en noviembre de 2020, la ministra Soledad Acuña decide dar de baja la licitación debido a que la pandemia había obligado a “reasignar parte de los fondos del ministerio a la atención de medidas sanitarias”. La resolución se dio a conocer casi dos meses mas tarde, iniciadas las vacaciones de verano

 

 

 

 

¿La promesa eterna?

2021 debiera haber sido el año en el que la Escuela de Danzas Jorge Donn festejase los 10 años de edificio propio. Sin embargo, al igual que hace una década, el colegio de Villa Luro sigue compartiendo aulas con la Escuela de Cerámica Fernando Arranz.

 

En el medio quedaron cuatro licitaciones que suman más de 20 millones de dólares que nadie sabe a dónde fueron a parar, un edificio a medio terminar y que ya comenzó a derrumbarse por el abandono, y una causa judicial con sentencia favorable -impulsada por dos padres y amparada en la actualidad por sus hijas que crecieron y cursan el profesorado de la escuela- que obliga al GCBA a construir el nuevo edificio pero que el gobierno porteño dilata sistemáticamente.

 

¿La quinta licitación será la vencida? ¿O es parte de la estrategia del Gobierno de la Ciudad de licitar y dar de baja luego de un tiempo, como sucedió en 2016 y en 2019?

 

La respuesta está por construirse, y depende en gran parte de la comunidad educativa de la escuela. Las tres aulas defectuosas y el esqueleto de cemento que quedó abandonado en 2019 son el mejor recordatorio de que sólo el reclamo constante y el seguimiento preciso de la obra por parte de las familias, docentes y directivos de la escuela puede garantizar que se construya un edificio acorde a las necesidades de quienes día a día le dan vida a la Donn y apuestan por la danza en nuestro país.

 

 

Escriben: Sandra Lizza y Alejandro Volkind.

Esta nota no hubiera sido posible sin la inestimable colaboración de Adriana Deluca, de la Comisión de Relevamiento del Consejo Consultivo Comunal 10