El jueves 29 de diciembre se realizó un homenaje a los pibes fusilados de Floresta a 20 años de su muerte. La jornada comenzó a las cinco de la tarde en la esquina de Av. Gaona y Bahía Blanca, donde está ubicada la vieja estación de servicio donde fueron asesinados, y terminó en el Corralón de Floresta, luego de haber pasado por la Iglesia de la Candelaria seguido de una marcha de las antorchas hasta el destino final, donde quedó inaugurado el nuevo mural que retrata a Maxi, Cristian y Adrián.
Escribe: Perla Natalia Castillo
En una tarde calurosa lxs familiares y vecinxs de Floresta se hicieron presentes en la esquina que recuerda el trágico día donde la vida de los tres jóvenes fue arrebatada por un ex policía que estaba haciendo trabajo de vigilancia en aquella estación de servicio.
Una marquesina con la cara de los tres jóvenes acompañado por las palabras: memoria, verdad y justicia, son una de las señales que recordarán a Maxi, Cristian y Adrián. Esta primera parada contó con la palabra de familiares, junto a la presencia de vecinxs que hoy, igual que ayer, acompañan.
“Como mamá obviamente no los voy a olvidar jamás, y esto hace que estén más presentes que nunca, y en el barrio se trabaja por la memoria, por eso la comuna se tiene que llamar Comuna de la Memoria, para nosotros ya lo es pero realmente es importante, porque trabajan muchos colectivos para que la memoria siempre esté presente entre la gente.
Agradezco un montón el abrazo de todos, es un mimo al alma que nos da fuerzas para continuar”, esas fueron las sentidas palabras de la mamá de Adrián.

Luego le siguieron las palabras de la hermana de Cristian, quien agradeció a quienes estaban presentes y especialmente a Sandra, la mujer que estaba en el lugar donde mataron a los jóvenes y fue la testigo clave, así como también al barrio por el acompañamiento.
La mamá de Maxi comentó que su último recuerdo es del viernes 28, haciendo mención de la carcajada estruendosa y al abrazo que le dio su hijo antes de salir.
“Chau mami, nos vemos mañana, porque hay una morocha que me vuelve loco y creo que esta noche se me da”
“Pobre hijo, nunca se le dio. Un rato después estábamos en la morgue, yo me senté en el cordón y Omar me dijo “negra, dejá que entro yo a reconocerlo” y eso es fatal.
“En el camino quedaron dos papás que murieron del dolor, los padres de Cristian y Adrián, que no nos podemos olvidar de ellos. Los papás tienen esa fortaleza de acompañar, ni atrás ni adelante, sino al lado, son el sostén”.

Lo que se podía sentir en el aire, era que todxs lxs presentes se sentían parte de este homenaje, que esta historia de tres familias es la trágica historia de un barrio y eso se terminó de reflejar en las palabras de Silvia, mamá de Maxi.
“Los vecinos se pusieron esta lucha al hombro, mientras los familiares todavía no nos dábamos cuenta lo que estaba pasando. De a poco la gente fue vomitando la verdad. Por suerte, en nuestro caso, la justicia fue rápida y fue un pañito de agua fría a tanto dolor”.
Después de este acto se continuó con una misa en la Iglesia de la Candelaria, donde al finalizar se comenzaron a prender las velas para ir rumbo al Corralón de Floresta a descubrir al mural realizado por Fileteadores del Conurbano.
En el camino, los bombos, los cantos, el andar sereno de lxs familiares y vecinxs junto a la hinchada de All Boys, a quienes se les agradeció reiteradas veces por el acompañamiento de todos estos años.
El jueves de la semana pasada, los pibes estuvieron presentes en cada paso, en cada posta, en cada vela, en cada canto, en la memoria de su familia y la memoria del barrio que se niega a olvidarlos.
Fotos: Facebook de la Asamblea de Floresta