A un mes de la descarga eléctrica que sufrieron y que mató a la perra Hanna, Patricia y Karina cuentan su historia, reivindican la solidaridad y compromiso de los vecinos que se movilizan para exigir justicia y denuncian que, hasta ahora, ningún funcionario de la Ciudad les garantizó que la plaza esté en condiciones. “Para ellos somos números”, aseguran.
Por Alejandro Volkind
Atardece en la plaza Monte Castro y los últimos rayos de sol acarician a quienes se animan a disfrutar del aire libre. Es un jueves agobiante pero en este rincón de la Ciudad, el verano parece más acogedor. Sobre el pasto, en ronda o en los bancos, amigos y parejas comparten mates y confidencias, mientras perros y chicos corretean y se confunden en el juego.
“Este lugar era mi segunda casa. Veníamos a encontrarnos y a sacar los perritos a pasear, y terminó siendo un lugar de muerte”.
Quienes hablan son Patricia y Karina, vecinas del barrio que se conocieron y se hicieron amigas en esta plaza y que aquí mismo, el 30 de enero de este año, sufrieron una descarga eléctrica que las marcó para siempre y que aún no tiene explicaciones claras.
Se sabe que ese día ambas estaban paseando a sus perros y que Hanna, la perra de Karina, pisó barro -producto del riego excesivo que se realizaba en la plaza- que estaba a metros de un poste de luz que tenía una fuga eléctrica y por lo tanto, el agua actuó como conductora y toda esa zona quedó electrificada. Cuando Patricia y Karina, sin entender qué le estaba sucediendo, quisieron ayudar a Hanna, ambas se electrocutaron. Karina logró despegarse pero Patricia no logró pisar tierra seca y la descarga le detuvo el corazón. Murió y resucitó gracias a la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) que en seguida le realizó Julieta, otra vecina de 19 años que también se encontraba paseando perros en la plaza y se acercó al ver lo que sucedía.
Hoy, mientras tratan de cicatrizar el dolor y seguir adelante, exigen que desde el gobierno de la Ciudad y desde la presidencia de la Comuna 10 dejen de ignorarlas y den las garantías necesarias para que un hecho así no vuelva a ocurrir.
Imagen. Karina y Patricia, sobrevivientes de la descarga eléctrica del 30 de enero. «Este lugar era mi segunda casa y terminó siendo un lugar de muerte”, aseguran.
NNI: Patricia, ¿Cómo contás lo que te pasó?
P: Es loco, porque no termino de entenderlo. Desde un plano material quedé muerta por un rato y me resucitaron (Ver Julieta). Volví a despertar. Fue todo en cuestión de segundos. Hoy no entiendo muchas cosas. La diferencia fue que Karina se paró sobre el piso seco y yo sobre el barro, y al querer ayudar a Hanna, cuando la toqué sentí electricidad en todo mi cuerpo y ya no sentí nada más.
K: Yo me salvé porque pisé en un lugar seco, y cuando la agarré a ella para sacarla me quedé pegada por un rato. Pero la realidad es que podríamos haber terminado las tres ahí. Es duro, cada vez que hay que recordar esto se te vienen imágenes. Es muy triste.
P: Este era un espacio de esparcimiento para nosotros y para ellos, nuestra excusa de venir acá era para que ellos disfruten de esta plaza, y así nos fuimos encontrando nosotras y disfrutándola. Y que haya muerto Hanna no es menor, no es un simple perro. Era una perra de mucho amor, con Kari, con nosotros y con otros perros.
K: Era una perra chiquita, tenía tres años. Una perra que venía y desde que salíamos de la puerta de casa era saludar a todos los vecinos, entraba a los negocios. Un ser bueno. La rescatamos de un contenedor de basura y es muy triste cómo terminó su vida, en este lugar donde tendría que estar disfrutando y jugando.
Imagen. Hanna, la perrita de Karina que murió electrocutada. «La rescatamos de un contenedor de basura y es muy triste cómo terminó su vida, en este lugar donde tendría que estar disfrutando y jugando».
NNI: ¿Qué secuelas les quedaron?
P: En mi caso estuve internada y después seguí con pautas de alarma en mi casa. Emocionalmente es muy fuerte. Hay cosas que ya dejé de sentir, pero lo que trabajo es esa sensación de caos, el previo, el ver a Hanna como estaba, que fue en segundos, cuando yo vuelvo a despertar y tomar conciencia del caso, el griterío, mis perros, uno que no sabía dónde estaba y pensaba que también había muerto, esa situación caótica es lo que más me impactó.
Yo nunca tomé medicación de nada y hoy en día necesito tomar para dormir. Nos costó encontrar contención porque desde las obras sociales estuvimos medio abandonadas porque después del alta venían un montón de seguimientos más que no tuvimos, con dos meses de espera para conseguir un turno, o quedar en lista de espera para psicología. Logramos conseguirlo por otros medios y eso es súper importante para que recobremos fuerzas y seguir adelante y disfrutar de la vida, que es algo que nos merecemos.
NNI. ¿Cómo fue este mes para ustedes?
P: Dificilísimo. Tratando de salir adelante. Obviamente la plaza no la pisamos más, salvo para hacer una convocatoria para reclamarle a la comuna. Este lugar era mi segunda casa, para todas, y hoy quedó en un costado. Y también bronca de que no tendría que ser así.
K: Da mucha angustia. La plaza era donde veníamos a encontrarnos, a tomar mate, a sacar los perritos a pesear y de repente ahora se generó un rechazo absoluto a este lugar y hasta me dan miedo los espacios públicos. Un lugar donde uno viene a estar en rato tranquilo, a pasarla bien, terminó siendo un lugar de muerte. Yo estoy con tratamiento médico, psicológico. Perdí a mi gorda, que era mi compañera de todos los días y era ella la que me sacaba adelante para salir todos los días.
P: Y, seguido a todo el dolor, nos encontramos con ese panorama de lo que es la justicia, o la no justicia, donde hay muchas cosas que no funcionan bien y empiezan a tapar todo. Que la gente que nos tiene que cuidar y tiene que venir a arreglar la plaza diga que lo que nos sucedió fue algo insignificante, que esto estaba todo bien, que fue ´un cablecito´, cuando Hanna murió, a mí me resucitaron… Es gente que ocupa cargos por la plata y no por una vocación de hacer su trabajo como tiene que hacerlo. Nadie está pidiendo más.
K: Al poco tiempo que pasó esto, Horacio Rodríguez Larreta hizo una reunión con vecinos y la repuesta fue “no se preocupen, esto no pasó en ningún lado, esto fue un caso aislado, ya estamos trabajando con la gente de electricidad para que no vuelva a pasar”. O sea le dio cero importancia a lo que nos pasó. Un caso aislado, dijo, cuando sabemos que un tiempo atrás se murió una mujer porque se le cayó un árbol encima. Y así haya sido un caso aislado. ¿Y si hubiese sido un familiar de él? ¿Hubiese hablado de caso aislado? Me pareció una falta de respeto absoluto.
Imagen. Camionetas de Autotrol SA, empresa a cargo del mantenimiento del alumbrado público, trabajando en la Plaza Monte Castro. La empresa nunca presentó las planimetrías detalladas en la sede Comunal, con lo cual no se conoce el diagrama del tendido eléctrico.
P: Para ellos somos números. ´A ver qué pasó: un perro, casi una persona pero no llegó´. Entonces a nivel macro es como que fue menor. Para nosotros obviamente fue muy importante y para los vecinos también, pero al ser contabilizado en números pasa a ser algo insignificante. Y ellos se pasan la pelota de un lado a otro. Está la Comuna 10 que dice que sólo es responsable del espacio verde. Está Autotrol, que se ocupa de la parte de luminaria, y acá no había disyuntores, acá no había térmica, hace años. Y encima nos dicen, “los vecinos no reclamaron eso”. Y no, nosotros no sabíamos que acá no había disyuntores, es como hacernos cargo del trabajo de otro. En cualquier casa te obligan. Y está Clean Garden, que es la empresa que se ocupa del mantenimiento de la plaza, donde el hombre que hacía los trabajos regaba en exceso y embarraba todo el piso– y acá si había varias denuncias aunque después las borraron- y en algún punto se empezó a naturalizar que haya barro en la plaza, pero hasta el mediodía estaba regando. De hecho, el 10 de enero hay denuncias porque ese mismo poste se balanceaba. Si ya veníamos haciendo reclamos por la plaza. ¿Qué esperaron?
(NdE) Hasta el momento, el gobierno de la Ciudad no respondió el pedido de informes que envió el comunero Fernando Moya, quien solicitó que se de a conocer el motivo por el cual Clean Garden y Autotrol SA- que tienen a su cargo las obras de puesta en valor de los espacios verdes y del mantenimiento del alumbrado público, respectivamente – nunca presentaron las planimetrías detalladas en la sede Comunal, con lo cual ninguna de las dos empresas tiene el diagrama del tendido eléctrico ni de riego bajo superficie en la Plaza Monte Castro ni en ninguna plaza de la Comuna 10.
NNI: ¿Tuvieron contacto con gente de la Comuna? ¿Se acercaron a hablar con ustedes?
K: a mí nadie me llamó ni se acercó.
P: Cuando estuve internada mi familia me avisó que vino alguien de la Comuna pero no sabemos el nombre, nunca dejaron el teléfono, nada. Evidentemente fue un formalismo porque hoy en día estamos reclamando que nos atiendan, de hecho le escribimos a Mauro Pedone (presidente de la Comuna 10) para exigir con respeto todo esto y hasta el día de hoy no mostraron ningún certificado de los arreglos. Es lo mínimo. Vimos gente que empezó a hacer cosas al lunes siguiente pero nunca muestran una firma, nadie se hace cargo que eso está en condiciones. Nos muestran unas fotocopias pero en ningún lado dice que es de la Comuna. Este papel es un chiste. Y con esto nos deberíamos quedar tranquilas.
Nota del editor: al día siguiente de esta charla, el viernes 28/2, Patricia logró comunicarse con el presidente de la Comuna y quedaron en tener una reunión el viernes 6/3.
Imagen. Fotocopias que les fueron entregadas a los vecinos por el presidente de la Comuna 10. “No hay ninguna firma de un inspector que certifique que los arreglos estén hechos”, advierten los vecinos.
NNI: Por un lado el abandono de los funcionarios y por el otro el acompañamiento de los vecinos.
P: La red de contención es súper importante y en ese momento ya se vivió, cuando no entendíamos qué pasaba, que Hanna empezó a tener movimientos extraños, y eso es lo que nosotras vimos, quisimos ayudarla. Lo que menos íbamos a imaginar es que todo el piso iba a tener corriente eléctrica, porque no había cables ni los pisamos, ni tocamos columnas, solo pisamos el piso de una plaza, y enseguida vino este acompañamiento. Julieta que me ayudó a mi (le realizó RCP durante 5 minutos y le salvó la vida), vecinos que estaban alrededor que enseguida vinieron a tratar de socorrernos. Yo morí por negligencia del Estado y volví a vivir por la ayuda de los vecinos y el buen corazón de la gente.
K: Después nos acompañaron con las marchas, juntar firmas. Porque es algo que nos pasó a todos, no? Es de todos, porque hoy fuimos nosotras y Hanna, pero podría haber sido cualquiera, porque hace un montón de tiempo que se viene pidiendo que hagan algo por esta plaza, y no tuvimos respuesta.
Imagen. Movilización del barrio a días de las electrocuciones. En breve presentarán un petitorio con mas de 1000 firmas exigiendo seguridad en la plaza.
NNI: ¿Qué cosas pueden empezar a reparar lo que les sucedió, mirando de acá en adelante?
P: Lo que pasó ya no hay vuelta atrás. Es ir aceptándolo con dolor. Lo que pedimos es que, de las cosas que se están haciendo, como empezar a poner disyuntores en la plaza o que hayan cortado árboles que estaban viejos, nos muestren los papeles donde se certifique esto, donde haya un inspector que diga, ´quédate tranquila que está bien´. Bueno, todavía no apareció nada. Y es como que nos esquivan.
NNI: ¿La volvieron a ver a Julieta?
P: La vi dos veces y me gustaría volver a verla para seguir agradeciéndole. No hay palabras ni nada material que lo simbolice, pero es algo que necesito hacer. Ella siente y afirma que hizo lo que tenía que hacer, lejos de esperar cualquier reconocimiento. Fue un ángel que ayudó, y es esto de mostrar que hay personas que tienen lindos valores. También, es importante destacar que en todo el secundario a ella le enseñaron a hacer RCP, de primero a quinto año, y eso es importantísimo. Karina y yo somos docentes y no tenemos ese conocimiento, y eso salva vidas. Julieta tuvo esa posibilidad y accionó a conciencia. Y eso se tiene que expandir.