Proponen guardar la historia clínica en un código QR ante emergencias médicas

Proponen guardar la historia clínica en un código QR ante emergencias médicas

julio 20, 2015

A través de este sistema, el profesional que tenga que atender de manera urgente a una persona accidentada podrá obtener rápidamente sus datos clínicos.

La iniciativa fue presentada por el legislador Roberto Quattromano y plantea que las personas que se registre llevarán consigo un código QR que podrá ser leído fácilmente por un teléfono celular.

 

“Escaneando este código, el médico encontrará en forma instantánea los datos personales y clínicos más importantes, como medicamentos, alergias, enfermedades, recomendaciones y contactos”, asegura el proyecto.

 

De esta manera, ante cada ciudadano que se registre se cargaría en una base de datos la información necesaria y, una vez terminada la acción, el software daría la posibilidad de imprimir el código QR para portarlo en un lugar de fácil acceso en caso de un accidente.

 

Este mismo código podrá ser colocado en cascos, teléfonos celulares, lunetas-parabrisas o cualquier otro lugar que el usuario considere necesario.

 

“A través de este sistema será posible que el SAME, mediante personal autorizado, acceda a un sistema seguro, portable y flexible de historias clínicas digital de emergencia, disponibles en el momento y en el lugar que lo requiera. La asistencia temprana y de calidad es fundamental para disminuir la mortalidad”, aseguró el legislador del PRO.

 

Una tendencia que crece en todo el mundo y que despierte dilemas

Los denominados códigos QR ((quick response, código de respuesta rápida) se encuentran cada vez más presentes en el medio en que nos relacionamos: en publicidades callejeras, en trámites, en la clasificación de productos.

 

Se trata de un sistema de codificación de información bidimensional (código de barras en dos dimensiones, patrón de arriba a abajo y izquierda a derecha), hasta pudiendo contiene 7.000 caracteres numéricos, una imagen o archivo de hasta 3KB.

 

Su utilización en cuestiones médicas y de salud es celebrada pero trajo debates éticos. En España, por ejemplo, la Agencia de Protección de Datos resolvió que para su utilización “tiene que haber un consentimiento inequívoco y expreso por el portador de la medalla, para llevar sus datos en un código QR (donde están grabados y conservados) que puede ser accesible desde cualquier Smartphone. Esto significa que no vale con que el hijo o el cuidador le haga la medalla y se la cuelgue. A su vez, el consentimiento del usuario de la medalla con el código QR no implica que quepa cualquier tratamiento de los datos, dado que se trata de datos de protección alta. Llevar colgada la medalla no autoriza per se a que cualquiera pueda leer/descargar los datos del código QR.