Soledad, madre de la Escuela N°8 DE 18 Vicecomodoro Marambio, explicó a Nadie nos Invitó:
“Hace dos semanas nosotros hablamos con la encargada de la obra y nos dijo que sólo estaban tapando lo que ya habían excavado, y no iban a seguir con la obra hasta el término de clases. Pero hoy nos encontramos con la percutora, con un montón de máquinas más y con la obra en marcha con la idea de no solo seguir tapando, sino que seguir trabajando en otros sectores con las mismas maquinarias que fueron las que causaron la rotura de los caños de gas. Así que acá estamos tratando de impedir esto”
Una obra de $110 millones que nadie pidió y sólo trajo problemas
En octubre, el gobierno de la Ciudad comenzó los trabajos para realizar la «Calle verde Yerbal», una obra para incorporar canteros y menos de 300m de superficie verde en la calle Yerbal en el trayecto de 150 metros que va de la av. Corro hasta la autopista.
Desde entonces, los operarios perforaron en dos oportunidades un caño de gas en Yerbal al 4900.
La fuga obligó a suspender las clases en la escuela N°8 DE 18 Base Marambio, que está a pocos metros. Hubo chicos con vómitos y hospitalizados por el fuerte olor. Directivos, familias de la escuela y vecinos de la cuadra exigen suspender la obra hasta que termine el ciclo lectivo.
El 2 de noviembre, por la presencia de distintos medios de comunicación, se hicieron presentes diversos funcionarios.
Según nos cuentan las familias «se acercó un tal Jonatan Villalba, un impresentable que se reía al principio de los padres y madres, que mintió descaradamente diciendo que los chicos venían descompuestos a la escuela por no comer y no por las emanaciones de gas, negando tener conocimiento de la obra, que hubo que apurar para que dé su nombre delante de una cámara de TV hasta decir que no dijo lo que había dicho.
Después hablamos con Priscila Suarez, del Ministerio de Espacio Público que (según ella) al tal Jonatan le tocaba esta obra y que la idea había sido comenzar la obra desde la plaza y no toda la calle hasta fin del año lectivo, lo mismo que según otra señora (esta sí tenía campera del Ministerio) que quedó en informar la situación para corregir la obra.
Más luego, al sentir algunas madres nuevo olor a gas, se llamó a «Defensa Civil» y éstos a los bomberos, quienes hablaron con un vecino que frente a su casa hubiera sido el segundo escape de gas, de lo que se concluyó que el escape no fue en la entrada a su casa sino en la unión (caños viejos) con el entramado , y que con el golpeteo esa unión se había «desunido».
Finalmente, el gobierno de la Ciudad se comprometió a realizar solo trabajos superficiales y de relleno de lo ya excavado.
Hasta hoy.
«Los vecinos no quieren la obra directamente. Entendemos que las familias de las escuelas no la queremos, sobre todo en épocas u horario de clase. La Municipalidad no nos consultó ni a unos ni a otros», explican las familias.
La obra, tal como aseguramos en distintas notas desde Nadie Nos Invitó, no fue solicitada por nadie de la Comuna y saldrá más de 100 millones de pesos.