El mítico estadio, que funcionó entre 1924 y 1941, se ubicaba en la manzana comprendida por las calles Basualdo, Pizarro, Guardia Nacional y Schmidl. Allí se disputó el primer partido nocturno con iluminación eléctrica del país, entre otros grandes acontecimientos. A un siglo de su inauguración, la Legislatura colocará una placa en Basualdo 460, donde se encontraba la famosa platea techada, y convoca a una Audiencia pública abierta a todos los vecinos, donde podrán inscribirse a partir del viernes 26 de abril.
A finales de 2023, la legislatura de la Ciudad aprobó en primera lectura el proyecto para señalizar el lugar donde funcionó el histórico Fortín de Villa Luro, la primera cancha de Vélez Sarsfield
La propuesta venía siendo impulsada por un grupo de socios y vecinos del barrio, y el año pasado, Jorge Santiso, socio vitalicio del club e integrante de la Asamblea barrial de Villa Luro, elaboró el proyecto, que finalmente fue presentado por la comunera Lorena Crespo y por el legislador Juan Pablo Modarelli.
El proyecto consiste en la colocación de un monolito con una placa conmemorativa, en la vereda de la calle Basualdo altura 460, sitio donde se encontraba el ingreso al estadio. La placa expresará lo siguiente: “En este lugar funcionó el estadio de fútbol del Club Atlético Vélez Sarsfield, conocido popularmente como el «El Fortín de Villa Luro». A cien años de su inauguración, las Juntas Comunales de las Comunas 9 y 10 de esta Ciudad y vecinos del barrio de Villa Luro, reconocen este sitio como un lugar emblemático de la historia e identidad barrial. 1924 – 16 de marzo – 2024”.
Ahora, tras la aprobación del proyecto en primera lectura, corresponde hacer una audiencia pública, donde las y los vecinos del barrio podrán dar su opinión y compartir recuerdos y anécdotas de lo que ese estadio y ese lugar representa para Villa Luro.
Para ello, quienes quieran participar podrán hacerlo a partir de hoy, viernes 26 de abril. Para ello, pueden hacerlo desde la pagina web de la legislatura , personalmente en la Legislatura o escribiendo un correo electrónico dirigido a pciudadana@legislatura.gob.ar.
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“La señalización de ese lugar apunta a fortalecer la identidad barrial”, explica Jorge, quien tiene fuertes lazos con el barrio y con el club.
“Me encuentro muy vinculado a Villa Luro. Mis abuelos paternos se instalaron en el barrio a principios del siglo veinte, cuando esta zona era campo. Mi viejo, José Santiso López, trabajó treinta años en Vélez, pues fue kinesiólogo del equipo profesional de fútbol. Además soy socio vitalicio de Vélez, integro la Junta de Estudios Históricos del Club, colaboró con el departamento de vitalicios y con el periódico barrial Línea Oeste desde hace más de diez años, escribiendo diferentes artículos vinculados a la historia barrial, como también a las actividades que llevamos adelante con la asamblea” nos cuenta.
Con este mismo empuje, tiempo atrás Jorge impulsó la idea de la designación de la plazoleta Alberto Castillo, en el cruce de la avenida Emilio Castro y la avenida Escalada, donde en 2022 se realizó el primer festival de tango.
Imagen. El Fortín se convirtió en el centro de grandes acontecimientos en la historia del fútbol argentino. Por ejemplo, el 7 de diciembre de 1928 se disputó el primer partido nocturno con iluminación eléctrica del país.
Un mítico estadio, con mucha historia
El primer estadio de fútbol del Club Atlético Vélez Sarsfield, en el Barrio de Villa Luro, conocido popularmente como «El Fortín de Villa Luro», fue inaugurado el 16 de marzo de 1924, en el predio alquilado en la manzana comprendida por las calles Basualdo, Pizarro, Guardia Nacional y Schmidl, de esta Ciudad. Originariamente, la dirección del estadio, construido con tablones de madera y testigo de grandes eventos del deporte argentino, fue Basualdo 436.
En aquel entonces, fue instalada en una zona alejada de los centros urbanos y rodeados de calles de tierra, con extensos potreros. En la actualidad, la placa reza el número 460, y se corresponde además, con el espacio donde estaba instalada la vieja platea techada.
Con el paso del tiempo, el Fortín se convirtió en el centro de grandes acontecimientos en la historia del fútbol argentino. Por ejemplo, el 7 de diciembre de 1928 se disputó el primer partido nocturno con iluminación eléctrica del país. La iluminación constaba de postes de madera, que se encontraban instalados alrededor del campo de juego, sosteniendo 39 focos electrónicos de 3000 bujías cada uno y tres de 5000.
Este suceso movilizó a una gran cantidad de espectadores que colmaron las instalaciones deseosos de ver esta novedad, que fue un verdadero adelanto para la época.
Pero en el año 1940, el Club ingresó en una profunda crisis. Ese año perdió la categoría y también comenzó a sufrir una debacle económica que, entre otras cosas, implicó el desalojo del predio donde se ubicaba el estadio original. Ello se efectivizó en el año 1941, por lo que El Fortín fue demolido y, desde entonces, funcionaron en el lugar distintas instalaciones con diversos usos.
El Club resurgió de sus cenizas y con la conducción de Don «Pepe» Amalfitani -el mismo que fuera presidente en el momento de la inauguración del Fortín de Villa Luro- y el esfuerzo inconmensurable de los socios, simpatizantes y vecinos del barrio, trasladó sus instalaciones al lindante barrio de Liniers. Todo ello, también fue posible gracias al apoyo brindado por el entonces gobierno nacional, que en el año 1947 y a través de distintos préstamos, que fomentaba el desarrollo de la cultura física y el desarrollo de instituciones deportivas como herramientas de inclusión y promoción social.
Así fue que desde entonces, el estadio y la sede social del Club funcionan en el barrio de Liniers. Pero no quedan rastros del Fortín de Villa Luro, un lugar emblemático no sólo para la historia de la institución, sino del mismo barrio. En este sentido, vale destacar que en el año 2002, cuando esta Casa Legislativa aprobó la Ley 949 por la cual se establece todos los 1° de Diciembre como el día del Barrio de Villa Luro, entre sus considerandos se menciona la inauguración del estadio de la calle Basualdo en 1924, como un hito en la historia barrial.