El miércoles 16 de noviembre es el aniversario del barrio y este viernes 18 los centros culturales Versalles y Baldomero Fernández Moreno lo celebran brindando espectáculos de circo, magia y salsa en la Plaza Banff. Las actividades son gratuitas y comienzan a las 16hs
Según relata la Junta de Estudios Históricos del Versalles, en el siglo XVIII esta zona se conocía con el nombre de Monte Castro, y pertenecía a la extensa chacra de don Pedro Fernández de Castro.
Tras pasar por otras manos, en 1875 el actual barrio poseía tres propiedades: la Casa de Ejercicios de las Hermanas, Boneo y Visillac de Rodriguez, y las tierras estaban en gran parte ocupadas por un monte de duraznos.
En 1908 la Compañía de Tierras del Oeste compró a don Jorge Eduardo Rodriguez Visillac una fracción de tierras, iniciándose paralelamente la construcción de un ramal del Ferrocarril del Oeste.
Instalada una estación en esas tierras, don José Guerrico, que acababa de visitar en Francia el famoso palacio, propuso que se denominara Versalles a la flamante estación. El 1° de diciembre de 1911 se inauguró el nuevo servicio, que unía Plaza Once de Setiembre con Versalles, comenzando también los loteos y la conformación de este barrio de apacible tranquilidad.
Emblema: La “V” de Versalles, diseñada en estilo tipo colonial, rememora la arquitectura del barrio, pintada de color celeste simbolizando lo limpio y claro del ambiente, contiene el tren que alguna vez llegó al barrio, principal factor de progreso.
Un barrio de película
En al menos dos ocasiones, Versalles sirvió como escenario de películas
En el bar de Gallardo y Nogoyá se rodaron escenas de «El hijo de la novia», de Juan José Campanella.
Y en la calle Echenagucía 1232 se encuentra la casa donde se filmó Esperando la Carroza