La intención es que haya cuatro por Comuna, para que atiendan de inmediato la reparación de cámaras, subestaciones, cableados y todo otro desperfecto ligado al colapso eléctrico. El Programa sería íntegramente financiado por un impuesto extraordinario a las empresas prestadoras del servicio eléctrico en el ámbito de la Ciudad equivalente al 5% de su facturación. Y se anularían los aumentos tarifarios dispuestos a comienzos de año.
En las últimas semanas, la escalada de cortes de energía que dejó a decenas de miles de familias sin luz en la Ciudad, reeditó las peores escenas de los veranos de los últimos años. Para empeorar el estado de situación, durante enero se aplicó un aumento de tarifas, parte del sinceramiento acordado durante del actual gobierno, con lo cual la ecuación mal servicio y altos costos es aún más difícil de soportar por los porteños.
“Los cortes de luz se han repetido desde diciembre en todos los barrios de la Ciudad, entre los más afectados se encuentran, Caballito, Flores, Mataderos, Lugano, Almagro, Villa Crespo y Belgrano. Son decenas de miles de vecinos que no sólo han padecido la falta de luz, sino también de agua, ascensores y que han tenido pérdidas de mercadería y electrodomésticos. La respuesta del Ministerio de Energía es organizar el padecimiento, o sea divulgar una planilla con cortes programados” asegura el diputado porteño Marcelo Ramal.
Hasta el momento, la cantidad de usuarios afectados por los cortes programados alcanza a los 36 mil en la Ciudad y puede crecer si el calor y la demanda aumentan. “¿Si se pueden programar los cortes, ¿no debería programar también la asistencia a los vecinos sin luz? Es lo que se hizo en Recoleta en octubre pasado, colocando decenas de generadores eléctricos fueron instalados luego de que una tuneladora rompió cables de alta tensión” se preguntó el legislador del FIT.
Por ello, Ramal presentó en los últimos días un proyecto que busca declarar la Emergencia Eléctrica en la Ciudad y, acto seguido, intentar resolverla sobre la base de la conformación de comités integrados por un representante de cada bloque de la Legislatura de la Ciudad, representantes de los Consejos Consultivos de las Comunas y de los barrios afectados, representantes electos de los trabajadores y técnicos de las distribuidoras de energía y académicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires.
La intención de conformar este organismo participativo es que se encargue de mapear las zonas afectadas, conocer en detalle el estado de subestaciones, cámaras y tendidos, ordenar la ejecución de tareas de reparación y disponer de un presupuesto que permita la compra de todos los materiales y equipos, así como la contratación de los trabajadores y técnicos necesarios para la abordar la crítica situación energética.
“Planteamos la creación de un Comité de Emergencia con representantes de trabajadores y vecinos y de los bloques políticos de la Legislatura. Luego, la puesta en pie de cuadrillas de trabajadores y técnicos que actúen en acción coordinada con las asambleas de vecinos y representantes de las comunas. Cuando los cortes sean programados, que el gobierno provea previamente los generadores para paliar la crisis y atender las situaciones más urgentes, así como la provisión de agua”, explica. “También contempla la indemnización para los vecinos que han sufrido perjuicios económicos por la emergencia. Para financiar estas medidas planteamos un impuesto extraordinario a Edenor y Edesur que alcance al 5% de la facturación de las distribuidoras eléctricas”.
La Legislatura tiene la posibilidad de sentarse a discutir y encender una luz para miles de miles de porteños que andan a oscuras. Sólo es cuestión de encender el interruptor de un recinto que, según los papeles, abrirá recién el 1º de marzo.