La iniciativa ya existe en diversas ciudades del mundo y apunta a jerarquizar el espacio público, impulsando el Muralismo, los Grafitis y filetes porteños para promover y socializar el arte, y fortalecer la memoria colectiva.
La Ciudad de Buenos Aires está plagada de manifestaciones de artistas callejeros. Murales, grafitis, filetes porteños le dan a la Ciudad una identificación especial. Desde la Legislatura porteña la revalorización del arte callejero y la democratización de bienes culturales de este tipo ha avanzado cuando se sancionó la Ley 2.991 y su modificatoria, a través de la cual dispuso la creación de un registro de muralistas y creadores de arte público y otro de inmuebles susceptibles de ser utilizados con ese fin.
Los Murales a Cielo Abierto como espacios para la creación y recreación colectiva, fue desarrollado por distintas ciudades alrededor del mundo. El caso más cercano a nosotros, es el de Valparaíso, Chile donde funciona un paseo formado por veinte murales de gran tamaño que dan atractivo al entorno urbano y convocan anualmente a cientos de turistas. Estas manifestaciones se multiplican en varias ciudades chilenas como San Miguel, La Pincoya y Recoleta que pueden mostrar ejemplos exitosos de ellos.
Con motivo de profundizar ese primer paso de la legislatura, Roy Cortina, del bloque del Partido Socialista, impulsó un proyecto de leypara crear el denominado “Museo a Cielo Abierto”. Además, la propuesta se suma a iniciativas privadas como las que lleva a cabo por www.graffitimundo.com, de agrupar las obras de acuerdo a recorridos temáticos y de proximidad geográfica. Además de difundirlos y publicitarlos a través de medios oficiales como parte de circuitos culturales y turísticos de la ciudad.
Su objetivo es generar nuevas herramientas que reafirmen la relevancia estética y la importancia social de esta particular forma de arte, ya que “es la expresión viva de nuestra cultura diversa y cosmopolita”, según afirma el legislador.
Una de las propuestas del proyecto plantea bajar la edad requerida a los artistas para poder inscribirse en los Registros de Muralistas y Creadores de Arte Público, que podrán presentarse vía CV tanto individual como grupal. A su vez incorpora la posibilidad de establecer, con la conformidad de sus propietarios, inmuebles pertenecientes a particulares como destino de las obras, asegurando su correcto mantenimiento.
En el artículo N°1, el proyecto plantea como objetivo general“la protección, difusión y expansión de las distintas manifestaciones del arte callejero en el territorio porteño, como forma de visibilización de contenidos sociales y fortalecimiento de la memoria colectiva”. De esto se desprende que además de los murales, los museos a cielo abierto incluirían al filete porteño, manifestación surgida a fines del siglo XIX como símbolo de la clase trabajadora. Y al graffiti, como nueva modalidad de manifestación artística urbana de significados, contenidos ideológicos y culturales, resistencias y luchas. Esto último, como modo de revertir la tendencia represiva que se ha impuesto sobre esta modalidad en los últimos años.
“Creemos que la aprobación de este proyecto estimulará la creación artística, potenciará capacidades, contribuirá a socializar el arte y acercarlo a la ciudadanía, fortalecerá la memoria colectiva, dará lugar a visiones alternativas de la realidad y favorecerá la configuración de nuevas identidades” Asegura el legislador en sus fundamentos.
