La Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad lo inhabilitó debido a la ausencia de un Plan de Evacuación. Sin embargo, pese a que el colectivo comunicacional lo presentó con rapidez, el gobierno sigue sin levantar la clausura. Los integrantes del colectivo comunicacional denuncian que esta decisión pone en jaque la sustentabilidad del proyecto.
El Bar del colectivo cultural y comunicacional La Tribu cayó en la volteada de espacios culturales clausurados en el último tiempo por la temida AGC. En este caso, los inspectores adujeron falta del Plan de Evacuación.
“El 25 de mayo habíamos recibido una visita de los inspectores en la que nos exigieron una documentación vinculada al “Plan de Evacuación” que nunca antes habían solicitado. En esa misma inspección nos intimaron, bajo apercibimiento de clausura, a cumplir con la documentación. Desde ese día iniciamos todos los procedimientos necesarios para avanzar con la documentación faltante y durante la inspección de ayer explicamos la situación y mostramos los papeles de los avances que habíamos hecho – que por el papeleo que conlleva no se puede tener de un día para el otro- (ante oídos sordos y ojos ciegos). Tenemos el “Plan de Evacuación” en trámite, y esta semana se presentaba a Defensa Civil, por eso la bronca. Le pedimos que nos dieran un plazo, pero no. La tolerancia no los caracteriza”, aseguró el colectivo cultural en un comunicado.
Para peor, el jueves 24 de junio, un día después de la clausura, La Tribu consiguió la aprobación de Defensa Civil del Plan de Evacuación. Con eso en mano, el viernes se presentaron ante la Controladora, quien pudo verificar la aprobación a pesar de que, una vez más, la misma no figuraba en el sistema. Con lo cual y hasta que no se presenten los representantes de la AGC en el lugar, el espacio continúa inhabilitado.
Pese a que desde La Tribu reconocieron la importancia y la responsabilidad que implica manejar un espacio abierto al público, criticaron fuertemente que estas dilaciones y la tardanza en resolver el tramiterío legal perjudica de lleno la sustentabilidad de los proyectos culturales autogestivos.
“Entendemos que las clausuras a espacios culturales en la Ciudad de Buenos Aires, práctica sistemática en estos años por parte del Gobierno de la Ciudad, son también una forma de desfinanciar proyectos alternativos o comunitarios que buscan disputar sentido. En nuestro caso, el Bar de La Tribu es una parte fundamental del sostenimiento de nuestro proyecto político-comunicacional, y no contar con él, pone en riesgo la sustentabilidad del proyecto entero”, aseguraron.
La tribu está siendo asistida legalmente por el Grupo Abogados Culturales.