El 14 de febrero, Día Mundial de las Cardiopatías congénitas, la sede comunal -ubicada en Bacacay 3986- encenderá luces rojas para concientizar sobre esta problemática y apoyar una ley que garantice un diagnóstico oportuno y el acceso al tratamiento.
La cardiopatía congénita es la malformación más común que puede tener un bebé al nacer: en Argentina cada año nacen más de 7.000 niños y niñas con esta patología y el 50% requiere de una cirugía antes del año de vida. Sin embargo, el 30% fallece antes del primer mes sin ser diagnosticado, lo que representa casi el 40% de todas las muertas causadas por anomalías congénitas.
El 95% de los casos puede solucionarse con diagnóstico y tratamiento oportuno. Por ello, distintas organizaciones nucleadas en el Hashtag #YoApoyoLeyCardio impulsan una Ley que garantice el diagnóstico oportuno y el acceso al tratamiento a nivel federal.
“Con respecto al diagnóstico oportuno, estamos viendo que se lleve a cabo mediante un Protocolo de detección precoz a través de un ecocardio fetal, que lo puede hacer el ecografista con el mismo equipo con el que se mide el fémur y se ve el sexo del bebe, y que entre la semana 18 y 22 se observa la formación del corazón”, explica a Nadie nos Invitó Lucía Wajsman, vecina de Monte Castro y referente de Cardiocongénitas Argentina.
“En el caso de que haya diagnóstico de una cardiopatía congénita ese bebe va a nacer en un centro acorde. En el caso de que no haya diagnóstico, hay otra instancia, que es tardía, pero cuanto antes mejor, que es una exiometría de pulso, la medición de la presión y lo que pedimos es una ecografía hasta los seis meses de edad. Esto se incluiría en el Plan Médico Obligatorio o en el Plan Materno Infantil con lo cual nos cubre a todos, tengamos obra social o no”.
Los datos indican que 1 de cada 100 nacidos presentará una malformación cardíaca. Estas malformaciones se producen en los vientres gestantes y no hay hasta el momento manera de prevenir que esto suceda. Se convierten en una enfermedad no trasmisible y azarosa.
El punto nodal de la ley es el diagnóstico precoz como mecanismo necesario para la supervivencia. Un diagnóstico precoz permitirá que los nacimientos se produzcan en centros de alta complejidad preparado para el manejo de neonatos críticos. La mayoría de estos niños y niñas necesitaran cirugías correctivas durante el primer año de vida, el éxito de la misma dependerá en gran medida del diagnóstico temprano.
El diagnóstico intrauterino reduce las comorbilidades asociadas. En nuestro país la tasa de diagnóstico en este sentido es del 20% en comparación con los países considerados del 1er mundo, donde el diagnóstico precoz ronda el 70%. De ahí la importancia crucial de una ley de orden nacional que permita normatizar tanto en el sector público como en el de gestión privada, una rutina dentro de plan materno infantil que incluya un estudio ecográfico en busca de hallazgos en relación a estas afecciones.
El latir de un músculo
Pensando en el corazón y su relación con el amor les queremos compartir una respuesta desde la historia que con el devenir del tiempo convirtió a este músculo en el símbolo amoroso que hoy conocemos
Esta historia proviene de Egipto: un grupo de médicxs observaron que cuando una persona sentía miedo, por ejemplo, el corazón aumentaba su ritmo, de este modo aseguraron que era allí y no en otro lugar del organismo donde se originaban las emociones y por tal motivo cuando preparaban las momias de los faraones les sacaban todos los órganos internos menos el corazón ya que entendían que este era necesario para su vida eterna. Hacemos esta breve alusión histórica para tomar la dimensión de lo que hablamos cuando hablamos de Cardiopatías congénitas. Mejor dicho, de que hablan estas madres cuando hablan de cardiopatías.
Hablan de amor, siempre. La ley cardio es una ley de amor. Una ley que permitirá una mejor calidad de vida de estos niños, niñas y adolescentes, es la puerta de entrada a visibilizar a lxs adultxs con cardiopatías y todas las dificultades que atraviesan en lo cotidiano.
La ley cardio es una de esas leyes a las que nadie de “noble corazón” no apoye, no obstante, los tiempos políticos, que impresionan siempre a contramano de la razón, tiene a este grupo de madres desde el año 2015 sin respuestas.
Se necesita ampliar derechos, siempre, y este es uno de los urgentes y necesarios.