Músicos, acróbatas, actores y cientos de personas se congregaron en las puertas de la Legislatura porteña para manifestar su repudio a las modificaciones que se quieren introducir en el Código Contravencial de la Ciudad. Entre otras modificaciones, el proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo de la Ciudad incluye la categoría de “ruidos molestos” en la esfera pública, habilitando denuncias anónimas, la incautación de instrumentos musicales de forma arbitraria, multas de hasta 2 mil pesos y sanciones a los músicos independientes de hasta 20 días de trabajo comunitario y 5 días de arresto.
Desde comienzos de abril, la Comisión de Justicia de la Legislatura se encuentra debatiendo dos proyectos para modificar el Código Contravencional de la Ciudad. Uno de ellos fue presentado por el Ejecutivo, en el cual se modifican, entre otros, aspectos que contemplan la violencia de género, el acoso sexual y el hostigamiento, ciberacoso en las redes sociales. Sin embargo, el punto que despertó más polémica está vinculado a las modificaciones relacionadas a los “ruidos molestos en vía pública”.
El texto agrega un agravante al tipo contravencional previsto originariamente, incluyendo la figura de ruidos molestos provenientes de la vía pública, y en miras de la mayor afectación al bien jurídico que ello trae aparejado. En estos casos la acción se establece como pública, sin que dependa de instancia privada ya que la afectación de terceros en la vía pública resulta indeterminada. El caso podrá ser denunciado por cualquier persona, pero la actuación del órgano prevencional no dependerá de la instancia de algún afectado en particular.
A su vez, el proyecto habilita a las fuerzas de seguridad la incautación de instrumentos musicales de forma arbitraria, multas de hasta 2 mil pesos y sanciones a los músicos independientes de hasta 20 días de trabajo comunitario y 5 días de arresto.
Este último martes, en una de las últimas reuniones de la Comisión de Justicia, antes que envíe el proyecto 1664/18 para que lo discutan la totalidad de los legisladores en una sesión, diversos colectivos de artistas ambulantes y callejeros de la Ciudad de Buenos Aires, acompañados por cientos de personas, realizaron una manifestación frente a la Legislatura.
“Grupos artísticos callejeros con el acompañamiento de diferentes espacios políticos, sociales y sindicales, nos concentramos en las puertas de la Legislatura para decir que el arte callejero no es delito”, aseguró a Nadie nos invitó Alejandro Cabrera Britos, presidente de la Federación de Artistas Ambulantes Organizados – FAAO. “La cuadra de la Legislatura quedó colapsada, llena de color y de arte en todas sus diversidades, y se hizo una asamblea donde se generaron lineamientos para poder consolidar una actividad más contundente en lo artístico y política para el 10 de julio, día en que la comisión de justica va a tratar nuevamente la reforma al código contravencional, donde en su artículo 85 prácticamente nos busca exterminar”.
A su vez, representantes del Colectivo Cultura Unida, otro de los espacios convocantes, mantuvieron una reunión con el Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro en la que le manifestaron su preocupación por las reformas previstas en el régimen contravencional que regula la actividad artística y política en la vía pública y de los espacios culturales. “Entendemos que éstas modificaciones criminalizan el arte callejero, las manifestaciones sociales y culturales en el espacio público y genera grandes riesgos de clausuras injustificadas para los espacios culturales”, aseguraron tras salir del encuentro en el que, según comunicaron, el ministro tomó el compromiso de “defender al sector y trabajar con el Ejecutivo de la Ciudad para evitar que esta reforma tenga un impacto negativo en nuestra actividad”.
Por lo pronto, los diferentes espacios culturales ya confirmaron que volverán a manifestarse el próximo martes 10 de julio en las puertas de la legislatura, día en que la Comisión de justica tratará nuevamente la reforma al código contravencional con la intención que de marcha atrás con las reformas referidas al arte callejero.
