Tras la audiencia pública en la que AUSA argumentó la necesidad de incrementar hasta un 60% la tarifa en las autopistas 25 de Mayo, Perito Moreno, Autopista Illia, Retiro, Sarmiento, Salguero y Peaje Alberdi, legisladores presentaron pedidos de informes al ejecutivo para conocer la real recaudación de la empresa en los últimos años. Para la CGT, los peajes de ingreso a la Ciudad aumentaron un 956%desde 2008.
Luego de la Audiencia Pública quedó clara la intención de AUSA de incrementar el valor de la tarifa del peaje de todas las autopistas porteñas, así como también de extender la franja del horario pico, que en lugar de 7 a 10 (camino al centro) y de 17 a 20 (camino a Provincia), será de 7 a 11 y de 16 a 20.
La decisión, de por sí polémica en un contexto inflacionario y de pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores en la Ciudad y en el país, generó mayores rechazos al ni siquiera estar debidamente fundamentadas a través de un estudio técnico que justifique el aumento.
Tal como aseguró Ricardo Lasca, coordinador del Comité de Defensa del Usuario Vial, “no se conocen los estudios que expliquen cómo está fundamentado (el aumento). Lo único que se proponen es restablecer la ecuación económica del concesionario cuando lo que debería estar primero es el bolsillo de los usuarios».
El rechazo no sólo provino de los organismos de defensa de los usuarios sino también de los legisladores porteños. Esta semana, el diputado de la Ciudad Diego García de García Vilas presentó un pedido de informes exigiéndole al ejecutivo que de a conocer, y acompañe los números con la documentación pertinente, los montos recaudados por AUSA entre 2014 y 2016 en concepto de peaje de la red concesionada y otros ingresos generados por la explotación de la concesión.
También solicitó conocer cuánto de ese dinero fue transferido durante esos tres años, tal como establece la ley 3060 al Fondo Permanente para la Ampliación de Subterráneos y a la ejecución de nuevas obras publicas viales y no viales.
García de García Vilas fundamentó este rechazo en que este aumento “no impacta únicamente en el bolsillo de aquellas personas que acceden en vehículo a Capital Federal, sino que se trasladará además al costo del transporte y precio de los productos, afectando a la economía en general”.
“Frente al argumento del Gobierno de que el aumento es parte de una política para fomentar el transporte público, consideramos que una política seria debería estar acompañada de medidas que no solo desalienten la utilización de los vehículos, sino que además mejoren el servicio público de transporte”, asegura el legislador de Confianza Pública en el proyecto presentado.
Habrá que esperar a ver si el rechazo generalizado hasta de sectores aliados al gobierno, como el caso de Confianza Pública, logra frenar el aumento. Sin embargo, ya es casi un hecho que para antes de fin de mes, ingresar a la Ciudad será al menos, un 15% más caro.
