Del sábado 10 al lunes 12 de febrero, Los Revoltosos de Villa Real organizan nuevamente esta fiesta popular en Plaza Las Toscaneras. Este año, el festejo tendrá un repertorio de propuestas más amplio: además de las murgas, habrá grupos de cumbia, actividades para chicos organizadas por centros culturales de la comuna, magia, sorteos y premio al mejor disfraz.
Febrero es Carnaval y, pese a la decisión del gobierno porteño de achicar los corsos, la Comuna 10 tendrá su festejo. Del sábado 10 al lunes 12 de febrero, la Plaza Las Toscaneras (Moliere y Pedro Varela) se vestirá de fiesta, de la mano de Los Revoltosos de Villa Real. Por eso, conversamos con Fabio Rodríguez, director general de la Murga, para que nos cuenta con qué nos vamos a encontrar este fin de semana.
“Este año vamos a tener una propuesta distinta al corso que veníamos haciendo, en el que era todo murga, ya que nosotros siempre hicimos corsos oficiales por dentro del circuito del Carnaval porteño, pero este año, como lo organizamos por fuera del circuito, ya que no no nos dieron los permisos, vamos a tener un corso con menos cantidad de murgas pero mayor variedad artística”, adelanta Fabio.
Imagen. Postales del corso realizado en 2023 en Plaza Las Toscaneras.
“La idea nuestra es traer grupos de baile, conjuntos musicales y también tenemos hecho una especie de convenio con centro culturales de la comuna para que traigan sus actividades y las puedan mostrar en el corso, sobre todo cosas para chicos”.
¿Cómo se preparan los revoltosos para este carnaval?
-Este año la apuesta es hacer algo colorido, innovador, con cosas nuevas que quizás no se vean en las murgas. Siempre nosotros tratamos de traer ideas de afuera del ambiente de la murga, para tener cosas que sorprendan cosas que sea diferente a lo que puede ver la gente en el corso por ahí ve dos o tres murgas con las mismas propuestas y llegar con algo diferente.
Imagen. Este año, ademas de murgas, habrá bandas de cumbia y diferentes espectaculos
Este año el gobierno de la Ciudad redujo muchísimo el Carnaval, ¿sentís que le están quitando lugar e importancia al carnaval porteño? ¿Cómo fue el recorrido para que igualmente pueda haber festejo en nuestra Comuna?
El recorrido para hacer el corso este año fue muy largo. En primera instancia, nuestro corso fue uno de los que el Gobierno de la Ciudad habilitaba en caso de contar con todas las cosas hubo 15 corsos a los que el gobierno de la ciudad les daba el presupuesto y tenían que poner parte de la técnica y otros seis corsos en los cuales estábamos incluidos nosotros que el gobierno de la ciudad sólo le gestionaba permisos baños químicos y la seguridad homologada.
Cuando nos informaron esto, les dijimos que nosotros poníamos todo para hacer el corso, porque para nosotros el corso no es ni un negocio ni nada por el estilo, sino que es una conquista tener un corso en el barrio y en la comuna, y no queremos perder ese terreno.
Cuando le informo que teníamos todo, nos dijeron que tampoco el gobierno iba a poner los baños químicos, ni la seguridad homologada y que de ese gasto nos tendríamos que hacer cargo. Ahí nos hicimos cargo de los gastos: conseguimos todo lo que se necesitaba, y cuando presentamos de nuevo todo nos dijeron que también nos íbamos a tener que hacer cargo del área protegida. Y el área protegida ya es algo que tiene un costo carísimo para lo que puede afrontar una murga de barrio, como somos nosotros. Estamos hablando de hasta de un millón de pesos por día para tener el área protegida para un evento masivo.
Imagen. Fabio Rodriguez, director general de Los Revoltosos de Villa Real. Este año, debido a las trabas puestas por el gobierno porteño, la murga decidió organizar el carnaval junto a la Comuna 10.
Desde el momento en que dijimos “listo, hasta acá llegamos, no podemos enfrentar este gasto”, iniciamos las gestiones por nuestra cuenta con la comuna, pero no para hacer un corso, y por eso lo que contaba un poco en el principio que es una propuesta diferente, sino para hacer un festejo barrial. Vamos a darle más variedad artística, no todo murga, sino algo con diferentes actores culturales del barrio y para todo tipo de público. Quizás alguien no le gusta la murga, pero si le gusta el baile y viene una profesora que hace una clase abierta de hit dance vienen actividades del Centro Cultural va a venir un grupo de de cumbia, va a venir unas bandas locales del barrio.