Homenaje al Maestro Antonio Pujía | Artistas de Floresta celebran al escultor a cuatro años de su partida

Homenaje al Maestro Antonio Pujía | Artistas de Floresta celebran al escultor a cuatro años de su partida

junio 9, 2022

El encuentro es el domingo 12 de junio, en el Club La Floresta. La propuesta es compartir anécdotas y recordar, junto a artistas integrantes de la Junta de Estudios Históricos de Floresta y vecinas y vecinos del barrio, al Maestro. “Antonio siempre nos apoyó a todos”, lo recuerda el dibujante Beto Paéz. “Nosotros lo mirábamos en un pedestal y él estaba al ras con nosotros”.

 

 

Por cuarto año, Artenfloresta, grupo que nuclea a las y los artistas plásticos de Floresta Beto Páez, Lala García, Carlos y Mariela Kahayan, y María Claudia Martínez invita a homenajear al Maestro Antonio Pujía, un artista y escultor inmenso que cultivó un gran amor por Floresta -donde vivió y tenía su taller-, y por su gente.

 

En dialogo con Nadie nos Invitó, el humorista gráfico y dibujante Beto Paéz lo recuerda: “Antonio caminaba las calles de Floresta, revisaba todo antes de llegar al taller. Él salía de la casa, que está a cuatro cuadras del taller, y caminaba toda la plaza Vélez Sarsfield. Miraba los árboles. Todos los días descubría algo nuevo. Siempre nos cruzábamos y charlábamos. “Leeme algo negrito, algo del barrio”, me decía, y yo le leía los relatos que hago de personajes del barrio, y nos pasábamos bien la tarde”.

 

 

Imagen“La Columna de la Vida”, obra de Pujía emplazada en la Plaza Vélez Sarsfield, Floresta.

 

 

El grupo de artistas Artenfloresta ya realizó este homenaje en 2019 de manera presencial y, aún en pandemia, los encuentros no se detuvieron, aunque en 2020 fue por zoom. “Antonio siempre nos apoyó a todos”, deja en claro Beto. “Por el artista que era, era muy humilde. Nosotros lo mirábamos en un pedestal y él estaba al ras con nosotros”.

 

Imagen. Antonio Pujía junto a Beto Paéz, en el año 2016

 

¿Los vecinos y vecinas que se acerquen el domingo con qué se van a encontrar?

 

Vamos a hacer un homenaje al Maestro y a intercambiar anécdotas. Va a hablar gente que entrevistó a Antonio. Va a venir una alumna de Antonio, cuando empezó como profesor en el Bellas Artes. Va a estar Arnaldo, historiador y presidente del Club La Florista. El viernes 11 es su cumpleaños y además es el Día del Vecino, y Antonio era un buen vecino.

La última vez que hicimos el homenaje, los vecinos salieron y dijeron cosas lindas. Había una vecina acá en el barrio que lo paraba a Antonio y le decía ´padre, deme la bendición´, porque creía que él era cura, y Antonio le hacía la cruz, le daba la bendición y ella se iba contenta. O sea que fue un buen artista, un buen vecino y un buen cura ficticio.

 

 

 

Un artista excepcional

Si bien nació en Polia, Italia en Junio de 1929, Antonio Pujía residía en el país desde 1937 y desde hace décadas su nombre quedó vinculado a Floresta, barrio donde tenía su estudio, donde participó de distintas iniciativas muy importantes para el barrio y donde engalanó la plaza Vélez Sarsfield con su obra “La Columna de la Vida”.

 

Pujía se recibió de Profesor Nacional de Dibujo en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y el de Profesor de Escultura en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Carcova. Este periodo de estudios abarca desde 1943 hasta 1954 y tiene como profesores a artistas de la talla de Troiano Troiani, Alfredo Bigatti, Alberto Lagos y José Fioravanti, con los cuales también trabaja como ayudante en sus talleres, también trabaja como ayudante en el taller de Rogelio Yrurtia.

 

En 1959 Gana su primer premio de importancia: el Gran Premio del Salón Municipal Manuel Belgrano. Esta distinción lo empuja a profundizar su compromiso con el arte. Esto iniciaría una seguidilla de premios crecientes en importancia y ganados a una edad poco usual, puesto que los mismos se daban, por lo general a artistas de mayor edad y trayectoria. En 1960 gana el Gran Premio de honor del Salón Nacional de Artes Plásticas a la edad de 30 años.

 

En 1961 gana la Bienal Alberto Lagos y en 1964 el Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes “Augusto Palanza”, completando de este modo la posesión de los premios mas importantes del país. Estas destacadas distinciones confirman la elección de Pujia y lo comprometen cada vez mas profundamente en su compromiso con el arte.

 

En el año 1976 y aproximadamente durante un año, vive y trabaja en España, en el Escorial, y durante ese periodo y ya de regreso en Buenos Aires hasta el ´79 elabora la temática relativa a los años de plomo con la dictadura impuesta en Argentina. Una pieza de tamaño natural, “Libertad Amordazada” y la serie de esculturas mutables, que también dan cuenta de lo que es encarcelado, por ejemplo “El espejo del alma”, mas otras donde la expresión esta puesta en lo que es encerrado, lo que permanece oculto detrás de las cubiertas siniestras que oprimen.

 

En 198O se conmemora la 2da. Fundación de Buenos Aires y se le encarga la creación de una medalla conmemorativa, que se acuña en Italia, y se regalan 250.000 como insert con la Revista “Siete Días”. Hasta el 82 se extiende el periodo de piezas con la temática de la dictadura. En 1983, con el advenimiento de la democracia, crea por encargo, una medalla conmemorativa de la asunción a la Presidencia del Dr. Alfonsín.

 

Hace una importante ampliación a su taller consiguiendo un espacio y luminosidad muy importantes y su sentimiento se vuelca a desarrollar la parte mas bella de la vida: las parejas que se aman, este momento coincide con la etapa en que sus hijos están en pareja, y son el testimonio de la eterna continuidad de la vida siendo, ocasionalmente, modelos para sus obras. Realiza la exposición titulada”En-amor -a dos”, que muestra esta serie.

 

A continuación, y con esa misma dirección aparecen las familias, que incluyen los nietos del artista, y forman el núcleo de las familias felices. Posteriormente la debacle económica en que se sumerge el país opone a estas familias las que quedan marginadas de toda inserción social por la desocupación y la indiferencia social. Esta serie la realiza a partir del cuadro de Ernesto de la Cárcova “Sin pan y sin trabajo”; el material que emplea para expresarse, es la cera directa pigmentada. Luego de un tiempo retoma la temática de las parejas y las familias combinando diversos materiales, madera, o mármol con bronce.

 

Esta información fue tomada de la web oficial de Antonio Pujía. Para más info: http://antoniopujia.com