Los clubes de barrio exigen ser incluidos en la tarifa social

Los clubes de barrio exigen ser incluidos en la tarifa social

mayo 23, 2016

Representantes de los clubes y comuneros manifestaron la necesidad de la reglamentación de la ley 24.218 que prevé la aplicación de una tarifa social a las entidades de bien público, como la única forma real de lidiar con los aumentos y de poder mantener sus puertas abiertas. “Pensar en nosotros como comunidad y no como un centro de costos se vuelve esencial” asegura Funes, presidente Club Deportivo y Social Colegiales, uno de los 400 clubes que existen en la Ciudad,.

 

Tras haber empezado a llegar los nuevos montos “sincerados” de las tarifas de luz, agua y gas, muchos clubes de barrio pueden verse obligados a cerrar sus puertas. Por ese motivo, la Subsecretaría de Deportes y Recreación Social de la Defensoría participó de reuniones en las Comunas 7 y 9 en la que las autoridades de los clubes de barrio locales, acompañados por los representantes comunales, manifestaron su profunda preocupación por que impacto que los aumentos de las tarifas de los servicios públicos están teniendo en su funcionamiento.
“Los clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro que no disponen de los recursos económicos necesarios para poder afrontar el pago de facturas, que en la mayoría de los casos triplicaron o hasta cuadruplicaron su valor” aseguran desde la Defensoría.

En éste sentido, tanto los representantes de los clubes como los comuneros manifestaron la necesidad de la reglamentación de la ley 24.218, presentada por el legislador Roy Cortina a mediados de abril, que prevé la aplicación de una tarifa social a las entidades de bien público, como la única forma real de lidiar con los aumentos y de poder mantener sus puertas abiertas.

 

Para Carlos Funes, presidente Club Deportivo y Social, obtener la tarifa social será solo un paliativo ante una emergencia, ya que las mismas políticas de ajuste que impone Cambiemos fueron, en la dictadura y los noventa, las responsables de hacer desaparecer decenas de clubes de barrio. “Con este rumbo y las demoledoras medidas económicas que toma el gobierno, nuestro destino estará representado por la terrible foto de gimnasios, salones y salitas de nuestros clubes en penumbras durante muchas horas del día, sin actividad ante la fuga de socios y socias que no puedan pagar las cuotas y aranceles que deberemos cobrar para sostener abiertas nuestras puertas, pagar profesores de deportes, mantenimiento de edificios e instalaciones, etc”.

 

Y concluyó: “pensar en nosotros como comunidad y no como un centro de costos se vuelve esencial. Pensar en nuestros socios y socias, sus dificultades y ausencias que ya aparecen, y las «tarifas sociales»que ellos no tendrán, es una responsabilidad fuerte para enfrentar –juntos- lo que viene” aseguró.