Desde que comenzó la pandemia en la Av. Álvarez Jonte casi Av. Segurola, Matías, un vendedor callejero, comenzó a vender recipientes de plástico con tapas, repasadores y todo lo que puede llegar a hacer falta en una cocina.
Los productos que son comercializados por este vendedor comenzaron a circular por los grupos de Facebook del barrio rápidamente y con el tiempo se comenzó a notar el cariño de la gente. Si pasaban unos días y Matías no aparecía con sus cosas, la gente comenzaba a preguntar en los grupos si alguien sabía algo de él.
Hace poco Matías volvió a ser noticia en las redes cuando lxs vecinxs manifestaban su enojo porque, después de una denuncia, el vendedor había sido desalojado por la policía.
Nadie nos Invitó se acercó al punto de venta y vimos que Matías estaba nuevamente con su mercadería prolijamente ordenada y conversando con una clienta.
“Lo conocí de hacer los mandados en el supermercado y en el grupo “Yo vivo en Monte Castro”, donde a veces Matías comparte todo lo que vende. Siempre respetuoso, cumplidor, honesto y laburador. Con frío, días nublados, con cuarenta grados de calor, Matías siempre está acá. Vende mercadería con buenos precios y siempre lo que le encargas te lo consigue”, fueron las palabras de Viviana, una vecina del barrio y clienta.
Nadie Nos Invitó: ¿Cuánto hace que trabajas vendiendo en la calle?
Matías: Vendo en la calle hace once años. Nací en el barrio y me tuve que reacomodar por el tema de la pandemia, ya que antes vendía en el barrio de Caballito en la puerta del hospital de los municipales, y venía a Jonte y Segurola los días sábados. Desde que comenzó la pandemia estoy vendiendo acá fijo de lunes a sábados.
Trato de venir todos los días, la calle no es fácil y la verdad es que los vecinos son re solidarios conmigo, me ayudan un montón. Generalmente estoy lunes, martes, jueves, viernes y sábados porque hay un día que corto para ir al mayorista. Ya soy conocido como el chico de los Tupper.
NNI: Circuló en las redes que te habían levantado la mercadería y que no te permitían vender en la vía pública.
M: La calle no es fácil. Hace poco, no sé si por una denuncia o porqué la policía me corrió. Entiendo que es el laburo de ellos, igual fueron muy respetuosos y no me llevaron la mercadería tampoco. No sé quién habrá hecho la denuncia ni me interesa, tengo muy buena relación con los vecinos así como también con los comercios de la cuadra, especialmente el supermercado y la librería que tienen la mejor onda siempre.
NNI: ¿Los días que no pudiste trabajar cómo hiciste?
M: Lamentablemente esos días estuve sin trabajar dos semanas y recién esta semana comencé a venir salteado, un día sí y un día no, voy probando. Gracias a Dios tengo clientes que fui haciendo en la pandemia y en ese tiempo me la fui rebuscando con lo que fui vendiendo por las redes, que no es lo mismo, pero alguna que otra venta tuve.
La verdad es que la única entrada que tengo es de lo que vendo en la calle, para mí es como mi pequeño negocio, venir y armar el puestito con las pocas cosas que tengo.