El Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires "Eduardo Ladislao Holmberg" está protegido por la Ley Nº 1.446 (BOCBA N° 2046 del 15/10/2004) que prohíbe el funcionamiento de circos en los que intervengan animales, pero en Agosto fallecieron lobos marinos en lo que se sospecha fueron espectáculos para el público.
La norma n° 1446 establece: “prohíbase en el ámbito de la CABA, el funcionamiento de circos y espectáculos circenses en los que intervengan animales cualquiera sea su especie”, mientras que su Artículo 4.1.1.1. sobre actividades circenses prohibidas resalta:“el/los titular/es o responsable/s del funcionamiento de un circo o espectáculo circense en los que intervengan animales, cualquiera sea su especie, que se instale en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, será sancionado con multa de $ 3.000 a $ 10.000 y/o clausura».
Las colecciones faunísticas del zoológico pertenecen al Gobierno de la Ciudad, quien tiene a su cargo el control del estado sanitario de las especies albergadas, su conservación y mantenimiento, según lo ratifica el pliego con las condiciones particulares para la Concesión de Uso y Explotación del Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, estipuladas por el Decreto N.° 210/12 y especificadas en el anexo del Boletín Oficial Nº 3906 del mismo año, en particular el anexo IV que se remite a la colección faunística.
Es que si bien la concesión del establecimiento es de gestión privadahace más de 20 años, y la licencia actual,también, ha sido otorgada en octubre de 2012 a través de una subasta al mejor postor a una empresa privada, no escapa a la responsabilidad del estado controlar el patrimonio faunístico, florístico y arquitectónico que alberga el predio del zoológico.
Hace poco, dos lobos marinos murieron con tres días de diferencia. Activistas de la ONG animalista Sin Zoo denuncian que uno falleció por estrés, luego de haber realizado 15 shows en un mismo día, y el otro por hiperingesta tras ser alimentado por la gente. Pero coordinadores del acuario dicen que se desconocen las causas y aseguran que no hubo modificaciones en el proceso de alimentación de los ejemplares.
En el verano hicimos 30 denuncias en el Ente Gubernamental de Control y ninguna llegó a inspección”, dijo MalalaFontán, de la agrupación animalista Sin Zoo. Y apuntó “El acuario es un quiosco, una máquina de generar ingresos. Los animales aparentemente no pertenecen a la Ciudad porque no están en el listado de animales del Zoo. Así se hace fácil traficar animales. Es una mafia”.
Por otra parte, desde el Partido Socialista Auténtico presentaron un Proyecto de Resolución, en el que solicitaron documentación que acredite la tenencia y el origen de los dos ejemplares de lobos marinos fallecidos este año, que incluya ficha con los datos biológicos y médicos de los últimos dos años de ambos ejemplares y ficha de necropsia con indicación de la causa de sus muertes.
Asimismo, pidieron el plan de nutrición para las especies de lobos marinos alojados en el Jardín Zoológico, información sobre los medios arbitrados en los que intervienen lobos marinos, y sanciones aplicadas por los realizados con anterioridad, el Programa Sanitario y su Plan de Manejo elaborado por el concesionario, basado en la medicina preventiva, donde se enuncian las medidas destinadas a controlar y reducir la exposición de los animales del parque a los agentes patógenos, como a fortalecer su resistencia inmunológica.